martes, 10 de diciembre de 2013

Si ayer la abuela estaba nerviosa, ahora no hay quién la aguante. Se ha pasado la mañana llenando y vaciando la maleta que se llevará a Ciudadela e intentando meter a Pascualita en el termo de los chinos. La pobre sirena ya tiene escoceduras en los michelines. - Abuela ¿no ves que no cabe? - "Pues tiene que entrar" - Ha habido un momento en que ha parecido que se le ha encendido la bombilla y ha ido al cuarto de baño para regresar con una pastilla de jabón en las manos. - "No si me hablaras tanto ya tendría el problema resuelto ¡Cállate ya!" - Mojó la pastilla y cuando empezó a echar espuma, quiso embadurnar a Pascualita - "Como se hace con un anillo que no quiere entrar en el dedo" - Le di un manotazo al jabón y salió disparado por la ventana a la calle. - ¡¡¡La vas a mataaaaaaaaaar!!!

Dos minutos después llamaron, insistentemente, a la puerta - ¡Abran a la policía o tiramos la puerta abajo! - La abuela salió echa una furia - "¡Ya no hay más aguinaldos!" (les gritó) - Sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, dos policías nacionales entraron hasta el comedor - ¿Dónde está la víctima? - "¿A cuál se refiere?" - Sorprendidos por la pregunta, empuñaron las pistolas como en las películas de la tele. - "Aaaaaaaayyyyyyyy, que emoción! Están buenísimos" (dijo mirándome. Y yo ya me veía teniendo que elegir al candidato a padre de mi futuro hijo) Pero la abuela, que es muy práctica, dijo: - "No vayas con remilgos que se te está pasando el arroz. Cualquiera es bueno"

Afortunadamente, Pascualita estaba a buen recaudo en el bolsillo de mi blusa, sobre el corazón. - ¿A cuánta gente tenéis presa? ¿Sois una mafia? ¡Vamos, vamos, que no tenemos todo el día! ¿Os dedicáis a la extorsión? ¡Pues se os ha caído el pelo! - La abuela me comentó _ "¿Tú los entiendes?" - ¡¡¡¿Qué dónde están las víctimas, coño?! - "En la cocina... ¿Qué pasa? ¿No los puedo matar? ¡Dichosos Pinochos. Siempre poniendo trabas a todo!"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! - La Cotilla venía hablando por el pasillo - ¡Traigo otro para que te  lo cargues! ¡Otro sobresueldo para turrones! - De pronto se vio encañonada y obligada a tirarse al suelo. -¡Tírese usted! A ver si se me va a escapar el pavo. - Efectivamente. En la cocina había dos pavos esperando su última hora y la Cotilla traía otro. Algunas vecinas preferían comprarlos vivos y la abuela y la Cotilla se encargaban de matarlos, desplumarlos y limpiarlos. Y se sacaban unos euros extras para estas fiestas.

Con la mente echa un lío, los policías enseñaron el jabón - Esto ha caído de este piso. - "Sí. Lo ha tirado la lumbreras de mi nieta" - Y hemos oído gritos de "la vas a matar" ¿por qué? - "Es que uno de los pavos, es pava" - Ya, pero no era una pregunta lo que hemos oído sino una afirmación. - "Mi nieta no fue nunca fue bien en el colegio, señor policía y confunde los términos..." - La Cotilla terció - ¡No saben ustedes la cruz que tiene con ella!

Me estaban sacando de quicio y mi respiración se agitó hasta hacerme jadear. Las hubiera estrangulado allí mismo. Con el vaivén del pecho Pascualita se mareó e intentó salir del bolsillo haciendo fuerza con la cola pero se encontraba estrecha y no podía. Uno de los guardias se fijó en aquel movimiento que él encontró erótico a más no poder. En unos segundos empezó a babear mientras los ojos le hacían chirivitas - ¡Mira, mira! (le dijo a su compañero, dándole un codazo) - "Jajajajajaja Mi nieta es tonta pero graciosa. Trabaja en un circo y le encanta quedarse con la gente... ¿Quiere un chinchón, joven?... ¿está casado? ¿Sí? Oh, es un pequeño detalle sin importancia jejejejeje... Pase a la salita y mi nieta le servirá una copita. Y usted, si ha terminado su trabajo, puede irse" - Pero se fueron los dos, claro. - "Que desaborido es el jefe éste. Ahora que casi teníamos arreglado lo del bisnieto..."

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