martes, 7 de enero de 2014

¡Aaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyy! Ayer no pude ni sentarme un ratito. ¡Que alegría que se hayan terminado las fiestaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas! Santa Rutina, ora pronovisssssssss. ¡Por Dios, que hartón de Navidades! Y encima sin Reyes porque, aunque les escribí una carta larguísima y se la entregué en mano a uno de los pajes, que estaba buenísimo, se ve que el jodío se olvidó de ponerla con las otras ¡y no me ha llegado nada!...¿O será que la Cotilla se ha levantado antes que yo y ... (¡No quiero ni pensarlo!) ... se ha quedado... (¡No, no. No debo pensar mal) ... con mis regalos ¡¡¡COTILLAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

La vecina no estaba en casa. A media mañana ha venido Blas el Parado, más contento que unas Pascuas pero se ha quedado mohíno al saber que la abuela sigue de viaje de bodas. - ¡No fastidies! Ahora que se me presenta una oportunidad única, no está... - Si puedo ayudarte en algo, dímelo. - Voy a necesitar muchas croquetas para el día 8 de marzo y quién sabe si algunos días más. - Puedo intentar hacerlas yo... - ¡No, gracias!... ¿Para esa fecha ya habrán terminado el viaje, no? - Ah, no sé. Como ahora es rica...... - Tendrá ganas de verte. - ¿A mí? ¡No caerá esa breva!... ¿Y qué pasa ese día? - Que habrá mucha gente a las puertas del Juzgado y las croquetas se venderían como rosquillas... - ¿? - La Infanta vendrá a declarar y... - Pero ¿qué dices, alma de cántaro? Los Inocentes son en diciembre. - Lo ha dicho el juez Castro. - Ah, siendo así... ¡No me lo puedo creer!

A la hora de comer la Cotilla y yo hemos ido al comedor social. Preferimos eso que comer nuestros guisos. Después, en casa, tomando café, le he dicho a bocajarro - ¿Y mis Reyes? - Los he vendido y me he comprado un abrigo y unas botas en la tienda del señor Li. - ¡¿Qué?! ¿Y se queda tan pancha? - Claro. Ahora tienes una abuela rica. - ¡La madre que la parió, Cotilla! ¡Eran mis Reyes! - Tu abuela tiene razón ¡Eres una egoista!

Llamaron al timbre. - Traigo una carta de tu abuela (dijo el cartero) - ¿Qué pasa? ¿No sabes lo que es un buzón? - Es que así, de paso, puedo saludar a mi tio bisabuelo - ¡Que no es tu tío, atontao! - Vaya humos que te gastas. - ¡Los que me da la gana! - En su carta abuela decía: "Andresito sigue sin encontrarse los atributos masculinos. Si lo llego a saber no me gasto una fortuna en viagras ¡Hombres! Siempre dando la nota... Se pasa todo el día hablando con los pingüinos ¿te imaginas? Yo pensé que estando en la Antartida, por aquello del frío, lo tendría todo el tiempo pegado a mi pero, que va, cuando no está con los pingüinos, está junto a la chimenea... He logrado que adelantemos el viaje. Nos vamos a las Bermudas. Ya sabes. Donde está el famoso Triángulo."

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