jueves, 10 de julio de 2014

Pascualita está que no levanta cabeza. Ya se sabe que a un bicho del mar no le sienta bien el agua dulce y en la piscina municipal hay mucha. Cada vez está más bizca, lacia y con un color que da grima. La cola no tiene ese azul cobalto que es lo único que vale de la sirena. Ni siquiera me amenazó con los dientes de tiburón cuando le apreté el estómago para que echara fuera todo lo que había bebido... Me da mala espina...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! Vengo a buscar uno de los cabos de vela del altar de Luis Bárcenas para llevarlo a la iglesia. - Llévelos todos. - Tampoco hay que exagerar. Es para apoyar una causa. - ¿Usted haciendo buenas obras por la cara? No la reconozco. - Es que quiero que gane Argentina el Mundial. - Ya me parecía a mí ¿Y eso por qué? - Por un novio argentino que tuve hace muchos años, que me cantaba unos tangos desgarrados que me llevaban al éxtasis... hasta que tu abuela se lo llevó al huerto. - ¿Después de lo que le hizo quiere hacerlo contento? - La culpa fue de tu abuela... el pobre se dejó llevar. - ¡Ya!

La abuela vino cuando la Cotilla ya no estaba. - ¿Vas de boda? - "¿Yooooooooooo? Esto... jijijijiji.... solo me he puesto cuatro trapitos para ir a la iglesia". - ¡Otra! Estará contento el de los tangos - "¿Messi canta tangos?..." - ¿Y que pasa con Alemania? ¿Ya has vuelto a cambiar de chaqueta? Te diré cómo acabará el partido ... ¡a hostias! - "¿No sé por qué dices esto, lista?" (dijo mientras se servía una generosa copa de chinchón) - ¡Por los Papas, abuela, por los Papas! jajajajajaja - "¡¡¡No eres más tonta porque no te entrenas!!!" - Y vació la copa en el jarrón chino donde Pascualita pasaba sus últimas horas, luego salió de casa taconeando fuerte. Antes de llegar a la puerta, la sirena empezó a nadar hacia arriba con la boca abierta y cuando la abuela llegó al rolls royce, Pascualita se sentó en el borde de su nuevo acuario.

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