miércoles, 13 de noviembre de 2013

La abuela me cuenta que tuvo una trifulca con Andresito ayer noche en El Funeral - "¿Te puedes creer que me dijo, delante de todos nuestros amigos, que le hacía mucha ilusión que le llevara todos los días el desayuno a la cama cuando nos casemos?" - ¡¿En serio?! - "Como te lo cuento. Si en ese momento me pincha, no me sale sangre" - Este no sabe con quien se juega los cuartos ¿eh, abuela? - "Ahora ya sí. Le canté las cuarenta sin pestañear siquiera" - La abuela cogió a la sirena y la puso sobre Pepe para que le prestara atención. - "¡Nunca le des un dedo a un sireno porque te cojera la mano y el resto del cuerpo! Si quiere una criada, que se la pague"

- Pobre Andresito... Es un novio ilusionado... - "Y yo una novia que no me chupo el dedo" - ¿Cómo quedó la cosa? - "Bastante bien. Será él quién me traiga el desayuno a mí" - ¡Abuela, eres única! jajajajajaja - Después se quedó mirando fijamente a Pepe - "Me gustaría saber quién fue. Seguro que un machista al que tuvieron que ponerle las peras a cuartos... ¿Por qué sino se ensañaron con él hasta dejarle la cabeza del tamaño de un llavero? ... Debió casarse con la hija del Jefe de la tribu y en cuanto le tocó un pelo con malas intenciones, el padre se lo cargó" - ¿No habías dicho que, posiblemente, fuera un misionero...? - "Sería un misionero anglicano. De los que pueden casarse. Y se casó con hija del Jefe de la tribu a la que fue a evangelizar y en cuanto le tocó un pelo con malas intenciones..." - Ya sé. El suegro se lo cargó. Pero también dijiste que podría haber sido un aventurero que... - En cuanto vi que iba a abrir la boca, la paré - ¡Que sí, que sí! Ya me sé la historia de la hija del Jefe.

- ¡Afemafiapufifimaaaaaaaaaaaaaaaaa! - ¿Que ha dicho? jajajajajaja - La Cotilla aún no podía hablar bien y a mi me daba la risa - ¡¡¡Tu fiefa ef tonta de refáteeeeeee!!! - ¡Que graciosaaaaaaaa! - La vecina traía un periódico con la noticia del libro, escrito por una italiana, sobre el comportamiento humilde que debe tener la mujer frente a su marido. - ¡Fira que ifidiota ef la fía efta! - La abuela le echó un vistazo y luego tiró el periódico por el balcón - "¿Cómo se puede ser tan burra por muy italiana que sea? dice que hay que complacer en todo al marido. Hay que decir amén a sus calaveradas. Y ponerse de punta en blanco para recibirle cuando llega del trabajo ¡como si nosotras no trabajáramos! Lo que no especifica es si hay que esperarle con las pantuflas del señorito en la boca. ¿Pero cuándo ha nacido ésta loca? ¿En la Edad de Piedra? " - Llamaron a la puerta y la abuela fue a abrir. Era el Municipal que subía enfadado porque le había caído, desde nuestra casa, un periódico en la cabeza. - "¿Y a qué viene este enfado, a qué no te lo he leído? ¡¡¡Que te lo lea tu padre!!! ¡Hombre tenías que ser! - Mientras Bedulio bajaba las escaleras de cuatro en cuatro, la Cotilla dijo: - ¿Bfindamos forque laf muferes no le fagan cafo a fa fonta efa? - "¡¡¡Mujeres, manda a esta tía a tomar viento!!!" - Pascualita, que es "mujer" también tuvo su ración de chinchón

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