viernes, 10 de mayo de 2013

- Abuela ¿has ganado la apuesta que hiciste con la Cotilla? - "Cuál ¿la de que me ligaría al cartero de nuestro barrio antes que ella?" - ¿Qué cartero? Es una mujer. - "Eso es ahora, pero siempre fueron hombres los que hicieron ese trabajo ¡y con uniforme y gorra de plato! Es que había que estar fuerte para cargar con una enorme cartera de cuero llena hasta los topes de cartas. Ellos sabían si la carta que entregaban era del novio que hacía la mili fuera, como me pasaba a mí..." - ¡Que bonito! ¿Así que te encantaba recibir carta del abuelito cuando erais novios? - "Tu abuelo no me mandó nunca una carta porque hizo la mili aquí" - Pero... ¿entonces quién...? - "Un admirador, boba. Hacía la mili en Melilla y siempre me traía regalos cuando venía de permiso. Además, sus padres eran payeses y en casa teníamos la despensa llena verduras y frutas" - ¿Y qué decía el abuelito? - "Nada. Con mis carantoñas se le olvidaba todo... ¿A qué apuesta te refieres?" -  A la de quién fue la más elegante en la coronación holandesa.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¡Por fin han tirado el Hola a la basura!  Me he tenido que pasar unos días pendiente del contenedor azul... Mira, aquí está. No hemos ganado ni tu ni yo. O sea que todo queda como estaba. - ¿Lo cual quiere decir? - Que sigo comiendo aquí. - "Pues hoy comeremos algo ligero porque estamos de luto... Un momento que voy a ponerme el broche para que se entere..." - ¿Para que se entere de qué?... ¿Un broche se va a enterar de algo? (dijo, asombrada, la Cotilla) Tu abuela está cada día  peor, así que me temo que tendré que ser yo quién se case con Andresito. Total, los gastos ya están casi echos. - ¿Y también tendría un hijo in vitro? - O sin vitro. Soy más joven que tu abuela. - No llega a una semana... - Ya, pero eso en una mujer, es mucho. - (No sé quién está peor)

Mientras comíamos sopa de ajo con huevo escalfado y sardinas con ensalada, hemos brindado con chinchón, una y otra y otra vez, en recuerdo de Alfredo Landa. Y será por la noticia de su muerte o por el efecto del licor, que hemos acabado llorando a lágrima viva... de la risa que hemos pasado recordándole en El vecino del 5º , Vente para Alemania, Pepe (¡tan vigente ahora!) y otras muchas. Luego la llantina ha continuado, viendo en la tele las manifestaciones de ayer por la Enseñanza. Tanta gente en las calles, tanto color vende de la esperanza... ¡Uf! Que panzada de llorar. Casi hemos terminado con el chinchón pero ha valido la pena porque nos hemos desahogado a base de bien. ¡Ni un kleenex limpio queda en toda la casa!

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