martes, 14 de mayo de 2013

- "¡Somos más tontos que Abundio!" - ¿Un antiguo novio tuyo? - "¡Y encima, burros!" - ¡Bueno, bueno... ¿una sonrisita para la prensa, abuela? Mira a Pascualita, sentadita en una de las pilas bautismales más antíguas de la Ciudad... ¡¡¡Y tú tan pancha a pesar de que la policía nos pisa los talones!!! - "A mí no me pisa nada, bonita. La casa es tuya jejejejeje" - Cómo te gustan las maldades. Hace un momento yo estaba contenta pero es ver el barreño ese y ponerme de mal humor. -" Pues a mi me ha pasado lo contrario, estaba de mal humor y al ver que te enfadabas, me he alegrado"

- ¿Por qué estabas enfadada? - "A pesar de lo cortita que eres, recordarás que no hay nada más bonito que llegar en barco a Palma y ver la ciudad a lo lejos, recortada entre las montañas y el mar..." - Vaya, estás poética. - "¡No me cortes, coñe!... destacando la Catedral como muy pocas pueden hacerlo. Bien, pues llegó  Matas... ¿te acuerdas de él, verdad?" - Casi todos los días. - ..  "y quiso enmendarle la plana a quienes, en tiempos pasados, contribuyeron a que nuestra fachada marítima fuese de las mejores del Mediterráneo ¡Y ya tenemos "el Matas-Buñuelo", el inacabado Palacio de Congresos, e inacabable, porque vale una morterada de euros que, por lo visto no tenemos ¡y eso que nos recortan hasta el aire que respiramos! Así que ahora, cuando se llega en barco a la isla, los ojos se van hacia el Matas-Buñuelo como si fuese un imán ¡Y que es aixó! exclama la gente en todos los idiomas conocidos... ¿Y por qué estabas tú tan contenta?

- Porque, si tengo suerte, me despedirán ... - "¿Pero qué dices, boba de Coria?" - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaa!  ¡Que cruz tienes con tu nieta! - "¡Quiere que la despidan! Pues si crees que vivirás a costa de Andresito, vas lista" - ¡Ni a comer la invitaría yo ¡Querer aprovecharse de la familia o los amigos tendría que estar penado con la cárcel. - ¡Dejadme terminar! Nuestros Pinochos, muy orgullosos ellos, echaron a la calle a un montón de gente sin pagarles. Pero éstos no se quedaron llorando en sus casas sino que  fueron al juez y ahora los Pinochos se los tienen que comer con patatas, pero no los quieren... ¡vamos, que no los quieren ni ver!. Y el juez ha dicho ¡Vale!... - "¿Cómo que vale?" - Y aquí viene lo bueno. No trabajarán (porque no les dejan) pero cobrarán ¡tendrán que pagarles por no hacer nada!- "¿Dónde hay que apuntarse? jajajajajajaja ¡Que pardillos los Pinochos!" - ¿Crees que me cogerían a mí? (preguntó, ansiosa, la Cotilla) Solo por un par de días y luego ¡a la calle y a vivir del cuento!... Al final resultará que tu nieta no es tonta del todo (dijo la Cotilla mientras se levantaba a servirnos chinchón porque no deja pasar la ocasión de brindar por algo)

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