viernes, 22 de febrero de 2013

- No están los tiempos para tener la cabeza clara, Pascualita. Cada día pasan cosas nuevas y no mejores que las anteriores. No es raro que la gente tenga olvidos y los neurólogos lleno en sus consultas. Yo, por ejemplo ¿cuántas veces he dejado el gas abierto?... unas cuántas. ¿Y el aceite al fuego? ... otras cuántas también" - ¡No me lo recuerdes! El día menos pensado saldremos en la sección del sucesos del Diario.

 "Estos fallos son consecuencia de la crisis" - No te pongas medallas. Di más bien que tienes la cabeza a las cuatro de la tarde.- "¡Te digo que es por la crisis! ¡Y por tú culpa! ¿No te has enterado que todo ha subido? Entonces ¿por qué me das el mismo dinero para los gastos? ¿Crees que sé convertir la paja en oro?" - A mi no me mires que tampoco me han subido el sueldo. - "¡Pues ligate a tu jefe, que eres más corta que las mangas de un chaleco!" - Como si fuese tan fácil... ¿crees que no hay competencia?  Menos yo, todo el mundo ha pasado ya por el aro. Incluso el becario y el bedel. - "¿Ese no está a punto de jubilarse?" - Sí, pero necesitaba un sobresueldo. - "¿Y tú a que esperas?" - A que aparezcan los brotes verdes famosos porque, ahora mismo, el hombre está a dos velas -"¿No se tomará a mal que seas tan interesada?" - Espero que no.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! Estoy fatal. Se me olvida todo... Ahora mismo no recuerdo si he desayunado o no. ¿No te ha sobrado un poco de café de esta mañana? - ¡Usted lo que tiene es más cuento que Calleja! - No. Debe ser cosa que trae la crisis. Está la gente muy desmemoriada... gente muy importante, no vayas tu a creer. Mira, sin ir más lejos, a nuestro President. Y eso que él es joven, quiero decir que es un poco más joven que yo. Pues el hombre no se acordaba de que tiene negocios y préstamos por más de 1 millón de euros... pobrecico. - "Debe tener algo malo en la cabeza porque a mí, que me separan pocos años de él,  no se me hubiese olvidado" - ¡Que sabrás tú si nunca has sido rica!

- He traído unos cuantos cirios de una iglesia que he visitado, para que los enciendas cuando comamos. A ver si así se queda tranquilo el espíritu de marido. ¡Que genio se gasta desde que está muerto! No sabes lo que me ha costado desenredarme el pelo. Me he puesto un poco de manteca como suavizante para no tener que darme tantos tirones. - ¡Así que es manteca! Me estaba preguntando que sería esa cataplasma pringosa que lleva.

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