domingo, 12 de octubre de 2014

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Has echo café? Venga, que traigo las ensaimadas. - Camino de la cocina, zombi perdida, me he dado cuenta de que las luces de la calle estaban encendidas. Se las he señalado a la Cotilla pero no le ha dado importancia. - Todo está a la remanguillé en el Ayuntamiento ¿no ves que vuelan cuchillos por allí? Lo mismo apagan las luces a las 10 que a las 8, que a las... - ¿Aún no son las ocho? - Eso es muy relativo ¿las 8 de qué? porque las de la  noche ya pasaron. - Obviamente, de la mañana. - No puedo contestarte a eso porque no tengo reloj.... No hables tanto y haz el café. - ¿Están calientes la ensaimadas? - No suelen estarlo cuando las meten al contenedor. - ¿De qué año son? (suspiré apesadumbrada)

- Haz la cafetera grande que la pequeña se la han bebido las ensaimadas. - Porque son de cuando Franco era cabo ¿Se le romperían muchos huesos si un día las trajera frescas? - No te quejes tanto, que son gratis... Hay que ver cómo absorben... se me ocurre que, metiéndo una en la taza de café con leche de un cliente del bar, puedo venderla luego como un pac de desayuno. - Está como una cabra. - Pues la idea de absorber el caldo con un tampón para exprimirlo luego, me está ayudando a llegar a fin de mes... claro que hay calles por las que no puedo pasar cuando los resturantes están abiertos pero, como en Palma hay muchos, sigo haciendo negocio. - Un día la pillará Sanidad. - ¿La de la ministra Mato? no sería un problema porque no sabe, no contesta.

La abuela ha dormido ésta noche en su casa... creo. No es que haya perdonado a Andresito sino que su cama es mejor que la mía. Y como le gusta ser el perejil de todas las salsas, me ha llamado para decirme que han echado a una maestra por atar a un niño con un cable y amordazar a otro con celo - ¡Que barbaridad, abuela! - "Eso mismo he dicho yo ¿Qué educación dan los padres a esos niños para que la maestra haya tenido que llegar a estos extremos? Y ha pasado como con los equipos de fútbol, si pierden paga el pato el entrenador, en éste caso la maestra... Aplícate el cuento cuando tengas al bisnieto y apúntate antes a una escuela de padres, que no se nace sabiendo" - Tu abuela tiene razón (dijo la Cotilla cuando se lo conté) En nuestros tiempos los niños hubiesen salido volando por la ventana, claro que entonces era muy normal, lo mismo se tiraba un crío que una cabra. - ¡Avemariapurísimaaaaaaa! - ¡¡¡Oye, oye, que esa frase es mía!!!



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