miércoles, 5 de diciembre de 2012

La abuela y la Cotilla están desayunando en la cocina y yo estoy preocupada porque no sé dónde está Pascualita. Están muy nerviosas con la visita que les hará hoy la policía, así que pego la oreja por si se les escapa cómo hicieron para cargarse al abuelito - Vendrán después de comer. - "¿De comer ellos o nosotras?" - No lo sé... ¿Prefieres al del bigote? - "Ay, sí!" - Podemos cambiar, total, aún no tenemos ninguna relación fija con ellos (¿relación fija? ¡Está como una cabra!) - "No, no. El del bigote es para mí. ¡Que nervios! estoy deseando que lleguen!" (¿Por eso están nerviosas?... ¿Y el abuelito, qué?)

- "¿Te imaginas que sean de esos que la Justicia a absuelto por torturar a un detenido?... Si estuviera segura llamaría a mi "hijastro" el Médico. Como es masoca disfrutaría con unos cuantos viajes bien dados de esos machotes" - Llámale porque si empiezan a repartir tortas, mejor que se las den a él que a nosotras jejejejejeje - "¡Y encima le haremos un favor jajajajajaja" - La sangre me hervía. No podía dejar pasar por alto lo que estaban diciendo. - ¡Ni se te ocurra llamar al Médico! Si alguien le tiene que pegar, me basto y me sobro yo ¡Ojito con lo que decís! - Que amargada es esta nieta tuya. Es que no sabe seguir una broma ni hacer una gracia ¿Qué te cuesta darle una alegría a tu... ¿novio?... ¡Egoísta! .

Los policías llegaron cuando estábamos tomando el café y el chinchón se paseaba como Pedro por su casa, de mano en mano. Pascualita, que se había pasado gran parte del día, agarrada al coletero que llevaba la abuela para sujetarle la cola de caballo, no perdía de vista la botella esperando que le cayera alguna gotita en la boca.
En cuanto los vieron se volvieron locas - "¡Pero que guapos vienen hoy! Siéntense... o mejor ¡sentaros! Ya nos tenemos confianza ¿verdad?" - ¿Un café... con leche, cortado, con azúcar, sacarina?... ¡que tontaaaa! sacarina no jijijijiji Alguien que da esos porrazos no toma nada edulcorado jijijij - No queremos nada, gracias... Vamos a ver si aclaramos algo... ¿Qué porrazos?- "No sea tímido que lo vimos por la tele. Menuda tunda recibió el preso, ¡igual que en las pelis americanas! - Los dos hombres se miraron - ¿De qué hablan? ... A ver ¿qué pasó antes de que su marido muriese? - "¡Oh! No saque a relucir historias del año Catapún. No hay nada como el presente... ¿un chinchón?" - Céntrese en lo que le pregunto, por favor - "Que más quisiera yo pero ese bigote ... ¡Ay, ese bigote!"

Una hora más tarde y dos aspirinas por barba, los policías salieron igual que habían entrado, es decir, sin aclarar nada. Al llegar a la calle estaban consternados - Voy a pedir que nos liberen de este caso - El Municipal, que pasaba por allí, al verlos en estado comatoso les recomendó tila, tila y tila y sobre todo, que no se acercaran a 50 kilómetros a la redonda de esa casa.

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