lunes, 27 de octubre de 2014

La abuela ha venido con Geooorge que iba cargado con varias bolsas del estanco. - ¿Habéis atracado la Tabacalera Española? - "Nos hubiese salido más cuenta. Los cigarrillos están por las nubes" - ¿Y a tí qué más te da, si no fumas? - "Ahora voy a empezar. Me hace mucha ilusión liarme mis pitillos. Será como volver a los años mozos, cuando me escondia bajo la mesa camilla de mi madre a imitar a mi abuelo cuando sacaba el tabaco de la petaca, llenaba el papelillo, lo sellaba con saliva y lo encendía con el mechero de yesca. No se le caía ni una ebra de tabaco al suelo. Era un artista aquel hombre" (y su mirada se perdió en el infinito) - Estás nostálgica, abuela. - "Lo que estoy es constipada y no sé si tengo aspirinas en casa... ¡Geooorge!" - ¿Yes, madame? - "Ves a la botica y trae unos cuanto paquetes" - El inglés, muy ceremonioso, dijo con su acento estropajoso: - ¿Boticau?... Mi no entender, madame. - "Está bien claro: de Botica, Boticario. El boticario trabaja en la botica ¿entiendes, alma de cántaro?" - El hombre estaba azorado. Eran muchas palabras empezadas por boti las que acababa de soltarle la abuela. Me miró como si yo fuera su tabla de salvación y con los labios formó la palabra: ¡please!

- Farmacia. (dije, escuetamente) - Los ojos le hacían chirivitas. No relacionaba una cosa con otra. - Unitetillo: Botica, Farmacia y Apotequería es lo mismo. - ¿Mismou?... movió la cabeza y dijo a media voz - Estous españoles... - ¡Unitetillo, te he oído! ¿A que te lo digo en mallorquín? (pero no me dio tiempo porque salió corriendo escaleras abajo)

- Abuela ¿por qué le haces estas faenas al pobre Geooorge? - "Ya que le pago, quiero divertirme" jejejejejeje - ¡Avemariapurísimaaaaaa! El inglés ha pasado escopeteado a mi lado y casi me tira por la escalera. - No habrá suerte... Huy, perdón jijijijiji. - La abuela le contó lo que había pasado y cuando acabaron de reirse, la Cotilla dijo: - Vamos a ver la cara que pondrá cuando le diga que te rasque el zancajo jajajajajajaja - "¡De esta se vuelve a Inglaterra!"

La abuela se pasó unas dos horas liando cigarrillos y llenando el cubo de basura porque todos le salían mal. Cuando se marchó y dejamos de oir el pitido de los coches y los autobuses, la Cotilla se apresuró a coger la bolsa con los pitillos desechos, sacó una maquinita para liarlos y llenó media caja de zapatos. - Gracias a la poca maña de tu abuela me voy a sacar unos euros vendiéndolos. - ¿No le dará parte de las ganancias? Al fin y al cabo los ha comprado ella. - Y ella ha sido quién los ha tirado. No  hables de lo que no sabes y ves poniendo la sopa que el trabajo me ha dado hambre... ¿Que habrá de segundo? - Un sí, señor y un calle usted.

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