sábado, 21 de abril de 2012

- "¡Que no, que no quiero pagar lo que ya he pagado"! - Pero, abuela, tranquilízate. No va a quedar más remedio, nos guste o no - "Seguro que tú pagas porque eres una pusilámine ¡pero yo digo que no y es que no, se ponga como se ponga la gorda esa de Alemania!" - ¿La Merkel? - "Esa. Solo le falta el bigote a la jodía. Nunca está contenta. Pues yo no voy a pagar el repago... ¿Y tus hijos?"

- Si no tengo - "No me lo recuerdes que me dan ganas de estrangularte... pero ¿y si los tuvieras? Pobrecitos míos, tendrían que estar como sardinas en lata en el colegio ¿Pero dónde se ha visto esto? Acabaremos cazando dinosaurios... ¿Y cuándo vayan a la universidad?" - Si no han nacido... - "¡Ni nacerán. Lenta, que eres una lenta. Pobre País si todas las mujeres fueran tan remilgadas como tú  ¿Para qué te sirve el Médico? ¡Úsalo, mujer, que para eso están los hombres!" - ¡Abuela, no desvaríes! - "Si fueran a la universidad no podrían seguir la carrera, como no hicieran la del señorito. ¿Con tu sueldo? Tendrían que ponerse a tabajar de tiqueteros por las playas para ayudar a pagar la matrícula". - Por el rabillo del ojo noté un movimiento sospechoso en el "acuario" rosa: la sirena estaba tomando posición para poder darme de lleno con el chorrito en un ojo - Abuela, deja de gritar que ésta se cree que te estoy atacando - "Ay, mi Pascualita. Si no fuera por ella la vida sería más insulsa aún. Ayer, cuando salió la pánfila de la ministra para contarnos que van a dar una nueva puñalada trapera a nuestros bolsillos, me puse de los nervios y la sirenita escupió repetidas veces a la pantalla. ¡Ella si que tiene conciencia de clase, no como tú que parece que todo te resbala ¡boba!"

Creo que emigraré a Alaska porque, como los recortes vayan en aumento, no voy a poder aguantar a la abuela. El día menos pensado se lía la manta a la cabeza y se tira al monte en plan maquis, con Pascualita colgada del cuello en el termo de los chinos.

Para echar más leña al fuego ha venido la Cotilla.- Estoy haciendo acopio de kleenex ahora que todavía no los han subido - "¿Para qué?" - Para darlos en los semáforos a cambio de una limosna, que una tiene su orgullo y no me gusta que me den dinero a cambio de nada. Y también me servirán para sonarme los mocos cuando me hinche de llorar por no tener sustancias que echarle al puchero - "No te pongas dramática, mujer, que siempre tendrás un plato en mi casa" - Un plato sí, abuela. Lo complicado será llenarlo con algo como sigamos así... Tenga (le dije a la Cotilla) aquí tiene todas las llaves que me ha devuelto. Véndalas al peso. - No me lo puedo creer. Tu nieta tiene corazoncito - "Bueno, sí. Pero no le des coba que se lo cree todo... ¿Nos pones unas copitas de chinchón, nena?"

No hay comentarios:

Publicar un comentario