martes, 25 de marzo de 2014

Esta mañana comentaba con Pascualita y Pepe-Crisogono las noticias de éstos días. Tenían toda su atención puesta en mis palabras. Ni parpadeaban jajajajaja ni decían ésta boca es mía,sobre todo Pepe jajajajaja ¡Ay! es que me siento feliz. ¡Estoy sola y las dos personas capaces de sacarme de mis casillas, están lejos ¡En Madrid! pobres madrileños...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - Como si tal cosa, la Cotilla entró en la cocina al tiempo que se anunciaba y no pude coger a la sirena, que se quedó muy quieta junto al azucarero, con los carrillos hinchados por el trozo de ensaimada que se acababa de meter en la boca. - ¿Pero... pero... pero... pero...? - ¿Te has atascado o es la ilusión de verme de nuevo?  - ¿Qué hace aquí? La abuela ha ido a buscarla a Madrid. - ¿Me visteis por la tele? ¿Os gustó la puesta en escena? - ¿Qué hacía allí? - ¡Trabajar! - ¿Limpiando carteras ajenas? - Sí. Mi gurú, Luis Bárcenas, puede estar orgulloso de mi. Incluso he podido venir en avión. - ¿Pagando? - Claro. Y me ha sobrado... Me tomaré un café con leche. - ¡Sí, wuana!

- ¿Al final, la secuestraron o qué? - Parece ser que sí... Me llevaron no sé donde. Y todo el tiempo me preguntaron por el avión de Malasia. ¡Que dolor de cabezaaaaaaaa! Acabé contraatacándoles. Les conté historias de mi abuela y mi bisabuela, que se casó con un peón caminero y tuvieron tantos hijos que hoy no cabrían en el libro familiar y... - ¡Vale, ya! - Supe que había obtenido un triunfo cuando corrieron a tomar aspirinas. Así que seguí contando historias muuuuuuuuy pesadas hasta que los dormí por agotamiento y me largué. Y resulta que estaba en Madrid. Me pilló la manifestación por la Dignidad... - ¿También trabajó allí? - No, que una no llegue a fin de mes y tenga que hacer pluriempleo no quiere decir que no tenga dignidad.

- ¿Y por aquí, qué tal?... ¿Se han pegado dos curas en la calle? - ¿Ya lo sabe? - Hago honor a mi nombre... ¿Han denunciado? - Sí. - ¿A la justicia civil o a la divina? - Creo que a la civil. - ¿Por las tortas? - ¡Claro! ¿por qué va a ser sino? - ¡Por el fondo! Cuando hay menores por medio hay que ir al juez y no al obispo para que meta la porquería bajo las alfombras - ¡Caray! viene reivindicativa. Tenga, una ensaimada. - La vecina, al coger el azucarero, vio a Pascualita. - ¡Que asco de bicho! - Y la tiró, de un manotazo, a la basura. Desde donde estaba, vi como sacaba los dientecitos de tiburón a pasear y me temí lo peor. De un coletazo saltó al pecho de la vecina y mordió a derecha e izquierda, con toda su rabia. Solo pude arrancarla cuando la Cotilla dejó de saltar, correr, chillar, llorar y le enseñé la botella de chinchón. Se tomó la mitad y ahora duerme como una bendita. Pascualita nada tranquila en la pila bautismal y sé que Pepe-Crisogono, no se chivará nunca jejejejejeje... También sé que, cuando la Cotilla despierte y vea la hinchazón de sus pechos, a pesar del dolor, dará las gracias a mi primer abuelito jajajajajajajaja.




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