domingo, 16 de marzo de 2014

¡Está loca de atar! Quién me mandaría dejar que Pascualita indagara en el oído de la Cotilla. Ahora lo tiene tan fino que a las tres de la madrugada ha entrado en mi casa, en mi cuarto y me ha arreado dos sopapos que me han hecho saltar hasta la lámpara. ¡Que despertar más brusco! - ¡Deja ya de roncar que no puedo dormir!

Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando pensé que la vecina era sonámbula y procuré no despertarla, aunque el cuerpo me pedía guerra. - Nunca he visto roncar de ese modo ¡Ruges como un león de la sabana! - ¿Está despierta? - ¿Y cómo quieres que esté si el edificio entero retumba cuando roncas? - ¿Seguro que no está dormida? ¡¡¡Pues que sea la última vez que me despierta!!! - ¡¡¡Pues no ronques!!! - ¡¡¡No ronco!!! - ¿Cómo que no? - ¡¡¡¿Y si ronco, qué? En mi casa hago lo que me da la gana!!! - ¡¡¡No  mientras yo viva aquí!!!

Pronto se oyeron los golpes que daba el vecino de arriba, los portazos de los demás y el timbre de la puerta sonó largo y estridente. ¡En el edificio no dormía nadie! - ¡¡¡Maldita sea, Cotilla, ojalá la echen de aquí con cajas destempladas!!! - ¿Ahora tengo yo la culpa?

 Alguien aporreaba la puerta y en la escalera se oían gritos - ¡Policía local! ¡¡¡Abran o echaremos la puerta abajo!!! - En un arranque de rabia, abrí de golpe y me encontré, cara a cara, con el Municipal rodeado de todos los vecinos - ¡¡¡El que me rompa la puerta, la paga!!! -¡A mi no me hables en ese tono que soy la autoridad! - ¡¡¡Rompela y verás como la pagas, Bedulio!!! - Como  siempre que oían su nombre por primera vez, se oyeron risitas, cosa que enfureció más al municipal - ¡¿A qué le doy una patada?! - ¡¿A qué llamo a mi abuelito?! - Esto rebajó la tensión. - Venga, circulen y váyanse a dormir. Asunto zanjado.

Los tres nos tomamos unos chinchones para calmar los nervios. Bedulio quiso saber a qué venía tanto alboroto. Cuando se lo conté no daba crédito. - ¿Una cucharacha en el oído? ¿y no se enteraba? ¡Esto es para mear y no echar gota! - Eso es lo que dice ésta. Lo que pasa es que yo siempre he tenido buen oído y la envidia se la come... ¿A ver, dónde está el bicho? Yo no lo he visto. - Es que Pasc... estooooo, vamos, que se la comió... - ¿Estaba Pascual? ¿Sabe tu abuelo que su mujer se ve con él a escondidas en tu casa? - Los ojos del Municipal se abrieron como platos - ¿Tu abuela tiene un romance con un tal Pascual? - No, no... - ¡Anda que no! Pero si ya se veían antes de casarse con Andresito. - ¿Has dicho que ese tal Pascual se comió la cucaracha? - Frita en mantequilla (dije con guasa, pero no lo entendieron así aquellos dos) - Se me está revolviendo el estómago (dijo Bedulio con cara de asco) - A falta de pan, buenas son tortas (la Cotilla siempre ve el lado positivo, sobre todo si se trata de comer) Debe ser un sibarita... - O un asqueroso. - Seguro que ella le paga los caprichos a su amante... - Cotillaaaaa. - Ahora tiene dinerito fresco... - Claro, se casó con un ricachón. - Lo guarda en cajas de cola cao...como está de moda - ¡¡¡Cotillaaaaaaaa!!! - ¡No, mujer, jajajajaja  (Al Municipal le hacían gracias las cábalas de la vecina)  eso fue otra, que enterró las latas en el jardín de su casa, entre las coles. - Andresito es más fino y las tiene en la despensa. - ¡Hale, se acabó el cotilleo! Cada mochuelo a su olivo (había que cortar aquello antes de que Bedulio se lo tomara en serio. Al irse me dijo en voz baja - No le des más chinchón a la vecina que ya ha dicho bastantes tonterías por ésta noche jejejejejeje ¡Y lo cuenta como si fuera verdad! jejejejeje Hay que ver tu abuela. ¡Que mujer! A sus años y con amante. Y más joven que ella, seguro jejejejeje... Si mi señora no me atase tan corto, hasta yo caería en sus redes jejejejeje - ¡¡¡Bedulio!!!

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