martes, 15 de enero de 2013

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaa! - Pues si que viene usted pronto a dar la lata. - Que simpática está tu nieta por las mañanas. - "Cotilla, ¿dónde están mis pantalones" - ¡Huy, que penaaaaaaa! Ya te está afectando la edad... Los llevas puestos, querida" - "¡Estos no, boba de Coria! Los negros. - Sigo diciendo que los llevas puestos. - "¡¡¡Déjate de coñas marineras y dámelos!!!" - La Cotilla me miró con ojos espantados - En serio, nena (me dijo) ¡Llama al médico porque tu abuela está perdiendo la razón!

Sentadas ante una taza de café con leche y mojando pan tostado con aceite, las cosas se fueron aclarando - Hija, es que todos tus pantalones son negros ¿cómo quieres qué sepa de cual hablas? - "Estoy del luto hasta la coronilla pero, una promesa es para cumplirla y eso haré mientras no cambien las cosas para bien... aunque no podía empezar peor el año porque ya está aquí la basura ¿Cuánto falta para que se vayan los Pinochos?" - Mucho. Pero no te hagas ilusiones porque estos volverán a ganar - "¡Estoy loca por vestirme de colores... No sé dónde estará el dichoso pantalón... Alguien lo ha escondido" - ¡La tonta de tu nieta! - ¡¡¡Oiga!!!

"Son cosas del Fantasma. Cuando se aburre me esconde las cosas... - Abuela, no empieces con tus historias  que luego las sueño... - "No son historias, mema. De siempre es sabido que la casa que tiene pozo o cisterna, tiene fantasma..." - ¡Aquí no hay! - "¡Sí que hay. Está en el subsuelo. Yo misma vi como lo cegaban cuando hacían la obra! - ¡Tienes razón (saltó la Cotilla) Yo también lo vi! - Eso son cuentos de viejas... - "¿Cuando dices "viejas" te refieres a nosotras?" (la voz de la abuela sonaba amenazadora, por eso intenté cambiar de tema) - Mi novio no ha ido a trabajar. Me ha dicho que no ha podido apoyar la cabeza en la almohada del dolor que siente. - "Es muy flojo el pobre... No has contestado a mi pregunta... - ¿Me habías preguntado algo? Perdona, estaba despistada.

He sido castigada a comer un bocadillo de mortadela mientras ellas se zampaban unas lentejas  que decían ¡cómeme! ¿Cuándo se dará cuenta mi abuela de que ya soy una persona mayor? - "¡Cuando las ranas críen pelo!" - ¡No hablaba contigo!

Vaya día que llevo. Mi incipiente novio a cortado conmigo. No le gustó mi actitud de ayer marchándome de casa cuando más me necesitaba. Y encima dejándolo con un grupo de locos de atar. Así que al volver a casa esta noche estaba muy desanimada. Fui a ver a Pascualita pero no estaba en su "acuario" - ¿Abuela, la tienes tú? - "No. Llevo un rato buscándola... No te preocupes. Debe ser cosa del Fantasma y la habrá puesto junto a mis pantalones" - Estaba tan segura de que la tenía ella que me fui a dormir - Anda, pon a Pascualita en su sitio que estoy tan cansada que no conseguirás que tenga miedo.

Apenas entré en el cuarto, la puerta se cerró con estrépito. De un salto me metí entre las mantas de mi cama. Entonces se apagó la luz y yo me tapé más. Durante un rato no ocurrió nada pero, de repente, "alguien" me rascaba la espalda - ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!! - Corrí como una loca hacia el comedor y me di de bruces contra un monstruo. A partir de ahí no recuerdo nada más. Debí desmayarme. Unas carcajadas me devolvieron al mundo de los vivos - Jajajajajajajaja ¡Qué tonta es, Pascualita! jajajajajaja Con una escoba, una sábana, la fotocopia aumentada de tu cara y una vela iluminando desde atrás, le hemos dado el susto de muerte. Jajajajajaja ¡Un poco más y nos la cargamos jajajajajaja... ¡Ay! que tiempo hacía que no me reía tanto.

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