sábado, 30 de noviembre de 2013

Mientras desayunábamos la abuela ha comentado que han cerrado Canal 9 - ¿Qué es eso? (le he preguntado) - "La televisión valenciana" - ¿Tenían de eso en Valencia? - Por toda respuesta me ha tirado una magdalena a la cara. - "No estoy para bromas. Justo ahora de Andresito está potable dice que no puedo tocarlo hasta que todo haya vuelto a su tamaño normal ¿Te lo puedes creer? ¡Es una nenaza!" - Le debe doler horrores ¿Has visto como anda? - "Sí. Como un pato mareado ¿Y qué? en su vida soñó hacerle la competencia al caballo de Espartero y ahora no es capaz de aprovecharlo. Ya le he dicho que me voy a tener que pensar lo de la boda..." - ¡Abuela. Ni se te ocurra! Piensa en la Torre del Paseo Marítimo.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! Se acabó el Canal 9 - "¿Sabes que mi nieta no sabe que es?" - No me extraña nada ¡Que cruz tienes con ella... ¿Te acuerdas de Tómbola? - ¡Claro! La cantaba Marisol. - ¡Y tú abuelo! -(Me quedé de piedra)... El abuelito no pudo cantarla porque le disteis matarile muchos años antes. - ¡Ni lo mientes. A ver si te va a oír y nos monta un pollo! ... Me refiero a ese programa que empezaron a "amenizar" los mayores impresentables del periodismo, al que se fueron sumando famosillos de medio pelo para poner a caer de un burro a quien se les ponía a tiro. Y que hizo escuela. Una de sus alumnas más aplicadas es la Esteban... - ¡Ah, sí! ¡Tómbola, claro!... ¿No habían cerrado ya esa tele? - ¡¡¡Que noooooooooo!!! - Pues aquí hace tiempo que no se veía... - ¡¡¡Que siiiiiiiiiiiii!!!

Tomando el café reanudamos la conversación, a falta de algo mejor que hacer. - ¿Y qué excusa han puesto para cerrar esa tele?... ¡Ah, ya sé! LA HERENCIA RECIBIDA jajajajajaja. - "Aunque te parezca mentira, no han dicho nada de eso" - ¿No? Pero si es su latiguillo para tapar errores propios... Que raro. - "De raro nada, porque los que les pasaron la herencia ¡eran de los suyos!"  - ¿Brindamos por eso? - La Cotilla atrapa las oportunidades al vuelo.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Últimamente mi casa parece la plaza Mayor en hora punta. Cuando no está llena de vecinos, bomberos o geos, se llena de personajes con bata blanca que cuando les abres la puerta dicen ¡Sanidad! y se meten hasta el corral. - ¡Eh, oigan! ¿Qué quieren? - Tenemos que inspeccionar esta casa de arriba abajo hasta encontrar el bicho antidiluviano que ha mordido a unos pacíficos ciudadanos que vinieron de visita.

¿De qué hablaban ¿Hay un dinosario bajo mi cama? ¿Cuándo han venido los vecinos de visita? (la Cotilla no cuenta) - Llamaré al Municipal para que los detenga por allanamiento de morada. - Yo que usted no lo haría, forastera. Nos manda un juez. En esta casa hay "algo" muy perjudicial para la salud...

La abuela llegó del mercado cargada con el carrito de la compra y la nariz chorreando como un grifo abierto - "¡¿Por qué no me tocará la Primitiva?! ¡Quiero ir al Caribeeeeeeeeeeeee!" - Se calló al sentirse observada por ojos ajenos. - "¿Estos quienes son?" - La abuela y yo nos encerramos en la cocina y mientras nos tomábamos un café calentito, la puse al corriente. De repente, Pascualita saltó a la mesa. - "¡No puedes estar aquí!" - La cogió para devolverla al agua pero se fijó en la pequeña jaula que había traído la Cotilla unos días atrás. - ¡No la metas ahí que cogerá todos los males! - "Si la encuentran en la pila verán que es un animal acuático, en cambio en la jaula no sabrán qué es" - ¡Avemaríapurísimaaaaaaaaaa! ¿Y estos? - "Han venido por lo de los mordiscos" - ¿Ya les has dicho que a los fantasmas no se les ve? - "No. Para unos que tienen trabajo... Dejémosles que disfruten"

- Está el clero que no levanta cabeza - "¿Tampoco llegan a fin de mes?" - Debí hacerle caso a mi madre cuando me decía: En vez de trapichear ¡estudia!. Ahora los 200.000 euros sería míos porque no he discurrido rápido y se ha forrado. - "¿Quién? - El cura de Borja. - ¿Un niño pijo? -¡El pueblo del Ecce Homo desbaratado! El cura se ha llevado las ganancias de ese bodrio. - "¡No fastidies!"

Oímos voces sobresaltadas. Los de Sanidad acababan de descubrir a Pascualita. La pobre estaba tan asustadas que los amenazaba sacando su dentadura de tiburón a pasear. La abuela se enfrentó a ellos. - "¡Dejad al pajarito tranquilo!" - ¿Pajarito? Es raro... - "Es exótico. Como el Ecce Homo de Borja" - En cuanto sacó el tema se produjo una discusión. Unos estaban a favor, otros en contra y todos se soliviantaron cuando la Cotilla, bajando la voz en plan misterioso, contó la faena del cura. Mientras tanto llegó Andresito y la abuela vio el cielo abierto. Cogió a Pascualita y estrechándose provocativamente contra su novio, deslizó a la sirena en uno de los bolsillos de su pantalón. Los de Sanidad se daban codazos unos a otros ¡Mirad, mirad, a la vieja... jajajajajaja!

La abuela, cariñosa, hizo sentar a Andresito y le sirvió un café. Debió hacer un movimiento que espachurró a Pascualita y la pobre, que ya estaba nerviosa, no necesitó más excusa para clavar los dientes en las partes blandas de mi pobre futuro bisabuelito. - Los gritos y carreras, impropios de su edad, dejaron boquiabiertos a los sanitarios que, al reaccionar, les costó Dios y ayuda detenerle. Para entonces todo había aumentado de tamaño. No podía andar. Y los pantalones le quedaron tan estrechos que se le soltaron las costuras. No habían visto nada igual. Una pareja de sanitarios se recriminaron su vida sexual: - ¡Nunca te has puesto así conmigo! - ¡Ni tu te has rozado así conmigo! - La abuela, muy pancha, le comentó - "Son cosas que se aprenden con la edad, pipiolos"

jueves, 28 de noviembre de 2013

Menudo jaleo se montó ayer en casa. Toda la culpa fue de los Geos porque estaban tan buenos, o eso me parecieron, con ese traje, el pedazo de pecho que les hace el chaleco antibalas; el casco que no deja verles la cara y tu le pones la que quieras. Por ejemplo, al que me cayó encima me lo imaginé como Bratt Pitt. Cuando más tarde se lo conté a la abuela, no le gustó como padre de su bisnieto. Lo ve "poco hecho". Ella prefiere a Kird Douglas y la Cotilla a Charlston Heston. Dicen que son "más hombres" y que no les importaría que el bisnieto saliese con la cara de uno de esos actores.

En cuanto al bisnieto, hice todo lo que pude pero no hubo suerte. Y eso que las dos locas se lanzaron sobre nosotros, en cuanto vieron al policía sobre mi, para que el pobre no pudiera escapar sin haber cumplido conmigo. Cuanto más tiraban sus compañeros para sacarlo de la melé en la que estaba, más empujaban ellas hacia abajo. Acabé asfixiada. Me puse azul como si fuese un avatar, aunque uno de los enfermeros de la UCI móvil que vinieron a atenderme, dijera que parecía un Pitufo.

El caso fue que todos gritábamos. Al estar abierta la puerta de la calle entraron los vecinos de la escalera a chismorrear. Viendo el montón de gente apilada en el comedor, no supieron qué hacer porque, como dijo uno: - Veíamos brazos y piernas pero no sabíamos a quién correspondían y claro, no íbamos a ponernos a tirar a tontas y a locas. - ¡Tontas y locas son las que yo tenía encima! (gritaba "mí" geo entre bocanada y bocanada del oxígeno que tuvieron que  ponerle)

Y para rematar la faena, al del 6º derecha, se le ocurrió meter la mano en la pila bautismal. Y pagó el pato. Pascualita estaba excitada por los gritos y por ver a su amiga pataleando en el montón de gente. Así que, en cuanto la mano toco el agua recibió un mordisco de los que hacen época. Al oír el alarido, los policías reaccionaron rápido pero cuando lograron deshacerse Pascualita ya había mordido a dos vecinos más. Menos mal que saltó hacia las cortinas y se escondió.

El personal, viendo que todo había acabado, fue desfilando para sus casas y la ambulancia hacia el hospital con los vecinos heridos porque los médicos querían investigar la procedencia de aquellos pequeños y dolorosísimos mordiscos. Debido a los recortes en Sanidad, los vecinos tendrán que pasarse una semana acostados en un pasillo pero como están en paro y no tienen nada mejor que hacer, aún les servirá de distracción. Eso sí, pusieron el grito en el cielo al saber que tendrán que pagarse las botellas de agua. Decían algo malsonante contra los Pinochos aunque, con tanto jaleo, no lo entendí bien.

La Cotilla y la abuela, en plan anfitrionas, despidieron a los geos en el rellano de la escalera. Y al último la Cotilla le dio un montón de céntimos (sacados de los cepillos de las iglesias) - Tenga, el aguinaldo para que se lo repartan entre todos, buen hombre. ¡Y feliz Navidad! - Más tarde, tomando unos chinchones, la abuela le dijo a su amiga - "Cotilla, me ha gustado tu detalle del aguinaldo" - ¿Brindamos por eso?

miércoles, 27 de noviembre de 2013

- Abuela, creo que tendríamos que cambiar de táctica con las sombras. Pasemos de ellas olímpicamente - "La cuestión es ¿pasarán ellas de nosotras?" - Hasta ahora lo han echo. Y podríamos llevar al egipcio a casa de la Momia, total el sarcófago está allí. - "No pienso tocar ninguna sombra.. Mira, ahí tienes al fraile. Tíralo por el balcón a ver si deja de asustar a Pascualita de una vez" - Quisiera saber de dónde salió la dichosa pila bautismal.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaa! No os podéis hacer una idea de la cantidad de trabajos que han sido arrinconados por el progreso. ¡Maldita sea, con el paro que hay! La culpa la tiene las máquinas y los que las inventaron... Hubo uno muy exclusivo que requería poco esfuerzo y podría haberlo echo yo misma - "¿De qué era?" - De limpia-culos real. - ¡¿Mande?! - La invención de la imprenta es relativamente actual si lo comparamos con la Historia. Por lo tanto no había periódicos como ahora y no os digo ya nada del papel higiénico, por eso el Rey tenía quién lo limpiara después de haber usado el excusado. - Echeme el aliento, Cotilla. - "¿Huele a licor?" - No, pero se habrá dado un golpe en la cabeza.

- Dicen que los nobles se pegaban por conseguir este trabajo. - Jajajajajajaja ¡Seguro! Eso lo haría un esclavo. - ¡Que no! Era un honor... - "Un poco pestilente jajajajajajajaja" - ¿Lo dice en serio?... Ahora entiendo lo de la guillotina. - ¿Por qué? Pues yo lo haría si me pagaran bien... Por cierto ¿qué comeremos hoy! - ¡¡¡Cotilla!!!

Mientras la abuela trajinaba en la cocina, me puse a perseguir al fraile. Pascualita no levantaba cabeza desde que llegó y se planto junto a la pila bautismal como un guardian. Coger una sombra es más difícil de lo que parece. Es escurridiza. Se cuela por las rendijas de las puertas y aparece a tu espalda cuando menos te lo esperas. También se sube por las paredes y se refugia en los rincones más inverosímiles. No podía cogerla hasta que pensé en la pecera y con ella la atrapé cuando puse su boca encima de la sombra y se metió dentro cayendo en una trampa transparente.

Pascualita, miraba asombrada mis idas y venidas y finalmente sacó  a pasear sus dientes de tiburón mientras con sus deditos hacía la señal de OK. - Cotilla ¿dónde encontró este chisme? (no podía decir pila bautismal porque nos denunciaría a la policía) - ¡Huy, ya no me acuerdo! - Haga memoria. Es urgente. - Ah, si es así... dame una copita de chinchón para ver si me inspiro. - Media botella más tarde seguía sin acordarse.

Mientras comíamos salió el Pinocho Mayor del Reino en la tele ¡a contarnos un chiste! Debe ser porque se acerca la Navidad pero el hombre, aunque parece soso, estuvo sembrao. Solo le faltó decir: ¿Saben aquel que diu...? ¡Este año no se ha perdido ningún puesto de trabajo en España! jajajajajaja ¡Nos partíamos de risa! No nos lo esperábamos porque siempre sale muy serio pero es que es como Eugenio, serio como una patata y luego no podías parar de reír. Bueno pues, con éste igual... jajajajajaajajaja ¡Ay, es que cada vez que me acuerdo... jajajajajaja ...


martes, 26 de noviembre de 2013

¡Ojalá hubiera entrado ésta noche un ladrón en casa y se hubiese llevado las sombras! Pero esta mañana aún estaban. Bien temprano sonó el timbre de la puerta. Lo hizo varias veces y cada vez con más insistencia mientras la abuela y yo nos jugábamos a los chinos quién iba a abrir. Me tocó a mi y fui gritando hasta la puerta, para quitarme el susto de encima - ¡¡¡¿No te da vergüenza que tenga que ir yo? Tengo toda la vida por delante y quieres que me la juegue. Egoístaaaaaaaaaaaaaa!!!

Bedulio, con los ojos desorbitados, estaba en el rellano. - ¿Por... por qué gritas a éstas horas? - Cosas mías. Pasa, pasa. - Vengo a llevarme un sarcófago egipcio que tenéis aquí. - ¡¡¡Abuelaaaaaaaaaaa. El Municipal dice no sé qué de un sarcófago!!! jajajajajaja

- "Bedulio  ¡qué sorpresa!" - Me extraña porque se ha enterado todo el barrio... Sáquelo que me lo llevo y a usted también. - "¿Me llevas? ¡Que ilusión! ¡Me rapta un hombre! Eres un romántico... ¿por qué no se le ocurrirán estas cosas a mi Andresito?" - La detengo por robar una pieza antigua muy valiosa. - "Yo no he sido" - Las cámaras de seguridad del Museo la grabaron. - "No era yo" - Sí. Se la ve claramente. - "Te digo que no. Es tu palabra contra la mía" - ¿Cómo puede mentir tanto? - "Porque oigo hacerlo todos los días a los políticos y no les pasa nada" - Saque el sarcófago y vámon... ¡Hay una sombra en la pared!.... No empecemos con los jueguecitos que llamo a los Geos .- "¡Mira, Bedulio. Ahí va una ¡El fraile!" - El pobre hombre empezó a perder la compostura mientras las sombras danzaban por las paredes.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Aún están aquí? - ¿Usted también las ve? preguntó, desencajado el Municipal. - Vi como la sombra se acercaba a la pila bautismal y corrí a coger a Pascualita. La pobre no las tenía todas consigo y se escondía bajo las algas. Me puse el guante de acero porque la vi nerviosa. Me mordió varias veces hasta conseguír meterla en el bolsillo del delantal. El Fraile parecía hacer guardia ante la pila, en cambio el egipcio no para que correr arriba y abajo de las paredes. Bedulio llamó al cuartel - ¡¡¡Sí, los Geos, los Geos. Es una emergencia!!! - ¿Quieres un chinchón, amigo? - ¡Lo que quiero es irme de aquí! - Entonces se fijó en que mi delantal no paraba de moverse - ¡¿Qué tienes ahí?! gritó despavorido - La Cotilla, que no puede estar callada, dijo mientras alguien aporreaba la puerta - Al jodío de su abuelito. - Y Pascualita saltó... a la cara del primer geo que entró en el comedor... Aún me dura el susto. La casa se llenó de tiarrones vestidos de Robocop, apuntándonos con sus armas ¡Que escena más estimulante! Lástima de no haber tenido a mano la cámara de fotos. Y cuando uno vio como le quedó la cara a su compañero después de que yo tirara de Pascualita con todas mis fuerzas, me hizo una llave de judo y quedó sobre mi en el suelo. Entonces la abuela gritó - "¡¡¡Aprovecha ahora para hacer al bisnietooooooooooooo, boba de Coria!!!

lunes, 25 de noviembre de 2013

La abuela se ha comprado un orinal en la tienda de los chinos del señor Li porque dice que mientras se paseen sombras extrañas por las paredes de casa, no piensa salir de su cuarto durante la noche.

En el desayuno no me ha costado nada convencerla de que debemos deshacernos del  sarcófago. No me ha costado porque ella ya estaba decidida. Una cosa son los fantasmas y ánimas en pena inventados y otras los reales. Pascualita ha saltado a la mesa, ha reptado hasta Pepe y se ha agarrado a él como si fuera una tabla de salvación. - Yo diría que la sirena tiene miedo. - "¡Que va! Se habrá levantado cariñosa esta mañana... Tal vez esté en celo" - ¿Otra vez? - "Mira como se agarra. Lástima que Pepe ya ni sufre ni padece porque se podrían dar un buen lote estos dos" - ¡¡¡Abuelaaaaaa!!!

El caso es que Pascualita no quiso comer nada de lo que le ofrecimos: ni magdalena migada en café con leche, ni pan tostado con aceite mojado en cola cao. Nada. Seguía junto a Pepe mirándonos con expresión de desamparo. - A ésta le pasa algo y no es sexual. - "Fíjate, la pared que está junto a la pila bautismal, está rascada... Parecen las huellas de sus dientes" - ¿Habrá querido morder a las sombras?... Luego iré yo también a la tienda del señor Li a comprarme un orinal porque no quiero saber nada del akelarre que se montan aquí los fantasmas durante la noche. - Mientras se me ponía el vello de punta, la abuela se levantó de un salto y telefoneó a la Momia. La oí gritar: "¡Ven a buscarlo o lo quemo!"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! A partir de hoy voy a mentir como una bellaca. - ¿Más aún? -Mucho más. Y con desparpajo. Nuestro Pinocho particular lo hizo y no se hundió la isla.- "Mejor dedícate a otra cosa. Aún eres muy inocente para estas cosas"

La Momia se presentó con el chófer. Antes de llevarse el sarcófago quería verlo con detenimiento y sobre todo quería saber si cabría en él. Cuando lo vio quedó boquiabierta. - ¡Es precioso! ¡Qué dibujos! ¡Qué trabajo más fino! ¡Mirad, es de mi talla! ¡Me lo llevaría puesto! ¿Quienes son estos personajes? - "Los dioses que velarán por ti" - soltó muy convencida la abuela. Pero perdió la compostura cuando le susurré - Velaban por el verdadero dueño. - "¡Venga, llévatelo que tengo que hacer la comida y no puedo estar aquí de cháchara toda la mañana!" - Cuando el chófer, que tenía que transportarlo, se dio cuenta de lo que era, se negó en redondo - ¡Yo no cojo un ataúd, que trae mal fario!

Después de mucho tira y afloja, el hombre acabó cediendo cuando la Momia le amenazó con mandarlo a la cola del paro. Con la cara desencajada y llevandolo lo más lejos posible de su cuerpo, emprendió el camino hacia la escalera. De repente mi futura bisabuelita se paró en seco: ¿Y las vendas? ¿dónde están? Porque si no me vendan no haré juego con el sarcófago y a mi siempre me ha gustado ir conjuntada. - La abuela, que se estaba poniendo histérica, le replicó que de vendas no sabía nada porque había venido vacío. - ¡De eso nada! (saltó la vecina) Acuérdate de que ahí dentro se movió el alma del egipcio que lo estrenó - El chófer dio un respingo y empezó a sudar. - "No le haga caso a mi amiga que es muy guasona. ¡¡¡Lléveselo de una puñetera vez!!! ¡Y tú, Cotilla, ven a tomarte un chinchón conmigo!" (le dijo mientras la agarraba con fuerza del brazo) - Yo también quiero (protestó la Momia) - ¡Otro día! - le dije y la empujé sin contemplaciones hacia la salida.

La abuela, que había fruncido el ceño ante mi brusquedad, miró donde señalaba mi dedo: una sombra en la pared, había quedado atrapada por la puerta cuando yo la cerré de golpe. Por lo visto corría tras los que se iban... pero yo di el portazo antes de que pudiera salir al rellano de la escalera - "¡¡¡Ábrele!!!" - Pero cuando lo hice, en lugar de seguirlos, pareció aturdida ¡y volvió a entrar! Ahora hemos trasladado la tele y el chinchón a la cocina y no sabemos cómo salir de allí mientras la sombra esté en casa.


domingo, 24 de noviembre de 2013

No he dormido en toda la noche pensando en el sarcófago que hay debajo de la cama de la abuela. Me da repelús. Además hay que devolverlo sin que la trinquen. Como no quiero pasar otra noche así le he dicho a la abuela que se lo lleve antes de que yo vuelva del trabajo. - "Come y calla. Está muy bien dónde está y además no pide pan" - Que se lo lleve tu suegra. - "Mira que eres pesada. Ahí dentro no hay nadie" - Pero lo hubo. Y ese espíritu estará muy enfadado buscando su lugar de descanso y como lo encuentre en casa se nos va a caer el pelo.

No me hizo ningún caso y siguió mojando galletas de Inca en el café con leche - Abuela ¿por qué metiste a Pascualita en el sarcófago? - "Para asustar a la Cotilla" - Eso es una tontería. - "Para asustar a su dueño" - ¡Eso sí que me lo creo! Tu también tienes miedo. - "Mira como tiemblo!" (dijo sacudiendo las manos) - Ahí dentro debe haber una maldición escrita... - "Pero como no lo sé... ojos que no ven, corazón que no siente"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué hay para comeeeeeeer? ¿No será mojama, verdad? jajajajajajaja - ¡Chist! No diga más tonterías. - Huy, que miedoooo jajajajajaja ¡Que tonta, que tonta! - Mientras comíamos, la abuela nos dijo que cuando su suegra le contó su ilusión por descansar eternamente en un sarcófago, pensó que era mucha casualidad que en esos momentos hubiera en Palma una exposición sobre el Antiguo Egipto. Ella no cree en las casualidades sino en que las cosas pasan porque tienen que pasar. El sarcófago estaba aquí para que ella lo cogiera. Y así lo hizo. Una tarde, estando el Gran Hotel repleto de gente mayor y niños chillones, que no paraban quietos en un sitio, se llevó un pedrusco en el bolso y rompió un cristal de la vitrina. ¿Quién iba a sospechar de una viejecita asustada? La bronca se la llevaron los niños y ella se llevó el sarcófago echándole un poncho por encima. Con el jaleo nadie se fijó en ella saliendo con paso tembloroso, a la calle. En cuanto dio la vuelta a la esquina cogió el primer taxi que encontró. El taxista abatió el asiento delantero para colocar un cuadro apaisado, de tamaño natural, del marido de su pasajera de cuando era joven vestido de militar. Y cuando él comentó que era muy grueso, la mujer se hizo la sorda.

De repente oímos un chapoteo. Pascualita se estaba poniendo nerviosa. Era la hora del café y la ronda de copitas de chinchón y quería su dosis - ¿Habéis oído? - "No hagas caso. Ya sabes que es mi marido" - Fui en busca de la sirena y quedé paralizada de miedo al ver una sombra paseándose por la pared. Era una figura humana con una falda corta - ¡Ay, Dios mío! ¡Nos ha encontrado! ¡¡¡Abuelaaaaaaaaaaaaaaa!!! - Cuando las amigas llegaron a mi lado quedaron petrificadas y no era para menos porque ahora eran dos las sombras que recorrían la pared, la última de un fraile. Pascualita, nerviosa quizás por mi propio nerviosismo, me clavó los dientes en la mano con furia. Después de arrancármela la tiré con rabia a la pila bautismal y la vi meterse, rauda, en el barco hundido. La sombra del fraile se acercó despacio a la milenaria pila bautismal... ¿Era para sentir miedo... o no?

sábado, 23 de noviembre de 2013

En alguna montaña parece que han espolvoreado un poco de harina, como en aquellas otras, echas de papel arrugado que hacían los padres para los belenes en la posguerra. Y eso se nota en la calle porque hace un frío que pela. Por eso quiero tomar un caldo caliente a la hora de comer y echarle barquitos de pan ¡que ricos!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué pasa que no huelo a caldo? Debo tener la nariz tapada ¿A qué has hecho cocido, con sus garbancitos, su pringada, su punta de jamón... ? - "Para, para. No hay nada de eso sino una sabrosa ensaladilla rusa que, ahora mismo, está en la nevera esperando el momento de salir a la mesa para que demos buena cuenta de ella" - No bromees con las cosas de comer. En una ensaladilla es en lo último que hubiera pensado jajajajajajaja - "Me alegro de haberte dado una sorpresa" - La sorpresa me la darías si fuera verdad. - "Pues claro que es verdad. Me he tirado una hora haciéndola" - La Cotilla me miró - ¿Hay una ensaladilla en la nevera? - Sí. Y helado en el congelador.

La abuela está de los nervios. Se acerca la fecha de la boda y nosotras pagamos las consecuencias. - Abuela, así no voy a calentarme la barriga. - "¿No has oído hablar de los contrastes? Esto y el helado harán de revulsivo contra el frío y parecerás un brasero" - ¿A ti quién te ha contado este cuento chino? ¡Yo quiero sopa! (protestó la Cotilla) - "¡Pues vete a comer a casa del maestro armero, a ver qué te dan!"

Nos comimos la ensaladilla ¿qué remedio, no había otra cosa? Menos mal que el café estaba caliente. - Abuela, te estás portando como una novia primeriza. Tranquilízate que todo saldrá bien. - "No sé... no sé... No lo tengo yo tan claro... " - ¿Te has discutido con Andresito? - "No, pero he hecho caso a su madre y... no sé, no sé... (luego miró a la Cotilla y dijo) ¿Crees que el juez me dejará salir de la cárcel para que pueda casarme en la Catedral?" - Me asusté porque aquello no pintaba nada bien.

Después de tomarse tres o cuatro copas de chinchón, le pedí que se explicara. - "Es una tontería, pero para dos telediarios que le quedan a mi suegra y viendo la ilusión que le hacía, no pude negarme a su petición" - ¿Qué te pidió? - "Un sarcófago egipcio para que la metan ahí cuando se muera. Dijo que quería ser la más original del cementerio" - Ah, no te preocupes. En Egipto no te dejarán sacarlo del País. - Vaya caprichos que tiene la señora (dijo, asombrada, la Cotilla)  - "He cogido uno de la exposición del Gran Hotel" - ¡¡¡Abuela!!!

Lo guarda bajo su cama. Es precioso y muy delicado porque tiene unos 3.000 años. - ¡Hay que devolverlo! - "No puedo. Me amenazó con vender la Torre del Paseo Marítimo y yo la quiero para mí" - ¡Y para mí cuando te mueras! - La Cotilla no le quitaba ojo - ¿Cuánto me darían por esto? Quedaría muy bonito como consola en algún recibidor de esas casas tan grandes que tienen algunos. - ¿De consola? - Sí, esas mesas donde se dejan las llaves. Y dentro se puede meter la ropa de temporada. - ¡Ay, Cotilla! - ¡Me la llevo! - En un arranque de los suyos, levantó el sarcófago policromado y lo soltó de golpe. Menos mal que lo pude coger a tiempo. - ¡Aquí dentro hay algo! ¡¡¡Una rata!!! - ¡No, es la maldición de un dios antiguo! (grité)  - ¡La madre que lo parió! ¿Pero qué pasa en ésta casa? - Que hay de todo como en botica. - La abuela me guiñó un ojo. Como había supuesto, allí dentro estaba Pascualita ¿por qué? Ah, cosas de la abuela que espero averiguar.


viernes, 22 de noviembre de 2013

A la abuela le ha entrado el furor navideño y quiere engalanar la casa ¡ya! - Espera un poco que luego las Navidades se me hacen eternas. - "¿Tú qué ves cuando miras la tele?" - Muchas cosas que me cabrean. - "No me refiero a eso... piensa un poco". - Mucho fútbol, mucho político; muchos concursos repetidos, muchos anuncios... Y hablando de anuncios. Si ya me parecía un horror el del Ocaso, con los muertos andando por ahí como Pedro por su casa, iluminados por el sol mortecino del ocaso ¡Ahora salen también en el anuncio de la Lotería de Navidad! Como añoro al calvo. - "Ahí tengo que darte la razón. Son anuncios dignos de la noche de Difuntos... pero, sigue pensando"

-¡Uf! ya me duele la cabeza, abuela - "Al final tendrán que ingresar tu neurona en la UCI... ¡Nieve. Se ve nieve! En las montañas, en los pueblos, en las carreteras y en las pistas de esquí ¡¡¡Nieve!!! Ya es invierno en el Corte Inglés ¿no?" - No sé. - "Y eso quiere decir que hay que poner el árbol y sacar a los pastores de la caja de zapatos para montar el Belén" - ¡Que no! Hasta el día 22 aquí no se adorna nada.

Al abrir la puerta de casa, a mediodía, me ha recibido un villancico sonando a toda pastilla. Parpadeos de lucecitas de colores; guirnaldas en los techos; un árbol de Navidad que canta y se menea, con un montón de bolas y espumillón encima,  de la tienda del señor Li y en el aparador, el Belén. - ¡¡¡Abuelaaaaaaaaaaa!!! ¿Cómo habíamos quedado? - "Que haría fabada asturiana. Con este frío..." - No te salgas por la tangente. ¿Qué es toooooooodoooooo esto? - "El resultado de tener una abuela con iniciativa propia... ¿Te has fijado en el Nacimiento?" - ¿No me digas que has vuelto a hacerlo? - "¡Claro que sí? A Pascualita le encanta participar del espíritu navideño. ¡Mírala que Niño Jesús más guapo hace!"

El Niño Jesús más horroroso del mundo estaba repantingado sobre un pesebre de plástico. Llevaba una diadema con una anilla de cortina en plan aureola y en lugar de pañales, un trozo de tela con los colores del At. Baleares le cubrían la cola.  En cuanto la sirena me vio hizo la señal de OK - ¿Le has dado chinchón de buena mañana?

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! Vengo muy enfadada. He ido a ofrecerme a iglesias y asociaciones para hacer de Virgen María en algún Belén viviente que se organice por ahí y me han dicho que no ¡Ni gratis! - ¿Quería cobrar por eso? - Naturalmente. En el Ayuntamiento me he ofrecido como Rey Mago, aunque sea de Baltasar. - "Pero si las calles están llenas de hombres negros que pueden hacer ese papel". - Oye, te ha quedado muy bonito esto... Si te han sobrado adornos me los llevaré a casa que tengo una rama de laurel y quedará muy bonita en la entrada... ¿También has comprado al Niño Jesús en los chinos? - "¿Por qué?" - Se ha movido. -"Jajajajajajaja ¡Sería un milagro!" - ¡Pues se ha movido! ¡¡¡Milagro, milagro!!! - y la Cotilla salió a gritarlo al balcón - ¡Se acabará la crisis! ¡Y los recortes! ¡Nos subirán las pensiones! ¡¡¡Milagrooooooo!!! ¡Lo ha dicho el Niño Jesús! ¡¡¡Subid, subid y lo veréis!!! - Un vecino desconfiado, gritó - ¿No lo habrán comprado en los chinos?

Un tropel de gente aporreó la puerta y entraron en tromba en cuanto la Cotilla les abrió - ¿Dónde está, dónde está? - ¡¡¡Quiero que me devuelvan mi dinero de las preferentes!!! - ¡¡¡Y yo que me toque la lotería!!! - Y a mi que me toque usted, guapa (le dijo un jubilado a una señora de buen ver) - ¡Diga usted que sí, amigo! - Cuando por fin los echamos a todos y nos sentamos a comer, en la olla no quedaba ni una triste habichuela ¡Se lo habían comido todo aprovechando el jaleo! - ¡También se han llevado al Niño Jesús! ¡¡¡Ladroneeeeeeeeees!!! - "Cállate, Cotilla y ves haciendo tortillas francesas que la culpa de todo la tienes tú" - Yo mientras, contemplaba la escena sintiendo como Pascualita se removía inquieta en mi escote.

jueves, 21 de noviembre de 2013

A mediodía ha venido el Municipal muy enfadado diciendo que habíamos abusado de él el día anterior. - "Ni que fueras una dulce y delicada palomita que no sabe nada de la vida." - Hicieron conmigo lo que quisieron cuando mi cerebro se llenó de vapores etílicos. - "Es extraño que no te acuerdes, pajarito" - Me han dicho que vine con una denuncia... ¿es verdad? - "¿Una denuncia? pero si aún no te habíamos echo nada. - Bedulio miró a la abuela con ojos desorbitados -¿Qué...  qué me hicieron? - " jajajajajaja Una señora no puede hablar de ciertas intimidades con un desconocido... ¿o no eres ya tan desconocido?"

Yo disfrutaba viéndole sudar la gota gorda. Ante su estupor, ataqué - ¡Ay! mi comandante... me tiene loquita... - ¿De verdad? - y empezó a mirarme con ojos de borrego a medio degollar - Nunca había visto disfrutar tanto a la Cotilla... Suspiraba y volvía a suspirar. Con lo que le ponen a ella los uniformes... y las pistolas. - Si le hubiese mordido una cobra egipcia tope venenosa no hubiese sudado tanto. Ya no le hacían chiribitas los ojos. Ahora estaba horrorizado. - ¡¿La Cotilla?!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¡Hombre, Bedulio, que bien te portaste ayer. Eres un tío con toda la barba! ¡¡¡Dame un abrazo!!! - ¡Aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh No se me arrime! No estaba en mis cabales. - Ya lo creo que lo estabas. Y contento. Nunca lo olvidaré. - ¡¡¡No puede ser!!! - ¿Qué le pasa a éste? - "Parece que quiere volver atrás lo de la denuncia (cuchicheó la abuela al oído de su amiga) y nos estamos riendo a su costa) - Entonces la Cotilla, siguiéndonos la corriente, se contoneó delante de él y con voz ronca le dijo - Nadie me había hecho un regalo de amor como el tuyo, Bedulio... Aaaayyyyy... - ¿Yooooooooo? ¡Todo es mentira! - No te avergüences ahora de ser tan hombre. A lo echo, pecho. - Tengo que salir de aquí ¡tengo que salir de aquí! - Antes de irte, bésame. Ayer no llevaba la dentadura y hoy sí, así veremos la diferencia de sabores. - ¡¡¡¿Qué!!! ¡Me mueroooooooooooo! - ¡Oh, Romeo, mi Romeo! Tómame. Soy tu dulce Julieta - ¡La madre que la parió!

- "Creo que tardaremos un tiempo en volver a verlo jajajajajajaja" -  De buena me he librado. Mirad lo que dice el periódico que he cogido del bar: En Puigcerdá una vecina denunció a otra, que es pianista, porque le molestaba el ruido que hacía cuando ensayaba ¡Las hay picajosas, como las que me han denunciado a mí! Y el fiscal (otro que tal baila) le ha pedido siete años y medio de prisión y 4 de inhabilitación. Y encima tiene el piso insonorizado... Claro que habrá que oírla tocar. En cambio yo, tengo un don especial para la música ¡Y van y me multan! - Entonces Pascualita empezó a dar saltos en la pila bautismal y la Cotilla palideció - ¡Y ese ruído!... ¿Tú abuelito? - Me temo que sí... ¿Va a volver a tocar? - ¿Crees que le gustará (preguntó inquieta) -  "Desde que es fantasma odia la música" - Entonces mejor nos tomamos un chinchón. - "Sí. Mejor"


miércoles, 20 de noviembre de 2013

En la entrada de casa hay un charco de agua, el cubo de fregar y la fregona. Si alguien llega de la calle con el paraguas chorreando, ya sabe lo que le toca. El charco de agua lo he hecho yo... ¿qué por qué no lo he fregado?... ¿Para qué está la abuela?

Se me había olvidado que, además de la fregona, la escoba también tiene palo y la abuela acaba de romperlo en mis riñones - ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyy!!! ¡Te demandaré por nieticidio! - ¡¿Tú quieres comer, tener la ropa limpia, el desayuno en la mesa, etc. etc.?! ¡Pues a fregar la entrada!

Acababa de hacerlo cuando ha entrado la Cotilla, cargada como una burra. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! - ¡Eh! no me pise lo fregado. - ¿Tu nieta tiene paludismo mental? (preguntó, asombrada, a la abuela) - "No. Lo que tiene es contusión lumbar grave y repetitiva como no se espabile... ¿Qué es eso que traes?" - ¡Una joya! - Será un joyón. Es tan grande como usted. - Vengo del barrio pudiente. - "¿Huele mal?" - Pudiente, de poderío, de bolsillos llenos, de haber oído ecos de crisis sin que la crisis se acercara por allí... - ¡Vale! lo hemos entendido. De riquísimos, vaya... ¿No podía haber cogido una joya más discreta? - Era lo que había en el contenedor de basura. - "Si lo han tirado es porque es un trasto" - Puede que sí, pero lo que para ellos es un trasto, para mi es un tesoro... ¡Mirad. Un violonchelo! - ¡La madre de Dios! ¿Qué va a hacer con esto? ¿Venderlo al peso?

- Mientras me tomo el chinchón que me vas a poner (dijo mirándome fijamente) os diré que voy a cumplir la ilusión de mi vida: ser violonchelista.- "¿Y desde cuando tienes esa ilusión? porque no me había enterado yo de esto" - Desde que escuché a Pau Casals. - "No recuerdo haber tenido un novio que se llamara así" - Este no me lo quitaste porque no tuvimos trato. - "Ya me extrañaba a mí"

Después de varios lingotazos, que compartimos todas, la Cotilla se sentó con el violonchelo entre las piernas dispuesta a tocar. La abuela había cogido a Pascualita y la tenía en la mano. Yo me recosté a su lado en el sofá y cerré los ojos para apreciar mejor la melodía. ¡Un cerdo chillando por su vida en día de matanza nos hizo saltar del siento! La Cotilla rascaba como una loca las cuerdas de aquel instrumento. - ¡Pare, pare! - Pero no me oía. Estaba poseída por el espíritu de Pau Casals y castigaba nuestros oídos con notas imposibles. La abuela se llevó a Pascualita que quería saltar a por la vecina con la dentadura de tiburón por delante y la metió en la pila bautismal. En seguida se metió en el barco hundido y lo tapó con algas. - ¡¡¡¡¿Por qué no has dejado que la ataque?!!! - A duras penas oímos el timbre. En la puerta estaba el Municipal, espantado por el ruido. - ¡¡¡Dicen los vecinos que aquí se está matando a alguien!!!

Entre los tres, tirando con fuerza del violonchelo, conseguimos arrancárselo de las manos. - ¿Qué pasa? - "Que nos han denunciado los vecinos" - ¿Qué habéis hecho? - Cuando le explicamos que la culpa era suya montó en cólera. - ¡País de incultos! - Sonseicientoseuros (dijo todo seguido el Municipal para que no resultara tan fuerte. - Por lo menos Bedulio aprovecha las clases de inglés. - dijo la Cotilla

Por supuesto el Municipal no salió de casa con la denuncia. El chinchón y las croquetas de la abuela hicieron el milagro. Cuando por fin se fue, le vimos dudar - "¿Qué pasa, Bedulio? - No sé... Estoy un... hip... poco despis... hip... tado. ¿A qué había... hip... venido yo aquíiiiiiii? jajajajaja


martes, 19 de noviembre de 2013

- Abuela ¿estás mustia? - "Estoy triste. Y el tiempo también. La lluvia, que no cesa, son lágrimas que hemos llorado y han quedado almacenadas más allá de las nubes. Un día caen y el corazón de los que no encuentran consuelo a las ausencias, vuelve a sangrar y yo solo puedo mandarles un beso"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Guardas alguna mantilla de tu nieta?... Mientras me contestas, me tomaré un café con leche - "¿De cuándo era pequeña?" - Claro... Acércame esas magdalenas. - Abuela, dale la mantilla y que se largue o nos quedaremos sin desayuno. - "¡No me digas que vas a hacer una buena obra! Cotilla, te estás impregnando del Espíritu Navideño" - ¿Qué es eso?... ¡Pásame el azúcar, rácana! - ¡Ya se ha puesto cinco cucharadas! - CUCHARADITAS. Nada de cucharadas - "¿Para que la quieres?" - Para traerme una lechona. Me dio la idea una artista, que salió en el periódico y todo. Liaba  la lechona en un mantón de bebé y salía del supermercado tan pancha. - ¿Y dónde está ahora? - Creo que en la cárcel. ¿Os dais cuenta en qué País vivimos? En cuanto eres distinta al resto de la ciudadanía, te encierran. Los artistas somos unos incomprendidos. - Dirá los ladrones. - Ves. Tu tampoco me comprendes... aunque de ti no se puede esperar mucho más... No guardes la magdalena que sobra. Ya me la como yo.

La abuela le entregó la mantilla, naturalmente y a media mañana la Cotilla entró en casa a toda velocidad. Nunca pensé que esas piernecillas corrieran tanto - ¡Cierra, cierra, que viene Bedulio! - Cinco minutos después, el Municipal llamaba a la puerta. Al verme me dijo, muy serio - ¿Hace unos días, has tenido un bebé? - Que yo sepa, no (dije, asombrada) - Ya empezamos. ¿Si no lo sabes tú quién lo va a saber? - ¿Por qué? - Porque te habrás acostado con alguien, digo yo. - Le importará mucho con quién me acuesto o me levanto. - Chist. Sin faltar, que soy la autoridad. ¿Cómo se llama el bebé? - ¿Qué bebé? - El que has tenido. - ¿Yoooooooooooo? Es la primera noticia que tengo. - Que razón tiene la Cotilla cuando dice que tu abuela tiene una cruz contigo. ¿Pero cómo no vas a saber si has parido?... aunque ahora, con la epidural... En definitiva ¿hay un bebé en ésta casa, si o no? - Entonces apareció la abuela - "¡Hombre, Bedulio! Pasa, pasa ¿quiéres un chinchón?" - Estoy de servicio... ¿Ya es usted bisabuela? - "¡Que más quisiera yo!... ¿Vienes como futuro padre de mi bisnieto? - ¡¡¡Abuela!!! - El Municipal se puso como un tomate. - ¿Dónde está el niño? He visto entrar a la Cotilla con uno en brazos y quiero ver si es niño o cochinillo. - "Un poco cochinillos son, Bedulio. Pero ahora, con los pañales desechables es otra cosa"

En vista de que no aclaraba nada, el Municipal fue a por una orden de registro y volvió con un compañero - "¿Qué buscarás ésta vez, Bedulio?" - Un bebé... o un cochinillo. - ¿Bedulio?(la voz del compañero sonaba a guasa) ¿En serio te llamas Bedulio? jejejejejeje Esto tengo que contarlo jejejeje.

La búsqueda fue infructuosa. Al llegar a la cocina, al guardia le llamó la atención la pila bautismal - ¿No buscábamos algo así, Bedulio? jejejejeje ¿Qué es? preguntó a la abuela - "Una pecera con forma de pila bautismal románica del año 1000? - (¡Estábamos perdidas!) - ¿De dónde la ha sacado? - "De la tienda de los chinos. Tienen de todo". - Está muy bien imitada.

Cuando por fin se fueron, la Cotilla, que había estado escondida todo el tiempo dentro del congelador, salió tiritando. - ¿Era necesario darles tanto palique? - "¿Está el pollito en el huevo?" - ¿Habláis en clave? - "Por algo fuimos espías durante la guerra ¿verdad Cotilla?" - Y las espías buenas nunca dicen que no a unas copitas de chinchón. - "¡Tú lo has dicho, compañera!" - Más tarde me enteré de que la lechona (el pollito) estaba en el congelador (el huevo) ¡Tócate las narices, Ramona!

lunes, 18 de noviembre de 2013

Mientras la abuela preparaba el desayuno hemos oído la "dulce" voz de la Cotilla -¡Avemariapurísimaaaaaa! Me ha llegado el olorcito del café recién echo, hasta casa. - Lo que es un milagro porque tenemos la ventana cerrada. - Pero a la mía le falta un cristal. - ¿Y? - Que en la cocina hace frío y aquí no. - O sea, que viene a pegar la gorra de buena mañana. - Que sosa eres hija... ¿solo tenéis galletas María?

- "El frío ha venido tan de repente que ha congelado las meninges de más de uno o una" - No te extrañe. Yo misma me quedé en blanco ayer cuando, estando en misa, el cura en su sermón dijo que si tocábamos el dinero de los cepillos de la iglesia Dios lo sabría porque tiene un ojo que todo lo ve. Juraría que me hablaba a mi y no sé por qué. Repitió lo del ojo unas cuantas veces con voz tonante y sin perderme de vista. Y sigo sin saber por qué. Tal vez se lo decía a la señora encopetada que se sentaba a mi derecha y que se dejó el bolso en el banco cuando fue a comulgar. Al volver, en lugar de la paz que normalmente se siente en ese momento, venía crispada y corriendo. Abrió el bolso y la cartera... - "¿Pasó algo más?" - ¿Eh?... pues... no lo sé. Yo ya no estaba allí.

- Cotilla, está haciendo méritos para no pasar frío en toda la eternidad. ¡Arderá en el Infierno! Y ese ojo que todo lo ve es una cámara que están colocado en las iglesias del barrio para controlar a los listos como usted. - ¡No me digas eso! ¿Voy a ser espiada en la casa del Padre? - Es justo y necesario (dije con guasa) - ¿Que mi Padre me espiará por unos céntimos que cojo de vez en cuando y no lo hace con los que se llevan millones a espuertas de los pobres ciudadanos? ¡Me va a oír! - No la pudimos parar.

Unas horas después nos llamó la policía. Habían detenido a una mujer mayor rompiendo las cámaras de las iglesias con el palo de una fregona. - Quiere hablar con ustedes. - "¿Qué has echo, Cotilla?" - ¡Guardádme la comida! ¿Qué has puesto hoy? - "Potaje de garbanzos" - ¡Que no se coma lo mío tu nieta que es una egoísta!

La abuela, Pascualita y yo tomamos el café y el chinchón tranquilamente. La abuela estaba enfadada - "El mundo va mal. Unas dejan que la Capital se llene de basura días y días por su ineptitud y sigue cobrando el oro y el moro. Otro se esconde como una sabandija del requerimiento de un Juez  y se despacha al día siguiente con mentiras de crío y sigue cobrando el oro y el moro. Y la Cotilla, que no tiene donde caerse muerta, está detenida por destrozar unas cámaras de nada. Pascualita, espero que entiendas estas cosas para que, cuando vuelvas a tu hábitat (aquí suspiré y puse los ojos en blanco) no cometas injusticias" - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¿Dónde están mis garbanzos? - "¡Menos mal que te han soltado!" - Y eso que me he revuelto como una fiera cuando he oído comentar que podía irme porque era una vieja chocha. - "Jajajajajajaja ¡Chocha puede pero sorda no!"    


domingo, 17 de noviembre de 2013

La abuela piensa que no va a parar de llover en meses y se deprime porque su boda será pasada por agua. - ¿Qué más te da? Al fin y al cabo vas a ir de casa al coche, del coche a la iglesia, de la iglesia al restaurante y de allí al aeropuerto. No tendrás tiempo de mojarte en el camino.- "¿Acaso no sabes que las única gotas que valen en una boda, son las lágrimas de la novia?" - ¿No me digas que vas a llorar? ¡No me lo puedo creer! - "Puedes estar bien segura que lloraré. No quiero desilusionar a Andresito al primer minuto de nuestra vida de casados" - Vaya, parece que le quieres de verdad. - "Claro. Por eso he comprado un colirio de lágrimas postizas... porque las que se sueltan cuando ríes no valen" - ¡Eres más falsa que un duro sevillano! - "Estás en un error. Lucho por lo que quiero... la Torre del Paseo Marítimo" - Ah, bueno. Si es por eso...

- !Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Vengo a ver a los pajaritos - ¿Qué pajaritos? - ¡Ay, que los habéis matado de hambre! - "A buenas horas te acuerdas de ellos" - Ya os dije que los teníais que alimentar vosotras que a mi no me llega la pensión para alpiste. - "Tengo que darte una noticia: dentro de poco la familia crecerá" - ¡¡¡¿Por fin tendrás un bisnieto?!!! ¿Con quién te has liado? (me preguntó, excitada, la Cotilla) ¿Es un famoso como Paquirrín? Chica, que suerte. Te codearás con la Belén Esteban . Quién te lo iba a decir con lo corta que eres. - Me parece que la dentadura "nueva" le viene estrecha y le estruja el cerebro. - "No sigas tirando las patas en alto que no das una. Te hablo de los pajaritos ¡ya tienen cuatro huevos en el nido!" - ¿En serio? Pues cuidado con romperlos que pienso sacar una pasta por sus crías. Que no les falte comida. - ¡Que cara tiene ésta mujer!

- "El juez Castro a ido a Valencia a trabajar en sus cosas contra la corrupción y se ha encontrado con una versión valenciana de Buscando a Wally". - Ésta gente nunca se aburre... Voy a tomar otro chinchón para celebrarlo... ¿Qué versión es esa? - "Buscando a Camps" - Si no lo encuentra es que estará en el sastre. Le tiene querencia a los trajes bien cortados. - "Puede que tengas razón... oye, no te lo bebas todo" - Yo las escuchaba, cada vez menos, a medida que el sopor de la siesta se adueñaba de mi.


sábado, 16 de noviembre de 2013

Me pone de los nervios ver a la abuela combatiendo el frío. Debajo de la mesa de la cocina ha puesto un barreño grande con agua caliente. - ¿No me digas que "esto" es un brasero? (le dije con guasa) - "Es mejor comer estando a gusto y yo lo estoy si tengo los pies calientes. Tú haz lo que quieras, lista" - Y sin pensarlo dos veces, metió los pies en remojo. - "Aaahhhhhh, esto es otra cosa" - Quise resistirme a hacer el ridículo de esa manera pero me dolían los pies. Los tenía como el hielo y no me pude contener. A demás ¿para qué? si sé que siempre caigo en las tentaciones. Aaaaaaaaaayyyyyyyyy que a gustito se estaba.

"Esta semana, los kioscos de prensa acabarán todas las revistas del corazón" - ¿Quién se casa? - "No tengo ni idea ... Eso me recuerda que tengo que hablar con los del Hola para que nos hagan un bonito reportaje de boda y nos paguen la exclusiva... Aún no me he decidido por una cifra concreta... Pero no será barato porque lo quiero completito" - ¿A qué le llamas "completito"? - "Quiero que nos hagan fotografías, desde que me levanto de dormir..." - Mejor que no, abuela. - "¡Eres una estrecha! Con lo romántico que es ver a la novia abriendo los ojos al día en que cambiará su vida." - ¡Que no!... ¿Tú te has visto por las mañanas? Tienes la cara ojerosa, mala leche, los pelos como escarpias, legañas hasta las cejas. Además te rascas de una manera muy poco romántica... - "¿Qué?" - el culo ( Se vino hacia mí, embistiendo: ¡Perdona. Te estoy informando de lo que tu no ves!) Te rascas y bostezas a la vez mientras arrastras las chanclas camino del baño. ¿Así quieres que fotografíen? - "¡Que amargura de nieta!"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - ¿Qué te ha echo ésta vez? - "Quitarme las ilusiones... Dice que estoy horrible cuando me levanto por las mañanas" - La Cotilla se quedó un instante pensando y luego, dijo: - ¿Prefieres las mentiras piadosas? - "Estabas más guapa cuando no se te entendía nada" - Hablando de comer ¡¡¡Mirad!!! - Levantó los labios y nos enseñó la dentadura, amarillenta, que cogió el otro día. - ¿Por qué no la ha limpiado? - Por qué así, cuando tengo hambre, me llegan los sabores de las últimas comidas que hizo con su antiguo dueño. - ¡¡¡Héchala, abuelaaaaaaaaaa!!!

Mientras tomábamos el café, la abuela retomó el tema de la prensa rosa. - "Nuestros Pinochos acabarán con la edición. Tendremos que decir en la papelería, que nos guarden el Hola... Saldrá el nostro President, de viaje, tras los pasos de Fray Junípero Serra en América, con los Príncipes. ¿No lo habéis visto en la tele?... ¿No?... Ya estoy cansada de verlo." - ¿Se va a meter a fraile como la Tamara? - "Solo sé que cuando sale ya hay quién se pregunta ¿Quiénes son la pareja que está junto a Bauzá?" - ¡Madre mía! ¡Niña, saca el chinchón para el soponcio!

viernes, 15 de noviembre de 2013

Durante el desayuno la abuela ha ojeado el Diario. Iba tapada hasta las orejas y me ha tenido tres horas soplando el cola cao porque me lo ha puesto hirviendo - ¡Voy a llegar tarde al trabajo por tu culpa. Me quemo! - "Así tendrás la barriga caliente...Mira lo que dice aquí: va a nevar en la Serra de Tramuntana" - ¿Ahora? - "¡Claro! ¿No querrás que nieve en agosto?"

Pascualita saltó desde la pila bautismal hasta el azucarero y hubo azúcar por todo. - ¡Hala! Ya está el tocino marino éste poniéndolo todo perdido - "Te recomiendo que no la llames "tocino" porque, como te entienda no me gustaría estar en tu pellejo" - No sabe de qué hablo, abuela. - Ahora lo pongo en duda porque al acabar la frase un chorrito de agua salió de la boca de la sirena y me dio en la oreja. Inmediatamente me puse las gafas de sol. Pascualita, muy tiesa sobre uno montoncito de azúcar, me miraba fijamente mientras sacaba a pasear sus dientecitos de tiburón. ¡Que repelús me da este bicho!

Mientras la sirena daba buena cuenta del azúcar, rebozándose en él, la abuela aprovechó para calentar agua de mar y meterla en la pila bautismal. Hervía a borbotones. Y me vino a la cabeza una visión infernal: la abuela me servía una apetitosa sopa de pescado que sabía a ¡sirena! ¡¡¡Puagg. Que asco!!!

- Avemafiapurífimaaaaaaaaaaa! - Vaya, ya habla mejor. Que pena. Estaba más graciosa cuando no se le entendía nada. -¡Fofa de Cofía! - Jajajajajajajaja ¡aún dice tonterías! - La Cotilla se sentó a la mesa de la cocina, al lado del montón de azúcar donde un extraño ser se la estaba comiendo a dos carrillos. De repente a la vecina se le mojó el cuerpo con un sudor frío que la hizo tiritar - ¿Qué ef esto?... ¿un chuffo? - ¿Qué es un chufo? jajajaja... ¡Oh, cielos! - Me había olvidado de Pascualita, menos mal que la abuela estuvo al quite. - "No es un churro. Es un desperdicio que ha dejado aquí mi nieta. ¡A ver cuándo aprenderás que los restos de comida se tiran al cubo de la basura!" - Lió a la sirena en una servilleta de papel ¡y la tiró a la basura! - "A ti lo que te pasa es que tienes brotes psicóticos. Te lo tendrías que hacer mirar." - Y se quedó tan pancha, pero no la Cotilla que temblaba como una hoja a punto de ser arrancada de la rama por la tormenta. - ¡¡¡¿Me fas llafado focaaaaaaaaaa?!!! - Jajajajajajajaja ¡Está sembrada, vecina! - "Foca, no. Psicótica." - Puef eso: ¡Foca! - Me dio un ataque de risa y la abuela me sacó de casa con cajas destempladas.

Después de comer, tomando el café, la Cotilla pareció tener una revelación divina y se acordó del dichoso "churro" Quiso recuperarlo para llevarlo a examinar porque algo así fue lo que provocó que se le hinchara tanto la lengua que por poco no lo cuenta. La abuela, siguiéndole la corriente, se fue a la cocina y volvió con las manos vacías - "No está. He buscado bien el desperdicio y no está. La servilleta sí... Debe ser de la misma pasta que las medusas. En cuanto las sacas del agua se funden". - Parefía farina... - "¿De harina? Vete tú a saber... Me inclino a pensar en algo más etéreo"  (y puso cara de misterio) - La Cotilla envaró el cuerpo - ¿Fobrenafural? - "Pues... sí. Ya sabes la mala uva que tiene mi primer marido desde que es fantasma" - (Yo remaché) El ánima de mi abuelito parece tener memoria de elefante jejejejeje... - La Cotilla salió corriendo como alma que lleva el diablo. La abuela puso su voz más inocente cuando le gritó - "¿No quieres una copita de chinchón?" - Nos pareció entender algo así como "¡¡¡que fe la fome fu fadreeeeee!!! antes de oír el portazo.


























jueves, 14 de noviembre de 2013

La abuela se ha terminado el desayuno en un visto y no visto y en seguida se ha puesto a trastear en la cocina - Deberías dejar que terminara de comer porque no quiero tener un corte de digestión. - "Pues no lo tengas" - Es muy difícil estar tranquila mientras a tu al rededor todo son ruidos ¡y sirenas que hacen el salto del tigre en mi taza de cola cao! ¡Maldito bicho!

Tuve que sacar a Pascualita de los pelo-algas. Está tan hambrienta que se lanza contra todo lo que se le pone a tiro. Al pobre Pepe lo tiene martirizado y a los remiendos que le hizo, hace ya tiempo la abuela, ahora ha tenido que añadir otros nuevos. Da penita el pobre muerto. La única ventaja es que no se queja y así ahorramos en cloroformo.

- "¿Has terminado? Pues, andando, que es gerundio. Tengo que hacer croquetas para Blas" - ¡Que bien! comeremos croquetas, Pascualita! - "De ilusión tan bien se vive. He dicho que son para Blas" - ¡Soy tu nieta! - "Y él un parado de larga duración. Y lo que te rondaré, morena, porque el pobre tiene 45 años y para esos no hay trabajo" - ¿Y sus hijos? - "De erásmus por Europa, pobrecitos míos. Estudiando y trabajando" - ¡Y disfrutando! - "Déjales que lo hagan que, cuando vengan a España, les espera la cola del paro" - ¿No podré comerme ni una? - "¡No! Son para vender a la puerta de los Juzgados, porque vuelve a haber movimiento de ex cargos públicos, egoísta"

- ¡Afemafiapufísimaaaaaaaaaaaaaayyyyyy! ¡Dichofo furro! - ¿Qué burro? - ¡No, furro no, fodía! - Jajajajajaja ¡es que me parto con usted! Seguro que no come más churros en su vida  ¿A ver la lengua? Huuuuuy, está hinchadísima. Mejor, así tendré más días para reirme. - La Cotilla no parece de muy buen humor porque me ha arreado una patada en la espinilla que me ha dejado sin respiración. - ¡Oiga, tía cazurra. Que me ha dolido! - ¡¡¡Te fofes!!!

Tal como hizo ayer, la vecina ha puesto un periódico sobre la mesa y ha señalado el artículo de la autoproclamación del President para President. - ¡Y no fian! - "Claro, con la crisis que hay, no se le fía a nadie" - ¡No! - "Pues eso. Que no" - ¡Fifa afí, fopé! - "¡Cada día hablas peor! Cómprate una dentadura, mujer" - ¡Fira! - La Cotilla sacó una dentadura del bolsillo. - "¿Es tuya? ¡Por fin! Póntela" - No le cabe, abuela... ¿De dónde la ha sacado? - Def far. - "Para mí que habla arameo. Dilo despacito" - D-e-f  f-a-r- - ¿Ha dicho... ¿del bar? - ¡Fí! - "¿Será del dentista? - ¡No! Un feñor eftafa dofmido... ay... fon a foca afiefta... - "Ya me duele la cabeza" - Pues ves sacando el chinchón que se me está revolviendo el estómago - ¡Fí, fí. Finfón! - ¿Se la ha quitado? - ¡Noooooo! Cofido... Ef fonita ¿eh?... Pafa foda. - Llamaron a la puerta y allí estaba el Municipal con un señor desdentado al lado - No quiero molestar, dijo humildemente Bedulio, pero este hombre dice que le han robado la dentadura en el bar... Yo no me lo creo pero, como autoridad que soy, tengo que investigar... ¿Podemos pasar?

En cuanto la Cotilla vio aparecer al dueño de los dientes, corrió a encerrarse en el baño. - Abuela, que dice Bedulio que a éste señor le han quitado la... jijijijijijiji ... dentadura jijijijij - La cara de la abuela era un poéma - "¿Así que eso es lo que nos contaba... jajajajaja... Tiene el comedor de jajajajajajaja este señor... ¡La ha cogido para... jajajajajajaja... la bodaaaaaaaaaa jajajajajajajajajaj!

El Municipal y el desdentado, salieron de casa muy enfadados - Ya le dije yo que en esta casa no hay nadie normal. - "Anda, Cotilla, tómate una copa que has estado sembrada jajajajajajaja" - ¡Ay, abuela. Que repelús! - ¡Fe fruz fienef fon efta!

miércoles, 13 de noviembre de 2013

La abuela me cuenta que tuvo una trifulca con Andresito ayer noche en El Funeral - "¿Te puedes creer que me dijo, delante de todos nuestros amigos, que le hacía mucha ilusión que le llevara todos los días el desayuno a la cama cuando nos casemos?" - ¡¿En serio?! - "Como te lo cuento. Si en ese momento me pincha, no me sale sangre" - Este no sabe con quien se juega los cuartos ¿eh, abuela? - "Ahora ya sí. Le canté las cuarenta sin pestañear siquiera" - La abuela cogió a la sirena y la puso sobre Pepe para que le prestara atención. - "¡Nunca le des un dedo a un sireno porque te cojera la mano y el resto del cuerpo! Si quiere una criada, que se la pague"

- Pobre Andresito... Es un novio ilusionado... - "Y yo una novia que no me chupo el dedo" - ¿Cómo quedó la cosa? - "Bastante bien. Será él quién me traiga el desayuno a mí" - ¡Abuela, eres única! jajajajajaja - Después se quedó mirando fijamente a Pepe - "Me gustaría saber quién fue. Seguro que un machista al que tuvieron que ponerle las peras a cuartos... ¿Por qué sino se ensañaron con él hasta dejarle la cabeza del tamaño de un llavero? ... Debió casarse con la hija del Jefe de la tribu y en cuanto le tocó un pelo con malas intenciones, el padre se lo cargó" - ¿No habías dicho que, posiblemente, fuera un misionero...? - "Sería un misionero anglicano. De los que pueden casarse. Y se casó con hija del Jefe de la tribu a la que fue a evangelizar y en cuanto le tocó un pelo con malas intenciones..." - Ya sé. El suegro se lo cargó. Pero también dijiste que podría haber sido un aventurero que... - En cuanto vi que iba a abrir la boca, la paré - ¡Que sí, que sí! Ya me sé la historia de la hija del Jefe.

- ¡Afemafiapufifimaaaaaaaaaaaaaaaaa! - ¿Que ha dicho? jajajajajaja - La Cotilla aún no podía hablar bien y a mi me daba la risa - ¡¡¡Tu fiefa ef tonta de refáteeeeeee!!! - ¡Que graciosaaaaaaaa! - La vecina traía un periódico con la noticia del libro, escrito por una italiana, sobre el comportamiento humilde que debe tener la mujer frente a su marido. - ¡Fira que ifidiota ef la fía efta! - La abuela le echó un vistazo y luego tiró el periódico por el balcón - "¿Cómo se puede ser tan burra por muy italiana que sea? dice que hay que complacer en todo al marido. Hay que decir amén a sus calaveradas. Y ponerse de punta en blanco para recibirle cuando llega del trabajo ¡como si nosotras no trabajáramos! Lo que no especifica es si hay que esperarle con las pantuflas del señorito en la boca. ¿Pero cuándo ha nacido ésta loca? ¿En la Edad de Piedra? " - Llamaron a la puerta y la abuela fue a abrir. Era el Municipal que subía enfadado porque le había caído, desde nuestra casa, un periódico en la cabeza. - "¿Y a qué viene este enfado, a qué no te lo he leído? ¡¡¡Que te lo lea tu padre!!! ¡Hombre tenías que ser! - Mientras Bedulio bajaba las escaleras de cuatro en cuatro, la Cotilla dijo: - ¿Bfindamos forque laf muferes no le fagan cafo a fa fonta efa? - "¡¡¡Mujeres, manda a esta tía a tomar viento!!!" - Pascualita, que es "mujer" también tuvo su ración de chinchón

martes, 12 de noviembre de 2013

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! - ¿A dónde va tan temprano, si aún no han puesto las calles? - Pues yo ya vengo de trabajar, bonita. Alguien tiene que levantar el País. - ¿Cómo su ídolo Bárcenas y compañía? - Ese sí que es un hombre echo a sí mismo. Ya ves, de la nada ha amasado un fortunón. - De la nada, de la nada... - ¿Qué tienes que decir? - "Quién tiene que decir eres tú (replicó la abuela) ¿Qué quieres?" -  Desayunar. He pensado que harías pan tostado con un buen chorrito de aceite de oliva y tomate refregado... ¡Hummm! y un café con leche calentito...- "Vaya, veo que tienes el don de la adivinación. Eso mismo pienso hacer más tarde, cuando me levante porque ahora mismo me vuelvo a acostar"

La abuela se ha encerrado con llave en su cuarto pero a mi no me ha dado tiempo porque la vecina se ha pegado a mi como una lapa y se ha sentado en mi cama. - ¿No tiene usted casa? - ¿No podrías prepararme
tú algo? - ¿Yooooooooooo? ¡Ni jarta de vino! - Pues tengo que quedarme aquí porque, a estar horas, no querrás que deshaga mi cama. - ¿No estará pensando en acostarse conmigo? - Bueno... Si me lo pides así... (dijo la vecina, mimosa) - ¡Ni así ni asá! ¡¡¡Largoooooooooo!!!

No ha habido nada que hacer y aunque no se ha metido en mi cama, se ha sentado y me ha dado palique para que no me durmiera. Hasta que me he hartado. - Quite el altar de Bárcenas que voy a montar yo uno - ¿Un belén? -  Le pondré cirios a Jorge... - ¡Tienes novio! ¿Quién es el pobre infelíz? ¡Espera (y salió corriendo) ¡Tu nieta tendrá un bisnietooooo!

La abuela se desilusionó al saber que Jorge Arzuaga no es mi novio. Y la Cotilla no se puede creer que el chico lleva 30 días sin comer - Solo de pensarlo me mareo, - No todos tragan como usted.  Protesta por la corrupción y desafueros que cometen  los políticos. - "Pero si les resbala" - ¿Sale en la tele? no le he visto. - Está en Madrid. - "¿Con toda esa basura al rededor? No es raro que no les dieran las Olimpiadas. Esa gente es muy limpia".

Mientras desayunábamos, Pascualita saltó a la mesa de la cocina - ¡¡¡Ayyyyyyy. Un marcianooooooooo!!! (gritó la Cotilla) ¡Nos invaden! - La sirena, haciendo fuerza con la cola, cayó dentro de su café con leche. Y cuando fui a cogerla, la vecina me dio un golpe en la mano - ¡Quieta! Fíjate en lo que parece. - (Ay, ay, ay, pensaba yo. Nos ha descubierto) - ¡Un churro gordo! El marciano ha tomado la forma de un churro gordo... con lo que me gustan. - Y sin pensarlo dos veces, se llevó a Pascualita a la boca, después de colocarse la dentadura postiza que solo usa cuando es estrictamente necesario, para no gastarla. Y la mordió.

La abuela y yo acabamos de llegar del Hospital. La Cotilla ha quedado ingresada en la UCI porque la lengua no le cabe en la boca... Lo mejor de esto es que, durante unos días, tendremos paz en casa.

lunes, 11 de noviembre de 2013

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! Os traigo un regalo... en realidad es para mí pero, como paro poco en mi casa, gracias a los Pinochos que me han dejado una pensión pelada como la raspa de una sardina... - Y a lo gorrera que es usted. (no me pude callar) - dejaré  aquí esta parejita de diamantes... - ¡Abuela, dile que se los lleve! A saber dónde los ha robado. Nos meterá en un buen lío. - Siento decirte que tu nieta es más tonta cada día. A éste paso acabará en el libro Guinnes de los récords ¡Que cruz tienes con ella! - "¡Son pajaritos, boba de Coria!" - Y vienen con su jaula y todo. Eso sí, la comida tendréis que comprársela vosotras que sino, no llego a fin de mes.

Puso sobre la mesa de la cocina una jaula, nuevecita, con dos pequeños pajarillos de pico rojo y cantar nada armonioso. - No los ha comprado... Esto es muy nuevo... ¿De dónde los ha sacado? - Ah, se dice el pecado pero no el pecador. - A la pecadora la tengo delante ¿Pero como puede tener las manos tan largas? ¿Y para qué quiere estos bichos? No sirven ni para caldo. - ¡Valiente capitalista te ha salido el engendro este! - Abuela ¿lo de engendro lo dice por mí? - "¡Claro!" - ¡¡¡Fuera de mi casa!!!

Cinco minutos después estaban desayunando las dos y poco después me sumé yo. Es de tontos que por un enfado, me quede sin comer. Con toda naturalidad, la vecina contó como se le pegó la jaula a la mano cuando pasó junto a un quiosco de prensa. La jaula estaba en el suelo, sola, aunque había un hombre a su lado pero no le hacía ningún caso. ¿Cómo puede decir que los animalitos son suyos? - "Siendo así..." - ¿Y qué es lo que hacía el hombre? - Buscaba monedas para pagar el periódico... que ya son ganas de pagarlo con lo fácil que es cogerlo y salir disimulando. - ¡Eran suyos! ¡Menuda pájarraca está echa! - Al oír mis gritos, Pascualita asomó la cabeza pero al ver que la abuela estaba tranquila, volvió a sumergirse ¡Y a mi que me parta un rayo!

A la hora de comer volvió la Cotilla. - "¿Qué tal te ha ido la mañana?" (preguntó, amablemente, la abuela) - No me puedo quejar. Han puesto un cura nuevo en una de las parroquias del centro, que no había vaciado los cepillos, porque aún no me conoce jejejejejejejeje Y me ha alegrado el día. - ¡Pues ya les está comprando alpiste a los pajaritos! - ¡Que egoísta es esta chica! - "Sí. Y con la edad que tiene, ya no va a cambiar"

Ahora tengo una nueva preocupación: Pascualita ya empieza a saltar de la pila bautismal hasta la mesa de la cocina porque los michelines van reduciendo y se puede comer a los diamantes. Estoy deseando que vuelva a comer de todo como antes para cebarla de nuevo.

Tomando café, la abuela ha sacado una foto de un cajón - ¡Caray, abuela, nunca pensé que fueses tan guapa en tu juventud! - Esta no es ella (dijo la Cotilla con un deje de envidia) Era resultona pero, guapa, lo que se dice guapa, como ésta, ni de coña. - "Fue Esperanza. Una mujer con una vida de novela. Brindemos por ella y ¡que le quiten lo bailao!"- Ni que decir tiene que no nos conformamos con un solo brindis.

domingo, 10 de noviembre de 2013

En cuanto la abuela ha terminado su desayuno, ha llamado a la Momia y se han ido juntas de paseo. Me ha extrañado porque el día no es de lo mejorcito. Hace viento, ha refrescado y amenaza lluvia. Con un tiempo así me ha extrañado que mi futura bisabuelita se pasee por ahí. - ¿Vais a tardar mucho, abuela? - "Lo que haga falta"

Afortunadamente ha vuelto a tiempo para hacer la comida. Con ella venían la Momia y la Cotilla. - ¡Vaya! las tres Marías juntas. ¿Había cónclave? - ¡No me digas que se ha muerto el Papa! Con lo fuerte que parecía este hombre... ¡Claro! empezó a meter el dedo en la llaga. A levantar las alfombras y barrer la porquería de años y años que hay debajo y se lo han cargado - Me sobresalté al oír el comentario de la Momia ¿Cuándo había dicho yo eso? - Hija, si hay cónclave es porque nos hemos quedado sin Papa. Por lo menos, hasta ahora, las cosas eran así pero como ahora hay dos... - No... no... (balbuceé) A mi que me registren. - "¿Por qué? ¿qué has escondido?" - ¿Se puede saber qué os pasa? Todo lo entendéis mal. - "Perdona, bonita. ¿No será que tu te explicas como una almeja?"

Me aparté de ellas porque me volvían loca. Cogí a Pascualita que estaba nadando tranquilamente en su pila bautismal y salimos al balcón. Nos acogió un vendaval que por poco me tira de espaldas. Preferí quedarme allí a pesar de todo aunque a la sirena no le gustó y se movió nerviosa en mi mano. - Estate quieta que te vas a caer - Pero no me hizo ni caso y con el siguiente golpe de viento salió disparada hacia la calle. A duras penas la cogí al vuelo por su extraña cabellera. - "¡¿Se puede saber que estás haciendo?!" - El grito de la abuela me asustó y abrí la mano. Y la sirena cayó al vacío. - ¡¡¡Pascualita!!! gritamos las dos.

Me asomé, con el corazón encogido por el macabro espectáculo que me esperaba y lo que vi fue al señor Li que saltaba de contento con la sirena en la mano - ¡Gamba golda cael de cielo! - ¡Oh, no. Se la va comer! - Y corrí escaleras abajo batiendo todos los recórds de velocidad. Cogí a la sirena a tal velocidad que el chino no supo reaccionar.

Comimos unos canelones buenísimos mientras las tres amigas, que habían visitado una exposición sobre el Antiguo Egipto,  hablaban sin parar de momias egipcias. - "Pues sigo diciendo que los jamoneros de aquí aprendieron la técnica de envolver los jamones en telas hace miles de años en Egipto" - Antes te hubiese contradecido pero después de verlas in situ, tengo que darte la razón. - contestó muy seria la Cotilla. - Es que son igualitos. Si no llevaran una etiqueta que dice Momia, hubiese creído que eran jamones grandes. Fijaos que pensé en pedirle a mi hijo que comprara uno para la boda. - "¿En serio?" - ¡Claro, mujer! No quiero que falte de nada ese día tan especial. - "Eres estupenda, suegra"

Mientras tomábamos el café llamaron a la puerta insistentemente y poco después, el señor Li se presentó ante nosotras. - ¿Dónde estal gamba golda? - Puse la más angelical de las sonrisas y le pregunté si quería café. - ¡Quelel mi gamba! ¡Tú quitálmela! - "¿Alguien entiende a este hombre?" - La bisabuelita, abriendo mucho los ojos, dijo - ¿De dónde es este señor tan raro? - Es chino (saltó la Cotilla) y tiene fijación por las gambas gordas - ¡Que pervertido! (la Momia estaba escandalizada)

   

sábado, 9 de noviembre de 2013

Mientras desayunábamos, la abuela buscaba algo en las fotos del Diario. - "No lo veo" - Ponte las gafas que ves menos que un gato de plomo. - "¿Qué sabrás tú?" - Si te pones el periódico a un metro de distancia y aún tienes que entornar los ojos ¡cegata! - "¡Y tú tonta hasta decir basta!" - Como siempre que llevo razón, la abuela se refugia en Pascualita ¡que asco de bicho! Un día haré un caldo de pescado con ella.

- "Venga, bonita, ayúdame a encontrar a Wally" - A la sirena no le hace gracia que le planten unas grandes hojas de papel delante de la cara. Al tenerlo tan cerca no puede fijar la vista y se pone bizca perdida. Corro a por la cámara de fotos y le hago una. Siempre me puede servir para ilustrar algún trabajo sobre zombis. Después, en un santiamén, se lía a mordiscos con el papel y lo hace picadillo.

- ¿Desde cuándo ponen el juego de Wally en el periódico, abuela? - "Desde nunca" - Como has dicho... - "¿Buscar a Wally?... Me habré equivocado. Quería decir: buscar a Bauzá. Y no está" - ¿Quién es ese? - "¡En Bauçá! El President,  ¡pareces tonta!" - ¿Dónde no está? - "En la Real Academia de la Lengua... ¿no sabes qué es eso? ¡Ay, Dios mío. Que cruz tengo contigo! y con Bauçá, porque tampoco parece saber qué es. ¡Claro, por eso no ha ido a la proclamación de Académica de Carme Riera!" - ¿La escritora? - "Escritora MALLORQUINA. Que no se te olvide, como a nuestros Pinochos. Tendríamos que tener su foto colgada de la fachada del Ayuntamiento, del Consell, del Consulat de la Mar, del Castillo de Bellver, de la Catedral, de la estatua del Rei Jaume, de..." - ¡Para, para!... ¿Y por qué no está? - "Porque esta señora hace cultura y los Pinochos no se arriman mucho a eso, para no mancharse, supongo"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! ¡No fue nadie a ver a Carme Riera! - "Claro que fueron, su familia, sus amigos, intelectuales..." - Me refiero a los que cobran el sueldo de nuestros impuestos. - "¿Sabes qué te digo? Que mejor, así no estorban Y nos salió barato a los paganinis porque éstos se hubiesen alojado en un cinco estrellas. Además, ella puede dormir tranquila porque, dentro de dos años, los Pinochos quizás no estén en sus poltronas, en cambio ella sí que estará sentada sobre la n minúscula" - ¿Brindamos por eso? - Cotilla, usted siempre coge las ocasiones al vuelo, tía gorrera.

- "Brindaremos porque siga escribiendo muchos años. Que nos enseñe y nos transporte en el tiempo. Que nos haga disfrutar de la lectura" - La abuela moja un dedo en la copa y lo acerca a su escote para que  Pascualita lo chupe. - ¿Pero que haces? jajajajajajaja ¿ahora te perfumas con alcohol? - dijo la Cotilla, asombrada. - Que desperdicio. Y prefiero perfumarme por dentro.

viernes, 8 de noviembre de 2013

- ¡¡¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa!!! hhhhhhhhggggggggggg No puedo respirar. ¡Un chinchón, por favor! - La abuela salió a toda prisa de su cuarto, con los ojos legañosos y cara de susto. "¡Cotilla! ¿Te estás muriendo?" - No, hija, que tengo que ir a tu boda... Pero no me llega la camisa al cuerpo. - En ese momento salía yo de mi habitación con mucha mala uva encima - ¡Pero si aún no son las ocho de la mañana!

La Cotilla se puso a llorar. Y eso me afectó pues nunca la había visto así - Perdone... grite lo que quiera. - ¡El chinchón, el chinchón! - Después de tres copas seguidas pareció calmarse - ¿Desayunamos? - "¿Se puede saber qué te pasa? Aquí no se desayuna hasta que me cuentes que te tiene tan alterada" - Es que las penas con pan, son menos...  - Al ver la firme determinación de la abuela a no darle nada hasta que desembuchara, la vecina puso un periódico arrugado encima de la mesa de la cocina. - Se lo he quitado de las manos a un hombre que se estaba tomando un café en la barra del bar de la esquina. - ¿La ha perseguido? - ¡Claro, por eso me ahogaba! Con lo gordo que es, no pensé que corriera tanto... Estaba a su espalda sin que se diera cuenta, leyendo las noticias cuando he visto ¡ESTO! - Señaló un artículo, en la página 18 del Diario de hoy que lleva el siguiente y terrorífico título: La feria mostrará diseños de ¡JÓVENES EJECUTADOS POR ARTESANOS LOCALES!

- "¡¿Qué está pasando en Pollensa?!" - la noticia es de esa localidad. Y el Claustro de Santo Domingo,el punto neurálgico. - "¡¡¡Mirad, se me están poniendo los pelos de punta!!! ¡Ha vuelto la Inquisición! ¡Nos quemarán vivas cuando se enteren de lo que hicimos con mi primer marido!" - ¡Hiciste! Yo ni siquiera estuve allí. - "!¿Ah, no?! ¿Y quién le remató con sus mejunjes?" - ¡Lo negaré todo, todooooooo! - "Nos pondrán en el potro y cantaremos como Antonio Molina... ¡Me arrepientoooooooo!" - La abuela gritaba y se daba golpes de pecho. - ¡Yo también, aunque no estuviese allí! - "¡Ya no me podré casar!" - Cómo que no (me volví práctica al instante) Adelanta la boda y así, cuando te quemen, la Torre del Paseo Marítimo será mía. - ¡Y que va a ser de mí! (clamaba, la Cotilla) - De usted no lo sé, pero me voy a quedar muuuuuuuy ancha.

Menuda mañana hemos pasado porque, aunque conmigo los dominicos no tienen nada, sentía desasosiego por si se llevan presa a la abuela y la interrogan días y días por medio de los peores tormentos... Mientras tanto ¿quién me hará la comida?

La abuela se ha refugiado en Pascualita. Se la ha metido en el escote para sentir muy cerca su apoyo moral. Y eso que la pobre aún no está bien. El color de ahogado profundo no la abandona porque la pobre estuvo, en realidad, a punto de ahogarse. Da asco verla. Está lacia, con el pelo-alga cayéndole sobre la cara. Hasta la cola ha perdido lo único bonito del bicho, su color azul-sardina. Creo que deberíamos llevársela al Médico para que la ingrese en la UCI... Además, no quiere comer y eso va contra mis intereses porque como adelgace mucho, cabrá en el termo de los chinos y tendré que llevarla colgada al cuello toda la boda... si no queman antes a la abuela.

Sentadas a la mesa nadie, salvo yo, probaron bocado. Miré a las dos amigas, habían caído sobre ellas unos ochenta años más, por culpa del miedo que se había instalado en sus cerebros. Eran viejas de solemnidad. Pensándolo con calma, el encabezamiento de la noticia de Pollensa, debía tratarse de un fallo técnico, así que llamé al Diario y todo se aclaró. No sabían si había jóvenes ejecutados pero estaban seguros, al menos aparentemente, de que la Inquisición no se había vuelto a implantar. Ni que decir tiene que brindamos por eso.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Llevo toda la mañana intentando convencer a la abuela para que pongamos la pila bautismal en el balcón. Es que Pascualita me odia. Supongo que la gota que colmó el vaso fue cuando la tiré a la cara a la Cotilla y ahora, cuando me ve, me escupe. Por eso tengo que ponerme las gafas de sol cada vez que entro en la cocina.

Pero la abuela no quiere ni oír hablar de cambios. - "¿Tú sabes lo que pesa la pila esa? Estando tan cercana la boda, no puedo fastidiarme ni la espalda, ni los riñones, ni..." - ¡Vale! Lo haré yo sola. - "Tampoco convendría que te fastidiaras tú. Imagínate qué diría la gente cuando te vieran entrando en la Catedral, del brazo del Médico, tan guapo él y tu renqueando y medio doblada de dolor. Que eres un adefesio ¡Quita, quita!"

Al final la he convencido. Después de pedir a la abuela que cogiera a la sirena (se ha echo la remolona porque dice que no la quiere traumatizar) he quitado el agua y haciendo acopio de fuerzas, he desplazado la pila hasta el balcón. Una hora después, todo estaba en su sitio, hasta Pascualita.

- ¡Avemaríapurísimaaaaaaaaaaaa! Menudo jaleo tenéis en el balcón. ¡Está lleno de pájaros! - La mirada que me echó la abuela estaba inyectada en sangre. Al levantarse para ir a ver qué pasaba, un trueno inesperado, la detuvo en seco. ¡Le tiene pánico a las tormentas! Y ésta estaba encima de casa. Durante un rato tuvimos una sucesión ininterrumpida de rayos y truenos a cual más escandaloso. Apenas se oía el soliloquio de la abuela rezándole a Santa Bárbara con la cabeza metida bajo los cojines del sofá.

Otro ruído atronador llamó mi atención: estaba lloviendo a mares. - ¡La vecina del 3º está tirándonos cubos de agua! (gritó la Cotilla) - Los rezos de la atea de mi abuela subieron de tono mientras yo atrancaba persianas y cristales para que no los arrancara el vendaval que se levantó de repente. Al llegar al balcón vi la pila bautismal rebosando agua que arrastraba algas y al barco hundido, que ahora yacía en el suelo, hacia la calle. - ¡¡¡Pascualitaaaaaaaaaa!!! grité, horrorizada. - Ahora me daba cuenta de que no había sido una buena idea sacarla fuera. ¿Dónde estaba la sirena rolliza que se arrastra sobre sus michelines cada mañana pidiéndonos comida? - ¡¡¡Pascualitaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! - Ni siquiera yo podía oírme a causa del ruido de la tormenta. Estaba empapada y era tan espesa la cortina de agua que caía que a penas se veía a dos palmos. Los pájaros habían huido asustados pero ¿solos?

De repente escampó y a un tímido rayo de sol le precedió un hermoso y limpio cielo azul. Yo seguía buscando a la sirena, desesperada. Entonces el Municipal apareció junto al balcón. - "Ha venido Bedulio para ver sí estamos bien" - oí decir a la abuela, pero yo solo tenía ojos para aquel hombre que llevaba a Pascualita ¡agarrada a la placa del uniforme! Como un rayo salté hacia él y mientras le plantaba en los labios un beso de tornillo (quizás por los nervios que había pasado o porque sentía una necesidad acuciante) cogí a la sirena y la metí en mi bolsillo. Después, como una virgen vestal avergonzada, corrí a encerrarme en el baño mientras, al pasar, veía las bocas abiertas de la abuela, la Cotilla y sobre todo, del Municipal. Al cerrar la puerta escuché a la vecina decir - ¡Y parecía tonta la jodía!



miércoles, 6 de noviembre de 2013

Mientras desayunábamos, la abuela y yo estábamos tan enfrascadas en una discusión a cuenta del frenazo y marcha atrás que dio el ministro Wert "el metepatas", que nos olvidamos de Pascualita. Ella también tenía hambre porque, oficialmente, no había comido nada desde ayer noche. Y ya que no podía saltar porque su cuerpo no era tan ágil como antes debido a los michelines que rodeaban su cintura, dio coletazos al agua y pronto hubo más en el suelo que en la pila bautismal. - "¡Huy, pobrecilla! Mira como pide su pienso" - La abuela la llevó hasta la mesa para que comiera con nosotras pero, ayudándose con la cola, dispersó el pienso de pescado que se le ofrecía y reptando como una boa constrictor, se metió de cabeza en mi taza de cola cao - ¡¡¡Pascualita!!!

- "Este bicho tiene querencia por el chocolate... Es por tu culpa" - Muy bonito. Tu la malcrías y la culpa es mía. - "Al fin y al cabo, yo soy la abuela ¿y para qué estamos? para malcriar a los nietos" - "¿Eso es tu nieta?" - dije, señalando a la sirena que, en esos momentos, se asomaba al borde de la taza con el pelo-alga chorreando. Pascualita no cesaba de lamerse. - Es una injusticia lo que hacemos con ella. Primero le enseñamos lo bueno que está el chocolate y luego le prohibimos que se lo coma... - "Supongo que sí pero quiero que venga a mi boda... Solo serán unos días" - No creo que sobreviva para entonces. - "Bueno, te tacho de la lista de invitados y ya está" - ¡¡¡Me refería a la sirena!!!

Hay que ver la que ha liado el Wert ese. Todo lo que toca lo estropea - "A mi me da pena. Le han dado un cargo y lo han lanzado a los leones"  - ¿Tú crees? - "Naturalmente. Se coge a una persona que tiene el ego muy hinchado. Se le dice que es el más guapo y más alto del Gabinete Ministerial y el hombre se hincha aún más. En el momento de entregarle la cartera, con su nombre y todo, le dicen ¡Dale caña al mono! que nosotros estaremos detrás de ti para animarte" - ¿Quién es el mono? - "La Comunidad escolar. Y como Wert nunca ha sido ministro,  embiste contra todo como un elelfante en una cacharrería mientras en sus oídos resuena un mantra: tu eres el poder, tu eres el poder" - ¡Ay, abuela! Da hasta miedo. - "¿Y que se le puede pedir a alguien que nunca ha sido ministro?" - Llevo media hora pensándolo y aún no lo sé... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Habéis sabido algo de WERTlusconni? - ¿Quién es ese? - A buen entendedor, pocas palabras bastan, boba de Coria. - (La Cotilla ha venido "graciosa" y habrá que aguantarla)

Mientras comíamos se quejó de la ensalada - ¡Es muy WERTde! - "No tenía tomates" - ¡No se queje tanto, que todo es gratis! - ¡Que poca WERTgüenza tiene tu nieta! - ¿Yooooooooo? La come de balde es usted. Y así siguió el cachondeo hasta que nos sentamos a tomar el café - ¡Niña! pónme un WERTchinchón - Eso no pega ni con cola... que pesada. - ¿Sabes lo que tendría que haber echo tu padre? - ¿Mi padre... qué? - Dar marcha atrás, como WERT y ahora no tendríamos que soportarte ¡sosa! - No me lo pensé dos veces y le tiré a Pascualita a la cara, donde se entretuvo mordiendo todo lo que sobresalía. Ahora ni ve, ni puede sonarse, ni comer... por lo menos estaremos unos días tranquilas.

martes, 5 de noviembre de 2013

No hemos podido comer tranquilas. Cuando íbamos por el primer plato han llamado, insistentemente, al timbre - "¿Quién será a estas horas?" - Alguien que tiene prisa. - "Pues ves a abrir" - No puedo, que se me enfría la sopa. Vaya usted, Cotilla" - ¿Yoooooo? No puedo, soy una invitada. - "Pues alguien tendrá que ir porque, a quién sea que esté al otro lado de la puerta, se le ha pegado el dedo al timbre" - ¿Por qué no vas tú? - "Porque he echo la comida" - Si no le hacemos caso, se cansará y se irá (dijo la Cotilla)

Cuando empezamos con el segundo plato ya empezaba a sernos molesta la escandalera. - "Que cuajo tiene el que toca" - A ver si va a ser algo urgente... - Por muy urgente que sea, no se molesta a la hora de comer... ¿Me pasas más tortilla?... Y ensalada... ¡Que pesado! - ¡O pesada! - "Las mujeres no somos tan metepatas (dijo la abuela)  ¿Os parece que nos juguemos a los chinos quien va a abrir?"

Después de los timbrazos vinieron los golpes y las patadas a la puerta. Y los gritos. - ¡¡¡Abrid. Abrid!!! - Esta vez pudo más la curiosidad que el hambre que, al fin y al cabo ya estaba saciada porque nos habíamos comido hasta el postre. - "¿Qué pasará ahí fuera?" - Parece que hay mucha gente en el rellano - ¡Esa voz la conozco! - Es de la chafardera del 5º

De repente, se abrió la cristalera del balcón y la casa se nos llenó de bomberos, a cual más sugerente - "¡Gracias, Dios mío, por hacer realidad mi sueño erótico!" - gritó la abuela poniéndose de rodillas con los brazos en alto. - ¿Están bien, señoras? - No tanto como tú, pimpollo. - ¿Por qué no habrían? - "Porque estábamos comiendo" - Ante semejante razonamiento uno de los hombres puso los ojos en blanco mientras otro abría la puerta de la calle. Empujándose por entrar, Andresito y el Municipal se atascaron en la entrada. - ¿Os ha pasado algo? (pregunto, impaciente mi futuro abuelito) - ¡Ya he vuelto a picar! (se quejó el Municipal)

Una vez aclarado que no se debe llamar a una casa cuando se va a comer sopa porque se enfría, nos dejaron  solas con Andresito que estaba al borde del infarto. - He venido a aclarar las cosas. Mi madre no es una cabra loca. - Le mirábamos con los ojos como platos. - Quiero decir que no me tuvo con doce años... - En la pila bautismal, Pascualita, asustada por todo el jaleo que se había formado en casa, daba saltos mortales dejando el suelo perdido. - Tenía 18 años cuando yo nací... Lo que pasa es que se quita años jejejejeje... Ya sabéis como son las mujeres... perdón, sois... - "¿Para eso has montado todo este jaleo?" - Tenía que aclarártelo... - ¡Tu madre es más vieja que Matusalem! (gritó la Cotilla) - Hay que decirlos a los del libro Guinnes ¡Y nos darán una pasta! - Creo que no dan nada (dije yo) - Calla, sosa. Quién dice DAN, dice COGER.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Cuando he llegado a casa estaba la mesa puesta con la vajilla nueva y las copas que juntó la abuela con los puntos de los polvos de lavar. - "Tenemos invitados. Vienen Andresito y su madre" - ¿No querrán echarse atrás con la boda? Es que me gusta mucho la Torre del Paseo Marítimo. - "¡No, boba! Además, me la deja en herencia" - Para mí eso no es ninguna garantía. - "Pues debería serlo porque, para cosas como esta, nunca quiero ser la primera en irme" - Un escalofrío recorrió mi espalda. - No sé lo que quieres decir, abuela. - Me miró sonriente. - "Eres tonta... pero no tanto" -Pobre Andresito, pensé, aunque en seguida me repuse pensando que, algún día despertaría viendo la bahía de Palma desde la cama y eso bien vale el sacrificio... de otro.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Hay banquete? Eso se avisa, mujer y no hubiese desayunado. - Es una comida F-A-M-I-L-I-A-R (dije recalcando las letras) - ¡Qué bien! Seremos cinco por lo que veo. - Así es, porque también viene el Médico. - Pues vaya fallo, guapa, porque no le habéis puesto cubierto.

El Médico no vino. Estaba de manifestación contra los recortes de Sanidad y la Cotilla ocupó su lugar. Hay que ver lo bien que come la Momia: ocho canelones rebosantes de bechamel que rebañó con pan hasta dejar el plato brillante - (¡Vaya saque que tiene tu futura bisabuelita!) musitó en mi oído la Cotilla - (Usted no se queda corta. ¡Ya lleva doce!) - (Así ya habré cenado)

Mientras La Momia comía a dos carrillos, Andresito se pasó la comida pidiendo prudencia a su madre pero ésta había desconectado el sonotone, sabiendo lo pesado que podía llegar a ser su hijo y disfrutó de lo lindo.  Luego, con una copa de cava en la mano, propuso un brindis: - Por el hallazgo,tal día como hoy, de la tumba de Tutankamón. Un momento maravilloso, irrepetible y lleno incertidumbre porque no se sabía si la tumba había sido violada por los ladrones. Howar Carter, como era muy responsable y un sieso, si lo sabré yo, no quiso abrirla hasta que llegó san Paganini, o sea, Lord Carnarvon. - "¿Conociste a Carter?" - Estaba liada con él. Y también era la amante del Lord. Yo no era tonta y allí había aventura y dinero. - ¡¡¡Mamá, por favor!!! - Como no me salían las cuentas, levanté la voz para que la Momia me oyera. - ¡Pero si hace 91 años de eso!... ¿cuántos tiene usted?

Se montó una discusión sobre mi mala educación - "Ay, que disgusto me acaba de dar" gritó la abuela de manera poco convincente. - ¡La cruz que tiene esta mujer con su nieta! (apostilló la Cotilla) - Yo era muy joven entonces... Bellísima a mis 16 años... - ¡Esta tía es de la quinta del faraón ese! - ¡¡¡Cotilla!!! (gritamos todos) - Entonces oímos un chapoteo que venía de la cocina. Andresito nos miró extrañado. La Cotilla palideció. La abuela y yo nos hicimos las locas y la Momia, poniendo los ojos en blanco, suspiró - ¡Ay, querido Tut!

domingo, 3 de noviembre de 2013

Estoy un poco empachada de rosarios. Andresito le regaló varios a la abuela y mientras ella se comía las frutas escarchadas, yo me ponía tibia de panellets y bombones. Después llegó la Cotilla, a tiempo para comerse las patenas. Cuando acabamos, sacó otros rosarios que llevaba en el bolso. Eran de los modernos pero no les hicimos ascos. Nos hinchamos de nubes y demás chucherías. Todo regado con sus copitas de chinchón, por supuesto.

Esto lo comimos justo después del desayuno, que los domingos incluye ensaimadas.  Así que, a las once de la mañana, nuestros estómagos estaban a punto de reventar. Y el de Pascualita también. No se quedó sin probar los dulces de éstas fiestas. Aunque se las dimos de extrajis porque sigue con su régimen. O sea, cada vez más gorda.

La Cotilla, que no perdona una, preguntó por el menú del día. - "Creo que con lo que hemos comido, estamos listas hasta mañana" - ¡¿Qué dices?! Si han sido cuatro chuches que he encontrado en el contenedor ... digo, que compré ayer tarde. - ¿En el contenedor del súper? ¡¿Desde cuándo estaban allí!? (la voz me salió algo chillona porque me estaba poniendo histérica) ¡Un día nos va a matar a todas, pajarraca! ¡Ay, abuela, yo notaba un gusto raro! - "¡No digas tonterías! He visto como te chupabas los dedos" - Porque se pegaban. - "Todos los dulces se pegan" - ¿Y si los han chupado las ratas? - "¡Ay, calla, calla!" - ¿Qué ratas? En este barrio ya no quedan. Hay quien las hace estofadas porque no les llega la pensión para comprar carne. - ¡¡¡Cotilla!!!

Al final, la abuela ha echo paella - No le pongas conejo, por favor (le rogué) - ¡Que cruz tienes con esta nieta! (se quejó la Cotilla a quien le conejo le pirra) - Para no romper la tradición, esta vez tampoco me hizo caso la abuela y mientras comía, un sudor frío me iba y otro me venía, imaginando que estaba comiéndome una de las ratas de cloaca que me tocan, como ciudadana que soy. Para combatir tan desagradable sensación, cambié el agua por el chinchón y la cosa mejoró.

Mientras tomábamos el café, a la abuela le vino algo a la memoria - "El otro día, los diputados de las Cortes nos dieron una lección práctica del fervor y entrega con que hacen su trabajo" - Abuela, no bebas más. - "Que lo vi en la tele. Sus "señorías" tenían que votar no se qué cosa que estaba diciendo el Presidente de la Cámara con un soniquete que dormía a las ovejas. Y se pusieron a votas todos a la vez. Sin titubear. Después, todos a una, se levantaron y salieron de estampida. ¿Habrá fuego? pensé. Mientras, el Presidente seguía, con la alegría que le caracteriza, enumerando los votos y cuando dijo : Finaliza la sesión, porque es costumbre decirlo, ya no había una rata" - ¡Abuela! - Corrían los diputad@s por los pasillos como si les hubiesen puesto un cohete en el culo. En sus escaños se dejaron la vergüenza jejejejeje ¿A ver cómo explican ahora esta espantá?" - ¿No sería que iban a cobrar? - "Ahora que lo dices... vete tú a saber... ¿Brindamos por su buena forma física?" - Vale... Pónme poco que luego me duermo. - A mi lo que me toque y lo que sobre de ésta. - "Sí, Cotilla"


sábado, 2 de noviembre de 2013

Me salió cara la broma que les hice a la abuela y a la Cotilla. Cuando despertaron de la siesta sus caras fueron un poema al verse con la flor en el regazo y rodeadas de velones encendidos. Para dar verosimilitud a la escena, hice como que rezaba el rosario entre hipos y llantos - "¡¿Qué pasa aquí?!" - se sorprendió la abuela. La Cotilla saltó del sofá como si la estuvieran pinchando. Y eso fue todo. Quedé algo defraudada porque esperaba más reacciones. Estas vinieron con retraso. Una hora y media después, cuando la abuela se disponía a salir hacia El Funeral. Se acercaron a mi sin que me diera cuenta y entonces, ¡zas! Recibí, a la vez, una patada en la espinilla con la puntera metálica de las botas de la abuela y un capón en todo lo alto de la coronilla, de parte de la Cotilla. Todavía estoy coja y me duele la cabeza.

Apenas he podido dormir de dolor. Pero en cuanto me he traspuesto, el frío de la muerte ha corrido por mi garganta. Aterrorizada, me he sentado en la cama y ha sido entonces cuando me ha caído el chaparrón. ¡Un cubo de agua helada se ha derramado sobre mí! He saltado de la cama a la pata coja, gritando como una posesa - ¡¡¡Abuelaaaaaaaaaaa, me ataca el abuelitooooooooo!!!

Me he ido a dormir al sofá dejando la luz de la salita encendida - "¿Te han subido el sueldo para derrochar de ésta manera?" - La abuela ha aparecido de repente y mi sensible corazón ha estado a punto de desbocarse del susto. - ¡No apagues, por favor! - Naturalmente, no me ha echo caso... Cuando he oído que arrastraban las sillas del comedor, me he levantado corriendo a encender la luz otra vez y al volver al cobijo del sofá, he oído: - Schiiiiist... - Me he girado, con el miedo en el cuerpo y los pelos como escarpias. En ese momento, un pequeño fantasma, ha venido volando hasta mí. - ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh!!!

Me ha despertado la sirena de la ambulancia que me llevaba a la clínica. A mi lado estaba el Municipal, muy serio - ¿Y... y mi abuela? - pregunté con hilo de voz. - Se ha quedado en casa con un ataque de risa... por los nervios, supongo. - ¿Qué me ha pasado? - Creen que tienes un infarto.

La abuela y la Cotilla estaban en la habitación del hospital. - "¡Hemos traído chinchón para celebrar que todo ha ido bien!" - No sé si puedo... - ¡Claro que puedes! jajajajaja Estuviste sembrada. - "Casi me hiciste creer que te ibas al otro barrio. ¡Ay, que risa pasé!" - Es que me iba. - ¡Exagerada! que sosa eres, chica, no sabes aguantar una broma ¡Que cruz tienes con ella! (dijo la Cotilla) - "Sí. De todas maneras, brindemos" - ¿Y yo? (protesté al ver que me excluían) - "Cuando seas madre, ya comerás en cazuela"

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viernes, 1 de noviembre de 2013

La abuela me ha dicho que se iba a la Rambla y ha vuelto cargada de ramos de flores. - ¿Los has traído tu sola? - "No. Un chico muy amable que me ha ayudado a bajar la acera, me ha dicho ¿quiere que la ayude, señora? Y me ha acompañado hasta aquí" - ¿Andando? - "Claro" - Ha sido muy amable porque, de la Rambla aquí, hay una tirada. - "Ha sido amable porque hasta que no hemos llegado a casa no le he devuelto su mochila" - Ya me extrañaba a mí.

- ¿Qué vas a hacer con tantas flores? - "Son para El Funeral . No veas lo bonito que queda la pared de los Finados de la cafetería. Termina pareciendo un jardín. Por cierto, fue tan buena la idea de hacer este lugar de recuerdo que nos la han copiado" - ¿En otra cafetería? - "No. Y eso es lo raro porque no podrán brindar por su recuerdo cada vez que les venga en gana. En el cementerio de LLubí" - Se ve que allí la gente es más seria que vosotros. - "Espero que alguien lleve Paquito el Chocolatero en el móvil cuando vayan de visita  " - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¿Te vienes al cementerio? Voy a llevar una flor a la fosa común. - ¿Una flor? Es usted más agarrada que un chotis. - ¡Es que no me llega la paga...! - ¡Ya sé, ya sé! ¿Qué clase de flor es? - Un cardo borriquero. - ¿No ha encontrado algo más bonito? - Pues no. He pensado coger un ramo de la iglesia pero estaba el cura haciendo guardia con la escopeta cargada. - No me extraña.

Han vuelto a la hora de comer, con magulladuras, tiritas en los brazos, mercromina en las piernas y la cabeza vendada. - ¿No ibais al cementerio? - "Aaaayyyyy de allí venimos" - ¡Que susto hemos pasadoooooo! - ¿Os han atracado para robaros el cardo borriquero? - Encima, la tonta de tu nieta, se ríe de nosotras ¡Que cruz tienes con ella... La culpa es de tu abuela. Siempre quiere tener razón y eso nos ha llevado, casi, a la perdición aaaayyyyyyyy. - "La culpa es tuya. Siempre me llevas la contraria y me haces perder los papeles" - ¿Os habéis caído en una tumba? - Abrieron ojos y bocas, de par en par. - "¿Ya te has enterado?" - ¡¡¡¿Os habéis caído en una tumba?!!!

Mientras tomábamos el café, han contado que, paseando por la parte vieja del cementerio, discutíin sobre si las losas antiguas eran más resistentes que las actuales y para demostrar que llevaba razón, la abuela se ha puesto a saltar sobre una losa con siglo y medio de antigüedad. Y no ha resistido. Han caído al vacío yendo a parar sobre las viejas tablas de los ataúdes. Y allí se ha montado un rompecabezas de huesos y  viejas, difícil de desmontar. Al oir los gritos, muchos visitantes han optado por salir corriendo del camposanto, despavoridos. Por suerte y cuando ya llevaban allí media hora, acertó a pasar un guarda y las sacaron.

Ahora duermen, mecidas por los vapores etílicos del chinchón. Les he puesto una flor en el regazo, a cada una y he encendido unos velones de los que trajo la Cotilla para el altar de Bárcenas. Jijijijijijiji Estoy deseando ver sus caras cuando despierten jijijijiji Pascualita no parece muy convencida... Aún no entiende lo que es una broma... pesada jijijijiiji