lunes, 16 de septiembre de 2013

En la cocina, a la hora del desayuno, ha reinado el verde de la esperanza. Tanto la abuela como yo llevábamos las camisetas de Crida por la Escuela Pública y eso que no nos habíamos puesto de acuerdo.

Mientras movía mi cola cao, he visto por el rabillo del ojo, una mancha verde sobre la mesa. Hasta que no pasa una hora desde que me despierto, lo veo todo borroso. Es como si estuviera en el Limbo, antes de que el Papa anterior lo quitara. Así que me he esforzado en centrar la vista y ¡era Pepe! La cabeza jibarizada llevaba una gorra con la misma leyenda que nuestras camisetas. - Abuela ¿esto es cosa tuya, verdad? - "Sí, hija, por algo soy la única artista de la familia" - ¡Me encanta!

En cuanto cogí a Pepe, un misil tierra-aire verde, aterrizó de lleno en la taza de mi desayuno y la onda expansiva me dejó chorreando. - ¡Como se puede ser tan pequeña, tan fea y tan celosa! - "Que bien te has retratado" - ¡Estoy hablando de la sirena de las narices! Mira cómo me ha puesto. - "Siempre vas echa un adefesio, así que no le eches las culpas a la pobrecilla" - Es imposible que me siente bien el desayuno pero, por otro lado, la familia que reivindica unida, jamás será vencida. Así que me he echo otro cola cao porque el anterior lo había acaparado la puñetera sardina... Que poco le gusta a la abuela que llame sardina a su amiga jejejejejeje.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¡Yo también llevo la camiseta verde de Crida! - ¿No irá a limpiar cepillos con ella puesta? - ¿Cómo que no? Hay que apoyar a la Escuela Pública donde sea. - Lo digo porque, con ese color verde, la van a pillar. - Si sales a la calle verás que hay muchas camisetas como ésta... ¿La tuya es de camuflaje? Me gusta ¿Dónde la has comprado? - Se la vendo por 20 euros... y le hago rebaja. - ¿En serio? No me esperaba eso de ti... Vale. Quitatela para que no apeste y cuando venga de "trabajar" te la pago. - ¡Oiga, que me ducho todos los días, no como usted! - Porque no me llega la paga para el recibo del agua y el de la luz... Fíjate en mi ídolo, Bárcenas. Necesita 5.000 euros al mes para pagar esas cosas...  - ¡Menudo ejemplo! - ¡El mejor! ¿A ver cuándo vas a tener tú en Suiza lo que tenía él? Y trabajaba de lo mismo. En una oficina. - ¡A mi no me compare con ese tío! - Que tonta es tu nieta. Prefiere lo mediocre en lugar de aprender de los maestros. - "Sí, hija. Nació así"

Al final se ha llevado la camiseta "camuflada" porque quería ir a la puerta del Consolat de la Mar a gritar consignas contra el President. Y quería pasar desapercibida. - Pero luego me la paga. - Está mojada. - Es que aún no se le ha secado la tinta... ¿Qué importa que la vean si va a defender los derechos de los críos? - Bueno, es que... ya que estoy allí... en medio de la aglomeración, he pensado en "trabajar" un poco los bolsillos... - ¡¡¡Cotilla!!! ¿Es que no tiene vergüenza? - ¿Es que no quieres cobrar? - Ante este razonamiento de peso... ¿que podía decir yo?

  

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