- "Estamos en crisis" - me dice la abuela. - ¿Ahora te enteras? - "Es que siempre estaban en crisis los otros. A mi no me afectaba." - Ni te afectará cuando estés instalada en la Torre del Paseo Marítimo, con una vista maravillosa sobre una de las bahías más bonitas del Mediterráneo. - "¿Pareces quejosa... o es envidia?" - Ni una cosa ni la otra ¿Por qué iba a estarlo si yo también viviré allí? - "¿Te ha tocado la lotería?... ¿Te has ligado al vecino de Andresito?... ¿Dónde está el truco?" - Siempre hemos vivido juntas así que, si te vas, yo me voy contigo... ¿no? - "¡NO!"

Hasta hace unos minutos no me he repuesto del soponcio. ¡Toda la vida, mi abuela ha chupado de MI BOTE y ahora que puedo yo chupar del suyo ¡me echa! ¿Cómo voy a vivir sola... si no sé cocinar? Estoy acostumbrada a llegar a casa y que me sirva sus guisos, que mi ropa esté limpia y guardada, el cuarto recogido, la compra echa, la casa como una patena... A mí edad ya no puedo cambiar de hábitos... Solo de pensar que tendré que comerme lo que yo cocine me dan arcadas.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! Pareces preocupada (le dijo la Cotilla a la abuela) - "Lo estoy porque estamos en crisis" - ¿Estás de guasa? jejejejejeje... ¿o no te habías enterado? - "Es por la justicia y me afecta... ¿Qué será de juez Castro? Lo trasladarán a Pernambuco. No durará aquí ni dos telediarios... Ahora mismo voy a montarle un altar para honrarle como se merece ¿Te quedan velas?" - ¿Al juez Castro sí y a Luis Bárcenas, no? ¡Que injusta eres! - ¡Aquí no se enciende una vela porque no me da la gana! - ¿Y a ti que te pasa? - "Está enfadada porque quería venirse a vivir conmigo y le he dicho que no. Ya lo dice el refrán: El casado, casa quiere. - ¿Y qué comerá?... ¿Oye, no pensarás venir conmigo a un comedor social? ¡Ni hablar! ¡Que te aguante tu abuela!

¿Alguien conoce a personas más egoístas que éstas? Yo no lo soy ¡dios me libre! Esto no puede quedar así - ¡¡¡Pues aquí no come nadie!!! - La abuela ha ido a por el potaje que había echo y le ha dicho a la Cotilla. - "¡Vamos a comer a tú casa!" - Vale, pero tráete el mistol, no querrás que, encima que pongo la casa, la mesa, las sillas, cubiertos, platos y vasos tenga que ponerlo también... ¡Y no te olvides la botella de vino! - "¿No tienes?" - Sí, pero si nos lo bebemos ya no tendré.

He comido pan de ayer con aceite, es que el de hoy se lo han llevado esas brujas. Pascualita se ha subido al borde de la pecera y me ha dado la impresión de que me miraba con pena ¡Ya ves qué tontería, como si un pez pudiera hacer eso! Entonces le he dado un poco de pan. Ha intentado morderlo y lo habrá encontrado duro porque me lo ha escupido a la cara, con un poco de agua envenenada. No me ha dado de lleno en el ojo pero las salpicaduras escuecen... ¿Para qué me habré levantado hoy?