jueves, 2 de octubre de 2014

A media mañana ha venido la abuela con el Diario bajo el brazo - "¿Has visto ésto?" - Y me enseñó un artículo con una de foto de Rodrigo Rato en la que parece jurar por sus muertos, que nunca ha roto un plato. - "Esto tendría que verlo la Cotilla" - Está en la salita poniendo velas a los Amigos de lo Ajeno. Ahora iba a cantarle las cuarenta.

La Cotilla había vaciado unos estantes de la librería para colocar las fotos de sus admirados gurús rodeándolas  de flores de plástico, para más cutrerío y sobre la mesita de centro, arrimada a la librería, estaba encendiendo velas de distinto grosor y longitud - ¡¡¡Pareeeeeeeeeee!!!  Ponga animetes si quiere pero eso no... ¿Y dónde coloco ahora los libros? - Los venderé al peso y te daré... un 5% de lo que gane. - ¡Ni hablar! - Vale, el 6% - ¡He dicho que no! - Enfadada, se dirigió a la abuela. - ¡Ya salió la egoísta de tu nieta! Encima que le ofrezco unas ganancias, la señorita quiere más ¡¿Y quién hará el trabajo? ¡Servidora! - ¡Que no quiero que venda mis libros, coñe! - "Déjala, Cotilla. No tiene remedio... ¿Has visto lo que hicieron los mandamases de Caja Madrid? 15,2 millones de euros se gastaron entre todos en unos años y sin tener que dar cuentas a nadie" - ¡Son unos maestros! y encima buenas personas porque el mismo Rodrígo Rato ha devuelto lo que gastó, que no tenía por qué...

- ¡Pero, pero, pero... ¿Os estáis oyendo?  - "Creo que lo invitaré a cenar a casa. Andresito estará contento" - ¡Invítame a mi también. Quiero besarle las manos! - Yo que tú pondría la cubertería de plata a buen recaudo, abuela.... Por cierto ¿devolvió también los intereses de lo que se llevó? - "¿La estás oyendo , Cotilla? ¿Qué hombre cargaría con un ser así? A este paso me quedo sin bisnieto" - ¿Y si yo tengo un bebé in vitro? - "Mañana mismo vamos a preguntarlo" - Con cerca de 90 años no creo que os dejen jejejejejeje - Soy tan mujer como puedas serlo tu... o más. - Que sí, Cotilla, que sí. - "Por lo menos es más desprendida que tu" (dijo, rencorosa, la abuela) - Y me quedaré la herencia de tu abuela.

Pascualita estaba sentada en el escurridor de la fregona cuando fui a buscarla. Quería que oyera el poco juicio de las dos amigas y la distinta vara de medir con la que juzgan dos casos de robo, dependiendo de quién sea el ladrón. - Sigue molesta con el tal Virgilio, Cotilla - ¿Cómo no voy a estarlo si es la vergüenza de la profesión? Espero que se pudra en la cárcel. - ¡¿Lo ves abuela? No razona. Se enfada con un ladrón de tres al cuarto y sin embargo está orgullosa de los que nos roban a todos y a manos llenas. ¡Está usted grillada! - Será porque no he merendado... ¿tienes jamón serrano y unos taquitos de queso mahonés?... ¿Tu también quieres? (preguntó a la abuela) Pues que sean dos raciones. ¡Y ves sacando el chinchón!

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