domingo, 9 de noviembre de 2014

Esta madrugada han ingresado a Andresito en urgencia. Le ha dado un telele de mucho cuidado. La abuela me ha llamado, asustada, para que la acompañara al hospital - ¿A éstas horas? - Que manía tiene la gente de despertarme cuando estoy en el mejor de los sueños ¡Y para ir al hospital! Ni que yo fuera médico. - ¿Qué pinto allí? ¿No te basta con las enfermeras que habrá de guardia? ... Vale, ya voy. - Reconozco que la amenaza de quedar desheredada ha influido en mi decisión de acudir a la cabecera del enfermo.

Aún no habían sacado al abuelito cuando llegué al hospital y aproveché para echar una cabezada porque el sueño me podía. - Un fuerte codazo en las cosquilla hizo que me sentara bien recta, guardando la compostura. Un médico se estaba acercando. Traía el semblante muy serio y nos temimos lo peor - "¿Ya soy viuda, doctor?" - preguntó la abuela. - No, pero ha faltado el canto de un duro. - "Gracias a Dios porque no he traído ropa adecuada" - ¿Qué ha pasado para que su marido llegara aquí gravísimo? - "¿Qué quiere que le diga?... Tal vez se deba a la sorpresa que le di. Era nuestro aniversario de boda y me hizo un regalo digno de una reina... La tarjeta de crédito recibió un buen arreón pero valió la pena porque no tiene ni idea de cómo me sienta todo... Yo soy muuuuuuuy agradecida, doctor y se lo demostré a mi marido con una noche loca, frenética... hasta le pedí que hiciera el salto del tigre desde lo alto del armario, pero como es empotrado, se subió a una escalera de mano y se tiró en plancha sobre la cama. No estuvo muy afortunado en la puntería y se dio un costalazo contra el suelo.

Bufaba como un toro ante un capote. La sangre corría por sus venas como un caballo de carreras desbocado debido, supongo, a las tres o cuatro pastillitas azules que se tomó con whisky para que hicieran más efecto" - El médico la miró atónito. - ¿Abusa de la viagra su marido? - "Nunca usamos esta palabra. viagra, porque es denigrante para él y no quiero que se sienta como un trasto viejo que solo funciona a base de pilas alcalinas, así que las llamamos "pastillitas azules" - Cuántas toma al mes - "¡Huy, yo que sé! un montón porque mi Andresito es hombre de misa diaria... Ya me entiende" - El médico no sé, pero yo no entendí nada. - No sabía que el abuelito era tan religioso ¿Y qué tienen que ver las pastillas azules con el ir a misa? Tengo entendido que son más propias para ir a la cama que a la iglesia. - "Perdónela, doctor, porque ya nació así de tonta ésta nieta mía"

Nunca había visto a la abuela ponerse firmes delante de un hombre, por eso me sorprendí viéndola en actitud sumisa mientras el médico le echaba una bronca de campeonato. Luego, sin esperar a ver a Andresito, dejamos la clínica para ir al ambulatorio donde trabaja el Médico (hijo de Andresito) - "¡Quiero una segunda opinión profesional, nene! (gritó la abuela en cuanto lo vio) Mira éste informe ¡Tu padre no podrá hacer nada, N A D A! ¡Ni alcohol, ni sexo ni rock and roll! ¿Qué nos queda entonces, morirnos? ¡Ni hablar! Yo aún soy joven. No puedo enterrar mi vida, lo diga quien lo diga. El tren de la juventud solo pasa una vez y no pienso desaprovecharlo" - Cuando la abuela se pone melodramática no hay quién la aguante. - Te recuerdo que estás en el humbral de los 90 años... - "¿Quién te ha dado vela en éste entierro, majadera... Creo que ésta noche tomaré un chinchón con Manolo Urbina... el banquero jejejejejeje Acabo de darme cuenta de que tenemos más cosas en común de lo que muchos creen"                                          

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