Con la que está cayendo, la abuela y Pascualita estaban en el balcón contemplando el panorama mientras la gente, en la calle, se apresuraba a cobijarse bajo una sombra. La sirena entraba y salía de la pecera dándose el gusto de refrescarse pero la abuela, vestida de negro como si fuese un cuervo, miraba al cielo y suspiraba. - ¿Qué pasa? - "El cielo se acuerda de mí... Ay" - Mira, que bonito... ¿Piensas en irte para allá pronto? - "Que más quisiera?" - No sabía que estuvieras tan desesperada - "Desesperada no pero..." - ¿Te has peleado con Andresito o con la Cotilla (por cierto, esta noche me ha tenido en vela porque ha entrado más de cinco veces en casa y tú sin enterarte ¡que cuajo tienes!) - "¿Pero no dijo que vendría? para qué me voy a preocupar... Y no me he peleado con nadie ¿a qué viene eso?" - Como ya quieres morirte... - "¿Yo? ¡¡¡Lagarto, lagarto!!!" - ¿Entonces lo del cielo? - "¡Eres tonta hasta decir basta!. ¿Es qué no ves qué color tiene? el de la arena del desierto. Los dioses soplan hacia aquí para acercarme un pedacito de Egipto..." - ¿Y nos mandan tierra y calor? Pues ya se lo podrían ahorrar  - "¡No seas descarada!" - ¡Menos mal que las Pirámides no se mueven que si no nos las tiran encima!

Después de comer seguía mustia - ¿Qué le has hecho a tu abuela? ¡Que cruz tiene contigo! - ¡Oiga, que no está así por mi! Se añora de Egipto - Hija de mi vida, pero si eso para ti es pan comido. Le haces cuatro carantoñas al novio, más una noche loca en la Torre del Paseo Marítimo y cuando esté comiendo de tu mano le dices que quieres irte allí y en paz - "No fnciona. No quiere ir porque tiene miedo" - ¡Pero si lo de que las momias caminan y asustan son cosas de las películas! jajajajajaja... ¿a que sí? - La abuela la miró muy seria e hizo un gesto dubitativo. Casi pudimos oir el ruido de su pelo cuando se erizó - Es mentira que salgan del sarcófago de noche... ¿verdad?... ¿Quiéres asustarme, no? ... ¿Has visto caminar alguna con las vendas caídas y los brazos extendidos... ¡Dime que es mentira! - "He visto brillar sus ojos en la oscuridad, entre los palmerales de la ribera del Nilo y he oido sus lamentos por tener que vagar eternamente... (la voz de la abuela era lúgubre) Gentes descreídas como tú profanaron sus tumbas y ahora sus almas no tienen donde cobijarse..." - ¡Vaya rollo que me estás contando! jejejeje... ¿a qué sí? - Esa momias no tienen prisa por ejercer su venganza porque tienen todo el tiempo del mundo pero quién se les pone entre ceja y ceja... la paga" - ¡Me está poniendo de los nervios! Vamos a hablar de otra cosa más agradable - "Vagan por los rincones y acorralan a sus víctimas en los rellanos de las escaleras cuando éstas entran de noche en casa ajena... y no tienen piedad con las que tiran de la cadena, una y otra vez, sin importarles despertar al vecindario... Así que tú verás lo que haces porque ellas ya están aquí, han venido con el viento del desierto junto con la arena que mancha los coches cuando llueve" - La Cotilla dio un salto y saló corriendo - "¿A dónde vas?" - ¡¡¡A comprar un orinal a la tienda de los chinos!!!