miércoles, 13 de junio de 2012

- "El Parlament debió parecer ayer un patio de vecinos porque se dijeron de todo menos bonito - Abuela, deja el periódico y desayuna tranquila que no es bueno para la salud empezar el día cabreada. - "Eso quiere decir que estoy viva. No como tú que parece que tienes sangre de horchata" - Hala, ya me ha tocado... ¿Qué vas a hacer de comer? - "¡No me cambies de conversación!"

Cuando salía hacia el trabajo la he oído que hablaba con Pascualita - "...pues, sí señor. Nunca cambies tus convicciones por un plato de lentejas (o de algas, en tu caso). Te saldrán enemigos de debajo de las piedras pero tendrás la conciencia tranquila y eso es muy bonito, en cambio no quisiera estar en el pellejo de los "estómagos agradecidos" cuando se miren al espejo ... ¿Y el otro?  ¿Está enfermo de egocentrismo ?"

Blas llegó pronto a casa - Vengo a reponer existencias porque ayer me puse a la puerta del Parlament y... ¡Que éxito!. La cosa se alargó mucho y la hora de comer se les pasó, el caso es que cuando descubrieron mi mercancía se tiraron como lobos a comprarme TODAS las croquetas. Así que tuve libre el resto de la tarde y me fui al cine con mi mujer - "¡Muy bien hecho!... ¿Ves? No hay mal que por bien no venga... Coge las que necesites... Con lo tranquila que podría ser la vida y lo que nos gusta enredarla" - ¿Por...? - "Lo digo por Boquita de Piñón... La política es una cosa muy seria que solo debería ser ejercida con mucho sentido común y el que quiera hacer experimentos, que los haga con gaseosa y deje de entrometerse con las cosas que funcionan" - ¡Que pena que no se presente usted a las elecciones! - "¿Yo? jajajajaja... No me quieras tan mal"

La Cotilla entró como una flecha y a Blas se le encogió la barriga. Ella se le acercó, mimosa, sacando el morro hacia fuera como si quisiera besarlo - "No te asustes. Te está enseñando las heridas que se hizo el otro día... No puede hablar" - Blas retrocedió lentamente hasta protegerse tras la mesa del comedor, solo así se atrevió a preguntar qué le había pasado - Ella siguió su avance y poco después ambos habían dado   la vuelta sin llegar a encontrarse. En cuanto estuvo junto al pasillo, se giró y salió corriendo escaleras abajo.

Por la puerta abierta apareció el Municipal con cara seria - Tengo que hacer un registro porque la boba ésta (y señaló a la Cotilla) ha vuelto a ponerle una denuncia... ¡Que asco de tía! y seguro que luego se queda a comer. - La abuela sacó el chinchón y dos copitas - "¿Te la tomas ahora o después del trabajo?" - Ahora... No tengo ni idea de qué fue lo que le hizo eso pero, si algún día lo descubro, -  le daré la enhorabuena.
 - "¡Me parece bien... No, no debo tomar más de una copa porque esta tarde tenemos fiesta en el Funeral. Celebramos que llega un nuevo verano y seguimos vivos" - Sí señor, es un buen motivo para una fiesta... pero, total, por unas copitaaaaas... - "¡Venga, que no se diga! ¡Salud!"

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