sábado, 20 de septiembre de 2014

Esta mañana, cuando he ido a desayunar, Pascualita ya estaba sentada sobre el azucarero en la mesa de la cocina - ¡Vaya! has madrugadoaaayyyyyyyyyyyyy!!! - El pequeño monstruo me ha lanzado un chorrito de agua que guardaba en la boca, dándome de lleno, en un ojo. Ya no me acordaba del dolor que produce su veneno. He dado saltos, gritos, lamentos, lloros, carreras para coger a la puñetera sardina con brazos. Cosa que me ha resultado difícil porque apenas veía. Pero lo he logrado y sin pensarlo dos veces, la he metido en el wáter y he tirado de la cadena ¡Adiós "querida", adiós!

Casi a tientas me he preparado el desayuno y justo cuando me sentaba, han llegado la abuela y Andresito - El hombre tiene problemas de próstata y ha entrado rápidamente en el cuarto de baño mientras la abuela se sentaba ante mi taladrándome con su mirada como si yo le debiera algo. - ¿Qué pasa? (pregunté)

- Pasa que tienes un buen atasco en el inodoro (como el abuelito es rico nunca dice wáter) - ¡No fastidies! hasta hace un momento, iba bien. - ¿Qué te ha pasado en el ojo? (se preocupó el pobre) - Me ha entrado algo y me molesta. - Yo que tú iría a Urgencias o te quedarás ciega - No me des más ánimos, por favor. - ¿Por qué no acompañas a tu nieta? - "Tengo cosas mejores que hacer. Por ejemplo, limarme las uñas" - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! Mira quién está aquí (dijo la Cotilla mirándome con cara de pocos amigos) - Estoy en mi casa... ¿dónde voy a estar sino? - ¡Ah! vaya usted a saber, frescales.

El abuelito había echo subir a Geooorge, que esperaba en el rolls royce, para que arreglara el atasco. Por la cara que puso, no le gustó la idea pero lo hizo y al poco rato apareció en la cocina con una zanahoria gorda en la mano enguantada. - ¿De dónde has sacado eso? (me extrañé) - Esto ser atascou. - Entonces (pensé) ¿no he tirado a Pascualita?

Mientras tanto la abuela y la Cotilla bebían chinchón on the rocks. - ¿No me vais a invitar? - "Me ha parecido oír algo" (dijo la abuela haciéndose la sorda) - Es el vecino de arriba que está eructando (contestó la Cotilla) - ¡¡¡Ya está bien!!! ¿Qué es lo que pasa? - "Dilo tú, porque nosotras aún no hemos llegado al extremo de tirar zanahorias al wáter" - ¡Es que no veía! Era a P.... otra cosa lo que quería tirar. - "¿Qué pasó ayer que ni nos nombraste?" - ¿Ayer...? Hacía calor. - ¡Cada día que pasa es más tonta esta nieta tuya! - "Sí. Menuda cruz me dejó mi hija" - Estaba ahogaDA, sofocaDA, asfixiaDA... - "AtontaDA, desmemoriaDA..." - AgilipollaDA... - ¡¡¡Basta, basta!!! Me olvidé de todo debido al bochorno (lloré, desconsolada)... buaaaaaa... solo pensaba en abanicarme... buaaaaaaaaaaa... comer helados y... buaaaaaaaaaa... beber agua fresquita... - "¡Ahí está el quid de la cuestión, Cotilla! (gritó, triunfante, la abuela) ¡Agua! ¡Bebió agua la muy boba de Coria, cuando sabe que no está acostumbrada. Que le sienta mal. Ya lo dice el refrán: ¡el agua para las ranas!... Que sea la última vez que, sin una verdadera causa justificada, nos dejas en el olvido ¡¿De acuerdo?!" - Si... - La Cotilla se me acercó con una copa de chinchón on de rocks y volvió a su asiento. ¡Pascualita, que estaba allí! iba a ser aplastada por la vecina. Y justo en el momento en que el culo de la Cotilla iba a entrar en contacto con la sirena, ésta abrió de par en par la boca y sacó su dentadura de tiburón a pasear...

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