martes, 4 de febrero de 2014

La abuela se ha presentado en mi casa justo cuando iba a comer - "¡Más vale llegar a tiempo que rondar un año! Pónme plato a mi también..." - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! ¡Y a mí! Que alegría volver a estar las tres juntas como en los viejos tiempos. - "No tan viejos, Cotilla que solo hace un mes de mi boda" - Pues a mi me parece que hace un siglo. No sabes lo que hecho de menos nuestras comidas, riéndonos de la boba de tu nieta jajajajajaja - ¡Ya se está yendo por donde ha venido ¡Y deme la llave de MI casa!

Es como si hablara con la pared. No me hace ni caso. - ¿Qué hay de menú? ¿Lo has echo tú? (preguntó a la abuela) - "No. Espero que nos sorprenda" - Tendré que abrir dos latas de fabada asturiana. No pensaba tener invitadaSSSSSS (recalqué) - Jejejejejejeje Se que en el fondo te alegras de verme. - Debe ser muuuuuuuuuy en el fondo.
.
La abuela va a preparar croquetas en cantidades industriales porque están viniendo multitud de periodistas extranjeros y nacionales, que no quieren perderse el acontecimiento judicial del año: el paseíllo de la Infanta. Blas el parado le ha dicho a la abuela que tendrá que pasar dos días enteros en el sitio que ha elegido para vender las croquetas. Lo tiene confirmado con la policía pero no podrá moverse del sitio (esos días llevará pañales) porque ya se sabe que camarón que se duerme, se lo lleva la corriente. - ¿Y yo qué? - "¡Tú sabrás! No seré yo quién te diga cómo tienes que gestionar el negocio. Piensa que ahora tengo una categoría social y no puedo mancharla. Eso sí, cuando quites una cartera fíjate bien que el dueño ya le haya pagado a Blas" - ¡Estoy de Blas hasta las narices!

Mientras tomábamos el café y el chinchón ha salido a relucir el tema de las prospecciones - "¡Ya veréis. Acabarán tirándome la Torre del Paseo Marítimo con las vibraciones!" - No creo que lo hagan. - ¿Todavía no sabes quienes son los Reyes, verdad? (dijo con sorna la vecina) - ¡Claro que lo sé: Melchor, Gaspar y Baltasar. Parece usted tonta. - Las dos viejas soltaron un suspiro a la vez - "De dónde no hay no se puede sacar... ¿No te has enterado de que ha empezado el juego: tuya-mía, mía-tuya? A este paso no solo se cargarán mi Torre sino el Marítimo entero. El mar se alzará y reclamará lo que era suyo y lo que es peor, manadas de delfines y ballenas quedan varadas en la orilla, al pie de las murallas... Ay, Dios mío ¿por qué no nos libras de políticos? Pónme otro chinchón, a ver si se me pasa el disgusto" - He oído que eso lo empezó Zapatero... No debía tener otra cosa mejor que hacer ese día... Claro, como en su pueblo no hay mar. - "Y estos se verán "obligados" a terminar lo que empezó el otro... Dame otra copa a mi que me estoy poniendo de mal humor. - "Ya que estás, pónme otra" - He tenido que ponerme yo también porque, al paso que van, no quedará ni gota y no lo habré probado. Noté que "alguien" reptaba dentro del escote y disimuladamente, metí un dedo bien mojado en chinchón. Dos segundos después Pascualita pasó, de reptar a tener un ataque de hipo, silencioso, eso sí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario