miércoles, 12 de noviembre de 2014

- "¡Corre. Cierra la puerta que viene Andresito!" - Di tal portazo que las paredes se quedaron temblando - "¡Espera que también viene Geoooorge!" - ¿Cómo quedamos? - "Déjale que entre y vuelve a cerrar" - Un Geooorge con la nariz roja y los ojos bizcos a causa del golpe recibido, me hizo reír a carcajadas - Mi no ver gracia (refunfuñó) - Que poca correa tienes, hijo jajajajajajaja.

- "Hemos venido corriendo porque Andresito a vuelto a las andadas. Ha habido otra redada y han caído muchos de su cuerda. Teme que haya vuelto la Inquisición y les hagan desfilar con los sambenitos puestos" - ¿Tiene intención de refugiarse de nuevo aquí? - "De intención, nada. Viene a quedarse. Tardará un poco porque le he cogido el rolls royce para avisarte de la que se te viene encima" - ¿Por qué no se va con su hijo? - "Porque te ha cogido cariño" - ¿Seguro que es por eso? - "Y también porque, en una casa obrera cómo ésta, a nadie se le ocurrirá buscar a un potentado" - Eso ya me lo creo más.

Llamaron a la puerta y me negué a abrir hasta que un vozarrón dijo desde el otro lado: - ¡¡¡POLICÍA. ABRAN!!! - ¿No decías que no le buscarían aquí? - Mientras los agentes registraban mi casa, llegó Andresito sin apenas aliento - ¡Vete que te están buscando! (le susurré nerviosa) - Entonces llegó la Cotilla - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Cuanta gente! ¿Se quedan todos a comer? - Son policías que están haciendo su trabajo. - ¿Te ha denunciado el vecino de arriba por hacer ruído? - No (la Cotilla me estaba poniendo de los nervios porque lo dijo mirando a uno de los policías) - ¿Buscan a Andresito? Ha entrado en el trastero de la terraza, agentes. - ¿Quién? (dijo el que mandaba el grupo? - El corrupto que buscan - ¡¡¡COTILLA!!!

Pero nadie fue a mirar en el trastero. Entonces la abuela, enfrentándose a su amiga, le hizo el gesto de cortarle el cuello. - ¡¡¡Me quiere matar, agentes!!! - Señora, déjenos en paz. - Pero... pero... apenas me pagan pensión para que ustedes cobren un buen sueldo ¡Y se quedan tan panchos mientras me amenazan de muerte delante de sus narices! ¡Justicia. Quiero justicia! - Tenga, Cotilla, un chinchón ¡y cállese!

- Aquí hay algo raro, sargento. Un water en el comedor. - Ya lo he visto. Pero no podemos detener a nadie por tener mal gusto decorando su casa. -¡Venga a la salita, sargento! - El policía contemplaba boquiabierto el altar de los Amigos de lo Ajeno. Se dirigió a mi: - ¿Qué hace ésta mamarrachada aquí? - No tuve tiempo de decir que no era mio porque, la vecina saltó como un tigre de Bengala hacia el hombre, que no se esperaba un ataque y menos que un vejestorio semejante - ¡Primero no me defiende y ahora insulta a mis gurús! Déme el número de placa que le voy a meter un puro que se caga!

Se la llevaron detenida y esposada. Salimos al balcón. Al vernos gritó: ¡No tengáis prisa en pagar la fianza, que allí comeré gratis! - Luego supimos que los policías habían recibido un soplo de que, en un piso de la finca, vendían drogas.

Durante un rato comentamos las incidencias que acabábamos de vivir y solo caí en la cuenta de que Andresito se quedaba en casa cuando me percaté de que estaba a mi lado en el balcón mientras despedíamos a la abuela y Geooooorge, que se iban camino de la Torre del Paseo Marítimo... ¡¡¡SOCORROOOOOOOOO!!!

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