jueves, 21 de noviembre de 2013

A mediodía ha venido el Municipal muy enfadado diciendo que habíamos abusado de él el día anterior. - "Ni que fueras una dulce y delicada palomita que no sabe nada de la vida." - Hicieron conmigo lo que quisieron cuando mi cerebro se llenó de vapores etílicos. - "Es extraño que no te acuerdes, pajarito" - Me han dicho que vine con una denuncia... ¿es verdad? - "¿Una denuncia? pero si aún no te habíamos echo nada. - Bedulio miró a la abuela con ojos desorbitados -¿Qué...  qué me hicieron? - " jajajajajaja Una señora no puede hablar de ciertas intimidades con un desconocido... ¿o no eres ya tan desconocido?"

Yo disfrutaba viéndole sudar la gota gorda. Ante su estupor, ataqué - ¡Ay! mi comandante... me tiene loquita... - ¿De verdad? - y empezó a mirarme con ojos de borrego a medio degollar - Nunca había visto disfrutar tanto a la Cotilla... Suspiraba y volvía a suspirar. Con lo que le ponen a ella los uniformes... y las pistolas. - Si le hubiese mordido una cobra egipcia tope venenosa no hubiese sudado tanto. Ya no le hacían chiribitas los ojos. Ahora estaba horrorizado. - ¡¿La Cotilla?!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¡Hombre, Bedulio, que bien te portaste ayer. Eres un tío con toda la barba! ¡¡¡Dame un abrazo!!! - ¡Aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh No se me arrime! No estaba en mis cabales. - Ya lo creo que lo estabas. Y contento. Nunca lo olvidaré. - ¡¡¡No puede ser!!! - ¿Qué le pasa a éste? - "Parece que quiere volver atrás lo de la denuncia (cuchicheó la abuela al oído de su amiga) y nos estamos riendo a su costa) - Entonces la Cotilla, siguiéndonos la corriente, se contoneó delante de él y con voz ronca le dijo - Nadie me había hecho un regalo de amor como el tuyo, Bedulio... Aaaayyyyy... - ¿Yooooooooo? ¡Todo es mentira! - No te avergüences ahora de ser tan hombre. A lo echo, pecho. - Tengo que salir de aquí ¡tengo que salir de aquí! - Antes de irte, bésame. Ayer no llevaba la dentadura y hoy sí, así veremos la diferencia de sabores. - ¡¡¡¿Qué!!! ¡Me mueroooooooooooo! - ¡Oh, Romeo, mi Romeo! Tómame. Soy tu dulce Julieta - ¡La madre que la parió!

- "Creo que tardaremos un tiempo en volver a verlo jajajajajajaja" -  De buena me he librado. Mirad lo que dice el periódico que he cogido del bar: En Puigcerdá una vecina denunció a otra, que es pianista, porque le molestaba el ruido que hacía cuando ensayaba ¡Las hay picajosas, como las que me han denunciado a mí! Y el fiscal (otro que tal baila) le ha pedido siete años y medio de prisión y 4 de inhabilitación. Y encima tiene el piso insonorizado... Claro que habrá que oírla tocar. En cambio yo, tengo un don especial para la música ¡Y van y me multan! - Entonces Pascualita empezó a dar saltos en la pila bautismal y la Cotilla palideció - ¡Y ese ruído!... ¿Tú abuelito? - Me temo que sí... ¿Va a volver a tocar? - ¿Crees que le gustará (preguntó inquieta) -  "Desde que es fantasma odia la música" - Entonces mejor nos tomamos un chinchón. - "Sí. Mejor"


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