martes, 27 de noviembre de 2012

La abuela esta como el día, mustia - "Que día más triste. Llueve y llueve y lo peor está por llegar... ¡El frííiíoooo polaaaaaarrrrrrr!" - Lo dices como si fuera a venir el Coco. Estamos en Otoño y hace el tiempo que toca. No llueve solamente aquí - "¿Qué quieres decirme con esto? ¿Mal de muchos, consuelo de tontos?... ¡Pues no me consuelo! ¡Quiero que me toque la Primitiva y marcharme a un lugar donde brille el sol y haga calor!" - Pero si ayer hacía sol aquí. - "¡Pero hoy no!" - Que tiquismiquis eres, abuela. - "¿Sabes qué te digo? que no vendrás conmigo. Me iré con Pascualita. Ella nunca me contradice y estará encantada de ir a un lugar calentito..." - Me extrañaría mucho porque éste bicho debe habitar en las simas submarinas donde no entra la luz nunca. "¡Ya habló la lista! ¡Mira que ojos tiene! ¿Para qué los querría en un lugar oscuro?" - Eso son ojones, abuela. Y no estoy de acuerdo en que no te contradice. A veces se zambulle dejándote con la palabra en la boca jejejejejeje - "Se lo habrás enseñado tú"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿A dónde dices que nos vamos?... Si invitas, me apunto a un bombardeo, ya lo sabes. - "Bien que lo sé, pero no vamos a ningún sitio. No tengo pasta" - ¿Ni para hacer macarrones? ... tenía yo antojo de comerlos hoy. - "¿Con este frío?" - ¿Frío? No hace. Mira, voy en manga corta... Soy una chicarrona del norte jejejeje no como tu nieta, mírala, está encanijada ¡Saca el pecho pa fuera, mujer que esas cosas no duran tiesas toda la vida! - Basta con mirarla a usted. Parece la caída del Imperio Romano. - ¿Me dejas que le de una guantada? Es una desvergonzada y una egoísta... ¿a quién habrá salido semejante especimen? - A mi marido. Es clavadita a él la pobre. - ¿Y por qué no puedo parecerme a mis padres? - "¡Porque no! Tu madre era una santa y tu padre... Rafael el Rápido. Conoció a tu madre, la conquistó, la embarazó y desapareció. Todo esto en una semana. Mira si era rápido, en cambio tu llevas media vida vivída y aún no me has dado un biznieto... Mi marido era igual. Pensaba tanto las cosas que acababa olvidándolas. Casi se me pasara el arroz. Al final tuve que darle un aporte triple de vitaminas mezcladas con no se qué cosa que me dio la Cotilla y esa noche, que podría llamar gloriosa si no hubiese conocido después a Andresito, quedé embarazada. El nunca volvió a ser el mismo y dos días después  murió" - ¿Le matásteis? - "Yo no diría tanto ¿verdad, Cotilla?" - Tanta vitamina no fue buena para él. - ¡Madre mía! ¡Os cargásteis a mi abuelo! - "A tu abuelo, no. Aún no lo era...¡Y no grites, que a nadie le importa nuestra vida!" - ¡Sois unas brujaaaaaaaaasssssssaaaaaaaayyyyyyyy! - Dichosa sirena. En todo el ojo me ha dado el chorrito de agua envenenada. Menos mal que la Cotilla había salido a por la botella de chinchón para calmarme los nervios y no ha visto el ataque... ¡¡¡Aaaaaaaayyyyyyyyy!!!

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