Estaba tan entretenida comiendo y contándole mis cosas a Pepe cuando dos seres salidos del mismísimo Infierno, han entrado en el comedor hablando a gritos. - ¡Vade retro! - he gritado, horrorizada antes de darme cuenta de que eran la abuela y la Cotilla. Venían de la peluquería, de cambiar su imagen me han dicho. La abuela se ha puesto extensiones tipo Bo Derek en la película La mujer 10 y se ha teñido el pelo tan rojo que parece que lleva una llamarada en la cabeza. Las trenzas, cada uno de un color a cual más fosfi, dañan la vista. Le han dejado un flequillo que le cubre toda la frente, tan negro como un cuervo.
La Cotilla no se ha quedado atrás y la han teñido de verde después que la peluquera le dejase las tijeras a un loco porque lleva trasquilones de cuatro dedos. Y hasta que no me he puesto de pie no he visto que lleva rapado el centro de la cabeza y los pelos de al rededor son como una empalizada amarilla, naranja, rosa y lila. Vamos, que un poco más y me da un corte de digestión.
Mientras comían y se quejaban de que les había dejado poco potaje, he sabido que la peluquería les ha salido gratis porque han echo de modelos y de paso han cogido ideas para el día de la boda - Como te presentes así ante Andresito, echa a correr y no lo vuelves a ver. - "Pues tendrá que ir acostumbrándose a estas moderneces porque su madre, a la que hemos ido a ver, quiere hacerse algo así" - ¡¿La Momia?! - "Sí, hija. A pesar de sus años, mi suegra es una mujer de éste tiempo"
Mientras ellas tomaban el café y yo bicarbonato, llamó Andresito para prohibirle, tajantemente, a la abuela que llevara a su madre a la peluquería. Cuando colgó estaba furiosa - "¿Pero con qué ser antidiluviano voy a casarme yo? ¿Quién es él para prohibir nada? ... Éste aún no sabe cómo me las gasto jejejejeje" - Esa risa no dice nada bueno (dijo la Cotilla levantando una ceja) ¿Brindamos por algo? - "Ya lo creo que brindamos: ¡para que Andresito entre, por fin, en el siglo XXI!" jajajajajajaja... - Miedo me da la abuela.
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