lunes, 5 de noviembre de 2012

La abuela está esperando,como agua de mayo, que llegue el día de mercado para correr a comprarse otro cerdito de barro e ir llenandole la panza de calderilla de euro pero, como es lunes y a mi me sienta como una patada en la espinilla, no puedo consentir que nadie sea feliz a mi lado y me he propuesto amargarle el día.  - Si en lugar de euros fueran pesetas, ahora tendrías 20.000 y pico. ¡Eso te pasa por decir que sí a todo lo que te cuentan los políticos! ¿No querías Europa, no querías una moneda única? Pues ¡toma! ahora tienes 130 euros de nada. - Se ha quedado pasmada, pero no parada porque me ha tirado un vaso a la cabeza que, si me da, me descalabra ¡Será bruta! Y encima me ha obligado a recoger los trozos, lo que ha motivado que llegara tarde al trabajo y que el encargado, al que tampoco le gustan los lunes, sobre todo desde que nos anunciaron los recortes, me haya echado una bronca que me ha dejado temblando.

A mediodía no he comido lo mismo que la abuela y la Cotilla: un plato de sopa que olía a gloria y chuletitas de cordero con ensalada. A mí me ha recalentado un poco del arroz que sobró ayer y gracias. Al ir a protestar me ha dado un pisotón que he visto las estrellas y... a Pascualita, colocada como un broche, en su vestido. La sirena ha sacado los dientecitos de tiburón a pasear mientras me miraba con cara de pocos amigos (¿Y a ésta qué le he echo?) La abuela le habrá calentado la cabeza contra mí.

Quién más disfruta con nuestras discusiones es la Cotilla, sobre todo viendo mi mísera comida - ¿Estas a régimen? falta te hace porque esos michelines no paran de crecer ...¡Qué ricas están las chuletas! cada día cocinas mejor... ¿Puedo darle una a tu nieta?...  mejor no, no vaya a ser cosa que le gusten y nos deje sin jajajaja ... ¡No sabes lo que te pierdes, mona! ¡¡¡Ay!!!...¿Me has dado una patada, boba de Coria? Que mal educada  y envidiosa es tu nieta. Que cruz tienes con ella.

 A la hora del café la abuela no encontró la botella de chinchón - "Cotilla ¿no te la habrás llevado a tu casa?" -  Cuando me cansé de verlas ir de un armario a otro saqué la botella y anuncié - Como la he pagado yo, me la quedo y la que quiera beber, que pague. - Pero si a mi no me llega la paga a fin de mes (lloriqueó la Cotilla) - "¿Dejarás a tu abuela sin chinchón?" - Sí, señora - Y para ratificar mis palabras me fui bebiendo, a morro, todo el licor. He dormido toda la tarde. Tengo la boca pastosa, En mi cerebro suenan tambores de guerra. Estoy fatal. Me mueroooooooo... ¿He sacado algo en claro?... ¡Y yo que sé!

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