domingo, 9 de febrero de 2014

Nos hemos reunido en casa a desayunar la abuela, la Cotilla y yo. Hemos comido las ensaimadas que ha traído la abuela y rechazado las de la Cotilla que, a saber de que año son. Ha cogido un rebote de padre y muy señor mio que a nosotras nos ha resbalado olímpicamente. En cuanto ha visto que empezábamos a desayunar se ha puesto a comer como si estuviera haciendo la competición "A ver quién come más ensaimadas" y ha ganado ella.

En plena vorágine no nos dimos cuenta de que Pascualita había saltado a la mesa de la cocina y reptando, se escondía bajo una de ellas. Mientras, nosotras comentábamos el tema del día: La Infanta. - "No me lo esperaba de ella. Tan modosita y con esa dulce sonrisa permanente" - ¡Huy! esas son las peores. - A veces vale más pasar por tonta y hoy era uno de esos días. - "Dicen que la venganza se toma en plato frío" - ¿Qué tiene que ver la velocidad con el tocino? - "¿No os habéis fijado en lo feo y escuchimizado que se ha quedado Iñaki? En cambio ella sigue fresca y lozana ..." - Cierto. - "Y qué cuando él hizo el paseíllo por la´famosa cuesta dijo no sé que sobre su honor?" - ¡¡¡Síííííííí´!!! Estuvo muy gracioso jajajajajaja - "Después se supo lo del Duque en Palma do, que a ella debió sentarle como un pisotón en un callo... " - Ha tragado muchos sapos y culebras esa chica. - "Pero los ha vomitado en unas horas frente al juez Castro y ha tirado la porquería ¡sobre el Duque! jajajajaja" - Que refinada es. - ¡Es verdad! Salió más relajada que cuando llegó jajajajajajaja - ¡Toma del frasco, Iñaki!

- "¡Trae el chinchón, nena!". - ¿Tan pronto, abuela - "¿Te he preguntado la hora?" - Nos servimos unas cuantas rondas y seguimos riendo. - ¡A Urdangarín no le llegará la camisa al cuerpín! jajajajajaja - ¡La infanta ha hecho de Reina de Corazones diciendo ¡Que le corten la cabeza! jajajajaja - "Pasaré por tonta (se habrá dicho) incluso puede que mis papás pasen a llamarse Ciudadanos Borbón, pero a ti ya no te conoce ni la madre que te parió jajajajajajaja"

La Cotilla, si tiene comida cerca no puede tener las mandíbulas quietas y cogió la última ensaimada que quedaba en el plato. La mojó en chinchón y le hincó el diente - ¡Puag. Que ascoooooo! Esto sabe a pescado. - Solo me dio tiempo a ver un relámpago que saltaba de la ensaimada a la cabeza de la vecina y en seguida volaron mechones de pelo. Los gritos y las carreras no cesaron a pesar de que arranqué a la sirena de un tirón seco. - ¡Tenga, Cotilla, beba, beba! Dichoso abuelito... -¡¡¡Me voy a mi casa. Allí por lo menos,no hay nada ¡¡¡Ni fantasmaaaaaaaaaaaaasssssssssssssss!!!

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