miércoles, 27 de agosto de 2014

La abuela, envuelta en plumas, lentejuelas y brillos a cual más estridente, se ha presentado en casa más contenta que unas castañuelas. - "He dejado al Uniteillo al volante del rolls roice por si viene el autobús" - ¿Te encuentras bien? - "Naturalmente. Mejor que nunca porque voy a ver a Mateo" - ¿Mateo? - "¡El Alcalde, mujer. Quiere verme ¿Te das cuenta? Otro que ha caído rendido a mis pies y eso que no nos conocemos" - ¿Te lo ha dicho él? - "A través de un secretario o algo así ¡que más da! Estoy ilusionada y llevo desde las seis de la mañana probándome ropa hasta que, por fin, he dado con la adecuada" - ¿Ésta que llevas? - "Perfecta ¿verdad? Me hubiese gustado pedirle opinión a Andresito pero como es un egoísta me he enfadado con él. ¿Te puedes creer que desde que he encendido la luz del cuarto no ha dejado de quejarse?"

Me asomé a la ventana con Pascualita para verlos marchar. En ese momento llegaba un autobús. Venía haciendo sonar el claxon a toda pastilla y pude ver la cara de asombro del chófer cuando vio arrancar al rolls roice y dejarle el sitio libre. - Mira, Pascualita, ese hombre ya tiene algo que contarle a sus nietos el día de mañana.

Cuando ya me había arrellanado frente al televisor para ver la Vuelta ciclista a España, llegaron la abuela y Geoooorge. - Veo que habéis podido aparcar. - "Naturalmente. donde siempre" - Madame decir aquí y yo hacerlo. - ¿Te ha dado permiso el Alcalde? - "¡Ni lo mientes! Menuda desilusión ¡Me ha echado una bronca por lo del aparcamiento! Pero no me he quedado callada ¡que va! ¿Los autobuses no son municipales? le he dicho. Me ha contestado que sí. Por lo tanto el aparcamiento también lo es. ¿Y eso no lo pagamos todos con nuestros impuestos, el mío incluido? le he preguntado furiosa. ¡Entonces puedo aparcar mi coche una y mil veces, señor mío!... Ponme un chinchón on the rocks que me estoy calentando..." - Poco a poco, entre el pedaleo de los ciclistas y la voz, cada vez más apagada de la abuela, me fui quedando dormida... Lo último que vi fue a Geoooorge estirando las piernas sobre la mesita de centro y pensé... ¡Que jodío!

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