jueves, 13 de febrero de 2014

Siempre pensé que cuando me quedara sola sería la persona más feliz del mundo porque haría lo que me diese la gana, la REAL GANA. Y sin embargo, nunca estuve tan equivocada porque ni siquiera me dejan dormir hasta cansarme. De buena mañana ha sonado el teléfono. ¡A las cinco y media de la madrugada!

- "¿Estás durmiendo" - ¿Sabes la hora qué es? - "Ni lo sé ni me importa" - ¿Se ha muerto el abuelito? ¿Qué le has hecho? - "Supongo que sigue vivo porque ronca... Vente ahora mismo a mi casa con Pepe" - ¿Ahora? Si aún no han puesto las calles, abuela. - "Por tu culpa tengo mi hogar desestabilizado. Ya estás tardando"

Salí a la calle con las legañas puestas y me encontré con una tormenta de viento y agua que por poco me tira de espaldas. A pesar de que me había puesto un vaquero y un jersey encima del pijama y un anorak, tenía mucho frío, sobre todo en los pies... Claro, iba en zapatillas y sin calcetines. Y así me fui hasta casa de la abuela porque el taxi acababa de llegar y no quise subir a cambiarme para no tener que pagar más de lo necesario.

Me abrió Geoooooorge hecho un mar de lágrimas. - ¿Qué le pasa a éste? - "Es muy familiar y no puede consentir que tengas a uno de los suyos, aunque solo sea la cabeza" - ¡Este tío es tonto! - "¿Has traído a Pepe?" - Sí, pero no se lo voy a dar. Ya me he quedado sin Pascualita y no voy a quedarme sin este solo porque tu mayordomo sea un llorón. - "Anda, pues díselo tú" - ¡¡¡Oye. Que no es tu bisabuela ni tu padre!!! - "¿Tienes que gritar tanto? despertarás al barrio entero" - Es mi modo de hacerme entender... ¡¡¡¿Te enteras? NO ES DE TU FAMILIA!!!

Andresito apareció en pijama - ¿Hay fuego? - "No. Es la niña que está hablando en inglés con Geooooorge" - ¿No Dady?... (dijo con los ojos muy abiertos) - ¡¡¡NO!!! - ¿No grand mother? - "¿Tú lo entiendes?" - ¿Cómo voy a entenderlo con lo mal que habla? ¡¡¡NO!!! - ¡Ooooooooooh! (dijo haciendo pucheros de nuevo) - "¿Qué le pasa ahora?... ¿A dónde vas, Andresito?" - A tomarme un te con doble de chinchón... Si esto es inglés que baje Dios y lo vea. - "Perdona, marido, pero aunque no lo parezca, nuestra nieta es muy instruída" - Entonces Geooooorge dijo algo que no entendí... ¿sería ruso? - ¡Crisógono! - y volvió a llorar. - ¿Estás segura que pediste a la agencia un mayordomo? ¿No sería una plañidera?  pregunté a la abuela.

- ¡¡¡¿ Crisógono? ¿Eso que es lo qué es?!!! - Media hora después, a base de gritos y gestos, nos enteramos que ese era el nombre del amante de su abuela ¡Vaya por Dios! y toda la familia le estaba eternamente agradecido porque la hizo muy felíz. Crisógono era español y entró a trabajar como jardinero en la casa señorial donde trabajaba la abuela de George como lavandera. - "Pues no le veo yo pinta de español a esta cabeza... (dijo la abuela mirándola con detenimiento) - Geooooooorge siguió contando entre hipos que él había jurado que si un día tenía un hijo le llamaría Crisógono - ¡¡¡Tú estás tonto!!! ¡¡¡¿Lo has prometido sin contar conmigo?!!! ¡¡¡Mi hijo no llevará ese nombre tan raro!!!

El inglés estaba asombrado viendo como iba creciendo mi rabia contra él. Ya ni siquiera lloraba. Lo que hizo fue coger el chinchón y darle dos lingotazos. - ¿What? - ¡¡¡No. What tampoco me gusta!!! - Andresito se me acercó tambaleante (ya que no podía dormir a causa de mis gritos, aprovechó para tomarse unas copitas) - Cuando... hip... termines de... hip... hablar en ingles, aviiiiiiiiisame... hip. -

Hecha una furia, me acerqué sin darme cuenta, al acuario largo de Pascualita. Estaba asomada, allá en lo alto, y en cuanto me tuvo a tiro, me escupió en el ojo un chorrito de agua envenenada - ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh Maldita sea!!! - "Debe haber pensado que me atacabas. Con tanto grito..." - ¡¡¡Te freiré en aceite invierno, sardina de las narices!!! - Geooooooorge y el abuelito estaban confundidos - Querida ¿ahora con quién habla inglés la niña?

Estoy en mi casa, tendida en el sofá, con mucho dolor en el ojo y aguantando a la Cotilla que me explica lo bien que le ha ido hoy el día con los cepillos de las iglesias - Hay, hija, no sé como puedes tener la cabeza de un muerto entre las manos por muy Pepe que se llame - No es Pepe, es Crisógono... - ¿Has bebido sin esperarme? - Y acto seguido, enmendó el entuerto.

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