viernes, 5 de julio de 2013

Cosas que pasan.

La abuela está en un ¡Ay! Lleva toda la mañana quejándose, suspirando apesadumbrada y un poco asustada. Y aunque he intentado escuchar la conversación que ha tenido con Pascualita, lo único que he sacado en claro es que no puede contarle según que cosas porque es muy joven.

Siempre da por echo que la sirena es una quince añera pero, cualquiera sabe, ¿quién dice que no tiene 200 años? No sabemos nada de su especie: ni como nacen, ni cuanto viven, nada. Estoy segura de qué sabe más cosas de la vida..., acuática desde luego, que la misma abuela. Así que, gracias a sus remilgos, no me he enterado de lo que puede haberle pasado.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! Que cosas trae el Diario. Por ejemplo, alguien que fue mucho y ahora no es nada, se queja de que la justicia la trata como hacía la Inquisición. Y una de dos, o llevaba media botella de chinchón en el cuerpo o la han atado al potro, han dado vueltas a la rueda y ahora tiene los brazos y las piernas más largos que antes. O le han puesto un embudo en la boca y la han llenado de agua como un odre, o... - ¡Calle, ya, agonía! ¿Cómo le van a hacer eso? - ¡Oye, ahí lo pone bien claro!... ¿Y lo del otro? jajajajajajajaja ¡pa mear y no echar gota! jajajajajajaja - "No sé dónde le ves la gracia" - ha cortado la abuela - Pero si aún no he dicho nada. - "Pues déjalo correr... ¡Poned la mesa, que es tarde!"

- ¿A qué vienen esas prisas? - "Tengo que hacer un recado" - ¿A que vas al Funeral? ¿Tenéis fiesta de verano? - Algo rato pasaba y no nos lo quería decir. Pero, tanto la Cotilla como yo somos como esas moscas cojoneras que no paran de molestar hasta que logramos nuestro objetivo. Y la abuela cantó:

- "Andresito está ingresado... Habíamos leído lo de la Inquisición y nos pusimos a mil..." - ¡Jopé! - "Decidimos jugar a inquisidores y reos. El reo era él" - ¿No lo habrás quemado en la hoguera? - "Pues no sé que es peor... Se tomó dos partillitas azules... " - ¡Lo ha matado! - "Y lo torturé" - ¡¡¡Abuela!!! - "Cogí una pulsera de oro macizo de su madre y ...se la puse allí..." - ¿Dónde? - "Hice un... ramillete con todo... " - ¿Un ramillete de qué? - "Nos reímos mucho hasta que... hasta que se hinchó, más y más" - ¿De qué habla? -  "Llorábamos de risa, bueno, él, de risa no...  entonces me enfadé por no saber aceptar una broma" - Hiciste bien, ¡mira que enfadarse porque se hinche un globo! - "En la clínica no pudieron hacer nada y vinieron los bomberos" - ¡¡¡¿Qué pintan aquí los bomberos?!!! jajajajajaja ¡Estabais en un tiovivo, como el chiste de Eugenio! - "Desde fuera oía los gritos de Andresito y el ruido de la radial cortando la... dichosa pulsera... ¡Salían chispas!" - ¡Que borrachera tan tonta tiene tu abuela jajajajajajaja! - ¡Para, para, que ya me duele todo de tanto reir! jajajajajajaja.

De repente, la Cotilla se puso seria. - Un momento... Esto es lo que he leído en el Diario... ¿No me digas que eras tú?... y ¡Andresito! jajajajajajaja ¡Me voy! ¡¡¡Esto tengo que contarlo!!! - No pude detenerla, tal como me ordenó la abuela con el expresivo gesto de ¡córtale el cuello! Hay que ver cómo corre la vecina cuando tiene algo sabroso entre manos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario