sábado, 1 de marzo de 2014

La abuela se ha presentado con Geooooorge. Han entrado como Pedro por su casa hasta la cocina donde el mayordomo ha preparado cola cao para mi y café con leche para ellos. Y nos hemos sentado a desayunar a pesar de que no he tenido tiempo de quitarme las legañas

Al parecer, la abuela ha enterrado el hacha de guerra, menos mal. Ha sido un desayuno silencioso y pausado. Nadie parecía tener prisa... en realidad no la teníamos. Luego, mientras el inglés lo recogía todo, supe el por qué de esta visita. - "Es Carnaval y en El funeral celebramos una fiesta de disfraces" - ¿Quiéres que vaya?... ¿No soy demasiado joven para vosotros? - "Si vas a empezar a decir tonterías, me largo. ¿No has oído a Serrat cantar Hace veinte años que tengo veinte años? Pues échate unos pocos más" - Tampoco te pases. - "No he pensado en tí sino en Pascualita y en Pepe-Crisogono. Necesitan salir y expansionarse. Disfrutar de lo bueno que tiene la vida. Reír, bailar, cantar, enamorarse, seducir..." - Abuela ¡para! Solo son un pez y una cabeza cortada y encogida.

- "¿Eso es lo que ves? Eres pobre de espíritu ¿Y crees que eres joven? ¡Menudo Matusalen estás hecha!... Mañana te los devolveré" - Pero... pero... - ""¿Quieres la Torre del Paseo Marítimo?... Pues pasa por el aro" - ¡Que mal negocio es que sepan tu punto flaco!

Remugué hasta que la abuela, harta de oírme, accedió a que fuera a la fiesta de Carnaval. Cuando cerraron la puerta tras ellos estaba loca de contento ¡Iba a ser la estrella! ¡La más joven y guapa! ¡Con la piel más tersa y brillante del local! ¿Quién no caería rendido a mis pies? ¡Todos esos viejos carcamales hambrientos de carne fresca! ¡Hasta mi abuela mordería el polvo!... Después de la euforia viene el bajón... ¿De qué me iba a disfrazar?... ¿De cabaretera? Es el disfraz favorito de Conchi... ¿De chino mandarín? ¡Ni hablar de ir tapada de pies a cabeza... - ¿De bailarina de can cán? Seguro que la abuela lo llevará, con más plumas que un pavo real...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! No huelo a comida ¿No has hecho nada? - Tengo un problema... No sé de qué disfrazarme. - ¡De ti misma! siempre vas hecha un fantoche. - Gracias por el piropo... -El señor Li puede sacarte del apuro.

A media tarde pasó la abuela a buscarme. Relucía como un sol vestida de Mata-Hari. Con brillos en el maquillaje, en el pelo, en las plumas, en las medias y en el generoso escote que remataba con un clavel reventón y una máscara veneciana que velaba sus facciones. En el pecho lucía el broche con Pascualita disfrazada de Sissi emperatríz en miniatura y con un pequeño pelucón cuajado de estrellitas, a juego. A Pepe-Crisogono le habían pintado los labios para disimular el zurcido. Llevaba pestañas postizas y una cola de caballo en su escasa pelambrera. - ¿De qué va? (pregunté) - "De María Antonieta recién decapitada... ¿Y tú?" - De... de gallina desplumada... Es que el señor Li no me ha entendido cuando le he dicho que quería que se me viese mucha carne y hace un momento que me ha traído el disfraz... ¿Tengo tiempo de ir a cambiarlo? - "¡Ni hablar! jajajajajajajaja ¡Seguro que ganas el primer premio jajajajaja" - ¡Glub! Tengo la sensación de voy a ser el hazme reír de la fiesta... ¿Y si no voy? - "¡De eso nada! ¡Tú vienes. Vaya, si vienes! jajajajaja"

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