lunes, 13 de octubre de 2014

- "Es fantástico lo que está pasando con la enferma del Évola, nena. Toma nota y aprende" - ¿No sé qué tengo que aprender...? - "Pues a no tener nunca la culpa de nada. Y cuanto más grande sea el fallo que hagas, más culpa tienes que echar sobre la víctima y su entorno. Quedarás como Dios. Eso sí. Aguántate la risa" - No me parece ético, abuela. - "¿Quién habla de ética? Se trata de salvar el trabajo, el pellejo, los cuartos, la poltrona. Lo que sea que esté en peligro si cometes un fallo. Ya sabes que una mentira repetida muchas veces se convierte en una verdad. Esto lo sabe hasta el que asó la manteca" - Pero no está bien... - "Peor está quedarse sin el chollo que te da de comer y te viste en Louis Viton o Loewe, por poner un ejemplo"

- ¡Avemariapurísimaaaaaa! ¿Qué pasa? - "Le estoy dándo una lección práctica a mi nieta para andar por la vida pisando a los demás" - Escucha a tu abuela que de eso sabe mucho. - Veo que usted no lo hizo. - Claro que lo hice y conseguí buenos partidos gracias a mis "dos virtudes" - La interrogué con la mirada porque perdido el hilo de la conversación. Entonces la Cotilla se señaló el pecho lacio que se perdía cintura abajo - Virtud derecha, virtud izquierda. - Pero... pero... ¿no me diga que "esto"... - Esto, como tu las llamas, no son ni la sombra de lo que fueron. En sus buenos tiempos fueron mi mayor relamo publicitario y muchos los que, babeando, se acercaron a mi para poner el mundo a mis pies... - ¿Y qué pasó? - Que llegó tu abuela y se quedó con los babosos y sus mundos. Es mi amiga, sí, pero que asco le tengo.

- "Los Pinochos han metido la pata hasta el corvejón(siguió la abuela tan pancha) y al darse cuenta, han tirado por la calle de enmedio..." - ¿Ya estabas con el abuelito? (pregunté con toda la intención) - "¿Con Andresito?" - Me refiero a mi primer abuelito - La abuela se encogió de hombros como si no me entendiera. - Querrá saber si cuando me birlabas los novios ya le habíamos dado matarile... ¿No es eso, nena? - "¿Y qué más da? La culpa fue suya por quejarse siempre de si salía o entraba y con quién o quienes... Hasta los  Pinochos, que no tienen muchas luces, culpan a la enfermera por tocarse (o no) la frente. ¿Qué importancia tiene qué ellos repatriaran a los frailes infectados? Hasta el bocas de Jiménez Losantos, besando la mano que le da de comer, a dicho de Teresa (la enfermera) que en el pecado lleva la penitencia.¿Ves cómo no hablamos de ética?" -

Como una autómata, abrí la boca y por ella salieron sapos y culebras, palabras tan mal sonantes que hasta la abuela y la vecina se ruborizaron. - "¡¡¡Corre, Cotilla, trae el chinchón que a mi nieta le va a dar algo!!!" - Déjala, que no tiene remedio...y así tu herencia me la quedaré yo.

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