miércoles, 1 de agosto de 2012

- "¡Ay, Cotilla, que nos hemos endeudado hasta las cejas!" - Dichosas vosotras que los bancos todavía os dan crédito. Debéis tener el riñón forrado - ""Hasta mi bisnieto tendrá que seguir pagando, pobrecito" - Si es por esto no te preocupes porque ni lo tienes ni lo tendrás. A esta se le va a pasar el arroz en un decir Jesús (y me miraba al decirlo) - "Ahora que lo dices...  ¡es verdad! . Ves, no hay mal que por bien no venga... pero tu tampoco te salvas, guapa. Endeudados estamos todos" - ¡Te juro por mis muertos que no debo un euro a nadie! Solo voy una vez al mes al banco a recoger la birria de paga que me da el Estado y salgo corriendo diciendo ¡Santa Rita, Santa Rita, lo que se da no se quita! No saludo ni cuando llego ni cuando me voy no vaya a ser que al darles conversación, me pidan algo - "Pues, aunque no quieras estás en el mismo saco que todos los baleares. El Govern se ha metido en un jardín de intereses altísimos y los paganos somos nosotros" - ¿Para variar? - "Pues sí... jejejejejeje... A nosotras nos van a sacar poco porque nos quedan dos telediarios pero a ésta jajajajaja...(me señalaba con el dedo) Porque una vez que me haya ido al otro barrio ya me pueden presentar recibos jajajajaja y ¡que les vayan dando! jajajajaja..." - Tienes razón y para celebrarlo ¡me quedo a comer!

- Que buena está el agua del mar por la noche... Ayer serían las 10 cuando me bañaba desnuda - Así me gusta, que tenga compasión de los pobres bañistas - ¿Qué mosca le ha picado a tu nieta? - Tiene que ser un susto verla como su madre la trajo al mundo ¡yo tendría pesadillas! - Tu tendrías envidia. Ya te gustaría estar tan bien como yo cuando tengas mis años - "Perdona pero, en este caso, la elegida de los dioses soy yo" - terció la abuela y se tiraron media hora porfiando cual de las dos tenía la piel más lisa. A punto de llegar a las manos, quisieron saber mi parecer y dije lo que sentía: - Poc mes o manco... - La abuela acertó a darme en la cabeza con su zapatilla y me abrió una brecha en la frente mientras la Cotilla apartó de una patada la silla tras la que me refugie y me di una costalada contra el suelo. Me marché dolorida y enfadada a ver a Pascualita. Ambas estábamos marginadas en esta casa. En este momento éramos almas gemelas y juntamos nuestras ansias de venganza. Volví con ella a la salita donde las dos amigas se habían olvidado por completo de mi mientras veían las Olimpiadas y estaban de acuerdo en que lo mejor, para conseguir una medalla, era robarla - "Mandamos un político y les limpia el medallero a los ingleses" - El agua azul de la piscina atrajo a mi ¿amiga?. Saltó hacia adelante enredándose en los pelos de ambas. En un instante todo fueron gritos, mechones arrancados y mordiscos a granel. Pascualita quería llegar hasta el agua y casi lo consigue... pero solo logró estrellarse contra la pantalla del televisor.

Cuando la Cotilla quedó fuera de combate con ayuda del chinchón, la abuela, con la cara hinchada, me recriminó los hechos sin recordar que ellas habían empezado primero - "¿Por qué lo has hecho? " - Porque la venganza es un placer de dioses ¿verdad Pascualita?

No hay comentarios:

Publicar un comentario