martes, 24 de diciembre de 2013

- "¡¡¡Ande, ande, andeeeeeeeeee, la marimorenaaaaaaaaaaaaa, ande, ande, andeeeeeeeeeeee que es la Nochebuenaaaaaaaaaaaaa!!!" - ¡Abuela, para yaaaaaaa, que me tienes loca con tanto villancico! - "¡¡¡Arre borriquitoooooo, arre burro, arreeeeee, anda más de prisa que llegamos taaaaaaaaarde!!!" - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué le pasa a tu abuela? se la oye desde la esquina. - Está así desde que se ha levantado. - ¿Ya ha empezado con el chinchón? - Que yo sepa, no... pero nunca se sabe.

- "¡Pero que par de sosas! ¡¡¡Alegría, alegría, que estamos en Navidad!!!" - ¿Alegría? (dijo la Cotilla) ¿con lo poco que falta para que nos suban otra vez la luz? - Los ricos no se enteran de esas cosas (dije yo, envidiosa) y como ella lo será dentro de poco... - "Os corroe la envídia jejejejejeje y eso que no os he contado lo de la cuchara de plata" - ¿Qué cuchara? - "Una que tengo de mi bisabuelo" - Vaya novedad. Mucha gente tiene cucharas de plata en su casa. Yo, sin ir más lejos, he encontrado muchas en las bolsas de basura de los contenedores... Tengo una colección. Lo malo es que no puedo comer con ninguna de ellas. - ¿Por qué? (pregunté intrigada) - Porque como aquí y no en mi casa (dijo tan pancha) - Eso tiene fácil arreglo, Cotilla. Quédese a comer allí y nosotras estaremos más anchas. - ¿Pero tu has visto que poco espíritu navideño tiene la boba de Coria de tu nieta? - "No te esfuerces que no tiene arreglo"

La abuela ha montado el Belén y el Árbol y, como todos los años, ha puesto al Niño Jesús más horroroso que se pueda imaginar: ¡Pascualita!. Le ha puesto una especie de saco con tirantes para que no se le vea la cola de pez y está tan pancha tumbada en el pesebre. Es que la abuela tiene mano de santo con el bicho ese.

- Bueno ¿qué pasa con la dichosa cuchara? - "Que es del año en que se dieron las primeras ¡Tengo un trozo de Historia de Menorca en casa!" - ¿Y cuánto vale? - "Creo que nada... ¿por qué?" - Podrías dejármela y se la llevaré a que me la valore un joyero que a veces me compra cosas. Si me paga bien no me costará tanto subir la cuesta de Enero. - ¿Cómo que si me paga? ¡La cuchara es nuestra, tía crápula! - "¡Mía! querrás decir. Y saldrá de ésta casa conmigo cuando me case."

 Muy orgullosa, se apartó de nosotras y empezó a tararear: "Tengo un tesoro... tengo un tesorooooooo" - ¡Ya está bien, abuela. Cállate! - "Ahora mismo, cariño ¡¡¡La Nochebuena se viene, la Nochebuena se vaaaaaaaaa y nosotros nos iremos y no volveremos máááááááááááááásssssssssssssss!!!" - ¿A dónde te vas a ir? (preguntó, ingenua la Cotilla) - Y la abuela le salió por sevillanas: ¡¡¡Tengo una Torreeeeeeeeeeeee, tengo una  Torreeeeeeeee, en el Paseo Marítimo. Olé, mi madreeeeeeeeeeeeeeeee!!!

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