martes, 28 de octubre de 2014


La Cotilla me ha dado un susto de muerte porque ha entrado en la cocina sin decir nada, se ha puesto detrás de mi y cuando me he dado la vuelta, su cara y la mía estaban juntas. He dado un grito digno de Plácido Domingo. - ¡Ay, que susto, boba de Coria! ¿Por qué gritas? - ¿Por  qué no se anuncia como siempre? - No quiero gritar para no dar pistas. Nos persiguen como a ratas. - ¿De qué habla? - De las redadas... ¿no te has enterado?

- He oído que han pillado a un buen grupo de Manos Largas en la Península... - ¡Ahí lo tienes! Es una caza de brujas y estamos cayendo como moscas. - "¿Estamos?" ¿No se incluirá en el paquete de los grandes corruptos? jajajajajaja - No sé de qué te ríes. Es una sensación horrible no poder ir tranquila por la calle, ni trapichear con libertad, pensando que me están vigilando para caer sobre mi cuando menos me lo espere. - ¿De verdad cree que los jueces perderán el tiempo con usted? jajajajajaja ¡De ilusión también se vive!

A la vecina se la veía muy nerviosa. Paseaba de un lado al otro del comedor hasta que acabó entrando en la salita a tomarse unos chinchones. Luego se dirigió al altar de los Amigos de lo Ajeno y encendió unas velas a la foto de Luis Bárcenas. - Menos mal que mi gurú no me decepciona nunca. ¡Le han encontrado en el extranjero, otras dos o tres cuentas de dinero negro. Ese es hombre! - Quite toda esa parafernalia que pondré a mis héroes: los jueces. - ¡¿Qué?! A esos, ni agua. - Al revés, Cotilla. Merecen nuestro respeto por el buen trabajo que están haciendo. - ¡He dicho que no les pones un altar y no hay más que hablar! - Oiga, que en mi casa hago lo que quiero. - Pues no voy a consentir altares a gentes que solo saben sacar a la luz los trapos sucios de los demás ¡Solo me faltaría tener que cambiar a Bárcenas por un funcionario!

Cuando la abuela llamó por teléfono me cogió con la pierna en alto, dispuesta a darle una patada al altar y mandarlo todo a la porra - "Nena, Andresito irá a vivir un tiempo en tu casa" - ¿Os habéis peleado? - "Es por si la Justicia llama a nuestra puerta con el tema de las redadas" - ¿Ha echo algo malo? - "Dice que no, pero como se ha juntado tanto con los Pinochos tiene miedo de quedar pringado él también" -  La Cotilla me cogió el teléfono: - ¿No mandarás a tu marido con las manos vacías, verdad? Dile que encargue una paella, que hoy me apetece y... (su expresión recordaba, vagamente, a la Dolorosa) quién sabe si será la última que comeré antes de salir en los periódicos y acabar el la trena. - Ay, Cotilla, que actriz se perdió España jajajajajaja - Ríete, jodía, pero si no es por mi, no comemos paella.

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