martes, 25 de diciembre de 2012

Desde bien temprano la abuela está metida en la cocina trajinando con ollas y sartenes. La oigo hablar con Pascualita y por lo que dice, da la impresión de que cocina para un regimiento. - "Los huesos y las carcasas van muy bien para los caldos. Recuérdalo cuando estés en tu hábitat y te ahorrarás un dinerito... Aunque es conveniente que le pongas un poco de gallina... ¿Tenéis gallina allí o algo parecido?..." - No pude por menos que entrar a reirme un poco de mi abuela - ¿Hacer un caldo debajo del mar?  jejejeje. Se juntaría el agua del mar con la sopa y ¿a ver qué comida sería esa?.. Lo único bueno es que no haría falta echarle sal jajajajajajaja...  ¿Para cuantos es la comida que preparas? - "Para 25" - ¿Tenemos tantos parientes? - "Son amigos de El Funeral. La Navidad tiene que celebrarse en familia"

 ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! Hum, que bien huele... A mi me pones dos platos de lo que estás haciendo. - "Déjame unas sillas porque no me bastan las que tengo" - ¿Quién viene?... espero que hayas hecho bastante porque no quiero quedarme con hambre... ¿Cuánto piensas pagarme? - "Pagarte ¿por qué?" - Por el alquiler de las sillas. - "No me las alquilas, me las dejas, Cotilla"  - Mira, guapa: hermanos, sí, primos no. Si las quieres las pagas a tanto la silla. No me mires así que no esta la cosa para ir dejando las cosas alegremente.Quién algo quiere, algo le cuesta. - "Tienes razón. Antes de comer te pasaré la factura por la comida, que luego te duermes y no te enteras de nada" - ¿Me vas a cobrar? ¡A mí! Que cara más dura. Si yo le pongo precio a las sillas es porque no llego a fin de mes, en cambio tú... - ¡¡¡Abuela, no la invites a comer!!!

Me ha faltado poco para echarle a Pascualita a la cara. Que mujer más egoísta. Las dos hemos bajado las sillas a regañadientes, ella porque pensaba que la abuela abusaba de su buena fe y yo porque no quería trabajar.

Poco a poco fueron llegando los invitados. Mi escasa familia, cada vez más vieja y cascada aunque manteniendo el tipo y los amigos de la abuela, la mayoría tan rumbosos como ella y vestidos, totalmente de negro siguiendo la consigna de no ponerse de colores mientras los Pinochos sigan con su política de recortes.

La mitad de la comida empezó metiéndose todos con Rajoy y sus incumplidas  promesas - ¡A mi no me llega la paga para nada! - Todo ha subido, hasta los percebes y este año no he podido comprarlos ¿Dónde se ha visto una Navidad sin percebes?.

 Después de las primeras copas empezaron los chistes y las risas a costa de la ministra Bañez - Jajajajaja, A fichado a la Virgen del Rocío y ni así srregla sus desaguisados!

A los postres, con las correas y las cinturillas desabrochadas, porque ya no cabía nada más en aquellos estómagos, se metieron unos con otros - Que fea estás, Pilar ¿Qué te has hecho? - ¡Envidiosa! Un ligero estiramiento de la piel del rosto. - ¿Ligero. Acaso no es el ombligo lo que te soma por el escote? -  ¡Te voy a dar una guantá en toa la boca! - La Cotilla, que había cumplido lo de comerse dos platos de todo, aprovechó el momento en que sacábamos el café y el chinchón para darse una vuelta por la mesa pidiendo un euro a cada uno de los invitados "para una buena causa" Al llegar a mi lado la agarré del brazo y le susurré ¿Qué buena causa es esa, bicho? - La mía... Soy mi propia ONG.

Se brindó, ya no sé cuantas veces, por la Navidad, el Año Nuevo, el cambio de Gobierno, la subida de las pensiones, lo buenos que estaban los novios, y las novias, por la abuela, por el dueño de El funeral, por... Yo qué sé. A esas alturas de la película lo mismo me daba que fuera de indios y vaqueros o de vaqueros e indios ... ¡Menuda tajada llevábamos todos encima! jajajajajaja, Si hasta jugaron al sex poker... pero yo ya me había dormido ¡jopé!



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