lunes, 9 de febrero de 2015

Geooooorge ha llegado a casa de buena mañana, cargado con bolsas del mercado - ¿Qué pasa? ¿se va a acabar el mundo? - No decir nadau a mi. Madame decir yo llevar a tu. - ¿A tú... ¿qué? ¡Jope, Unitetillo, cada vez hablas peor! - Tener empanadau mental... ¡Plis! ¿poder quedar ratitou here? - No podía creer lo que estaba viendo ¡todo un mayordomo inglés, de rodillas ante mí! Era más de lo que podía soportar recién levantada de la cama - ¡Por favor, Geoooorge, no son horas de pedirme matrimonio... Para éstas cosas hay que tener la cabeza clara y yo, ahora mismo, no la tengo.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaa! ¡Ostras! ¿Te vas a casar con éste soso? - Pues... no lo sé. No sé qué quiere... - Entonces la Cotilla se hizo cargo de la situación y en el inglés que hablábamos todas desde que Geooorge está con nosotros , puso las cosa en claro. - ¡¡¡Vamos a veeeeer ¿A tí que leches te pasaaaaaaaaaa?!!! -

Poco a poco, porque el pobre quedó un poco asustado contanto grito, nos enteramos que quería tomar un té tranquilo, sin los agobios que le producía la hiperactividad de la abuela. También dijo que ella nos invitaba a comer paella en mi casa. Lo había mandado al mercado, muy temprano, para que mariscos, verdura y carnes, fueran fresquísimas - ¿Y quién hará la paella (pregunté con cautela) - Madame. - Ah, bueno... ¿Con el brazo en cabestrillo? - Nou cabestrillou... nou yesou.

Era verdad. Lo comprobé en cuanto llegó a casa. Llevaba un artilugio moderno que le sujetaba el brazo - ¿Ya está curado... Tan rápido? - "¡Que va! Esto es para sujetar el hueso. Es que Andresito ha encontrado un comprador para el yeso y me lo he quitado. Ha pagado un buen montón de euros.. Lo "adorné" con un cuento chino: le dije que ese yeso lo llevó Picasso y sus amigos pintores lo decoraron una tarde que fueron a visitarlo y empinaron mucho el codo" - ¿Has pagado los mariscos de hoy con ese dinero? - "Y el viaje de un mes a París y aún me sobra para hacer unas visitas a la Casa Dior" - ¿Y quién guisará? - "Tú, por supuesto, bajo mi dirección" - ¡Lo sabía! (dije con rabia, mirando hacia el acuario donde Pascualita nadaba entre las algas. - "Anda, vamos a la cocina (me cogió por la cintura y dijo) - "¿Qué tal se portó el butanero?" - Pero... pero... ¿Cómo lo sabes? - "Espero acontecimientos, boba de Coria"

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