lunes, 2 de enero de 2012

¡Pues sí que hemos empezado bien el año! La abuela no levanta cabeza. Está en su cama, bajo siete mantas, sudando a chorros para sacar de sí el constipado, tirando a neumonía, que cogió en Nochevieja.
En casa no se oyen más que estornudos, toses, ayes lastimeros y órdenes : "¡tráeme el termómetro!, ¡Un zumo de naranja con miel!, ¡zumo de limón calentito con miel!, ¡Una cucharada de miel!" -  Todo se reduce a MIEL, MIEL Y MIEL. Cómo todos los enfermos de constipado pidan la misma receta no habrá abejas suficientes para tanto pedido. Si yo misma estoy pegajosa ya.
Cuando quiere comer se entera toda la finca: "¡Tengo hambre. Tráeme algo... Sopa ¡quiero sopa calentita!" - unos minutos después vuelve a gritar: - ¡Quieres abrasarme, loca. Está ardiendo!. Te vas a quedar sin herencia ¡todo será para Pascualita!" - ¡Me tiene de los nervios! - Desde el momento en que no le quedó más remedio que meterse en cama a causa de la fiebre tan alta que tenía cuando volvimos del Funeral, no ha permitido que me lleve a Pascualita del cuarto como tampoco quiere que abra la ventana para airearlo. Si lo intento dice que quiero que coja una pulmonía. Estoy por cojer la puerta y emigrar a Australia. Ahora Pasculita también tose y estornuda ¡le ha pegado el constipado!y están las dos bajos las mantas haciéndose compañía mútuamente.
Esta mañana a venido un señor muy elegante, de traje y corbata. Americano me ha dicho. En mi cabeza ha sonado un timbre de alarma: ¡¡¡La Cía, La Cía!!! y a punto he estado de caer redonda al suelo ¡Dios mío, que iba a ser mí! ¿Cuanto tardarían en empezar los interrogatorios?, las bofetadas, los ahogamientos en una bañera llena de porquería, la simulación de una ejecución... Me he dicho que nada de eso haría falta porque ahora mismo se lo iba a contar todo ¡Nunca he tenido madera de héroe y no voy a empezar a hora, a mis años... que tampoco son tantos. Así que me he plantado delante de él y le he dicho en el tono más convincente que he encontrado: ¡¡¡Se lo contaré todo!!! - Estupendo porque voy mal de tiempo... ¿Dónde está la enferma? - Me he quedado de cuadros. Está gente lo sabe todo ¿quién le habrá dicho lo de la abuela? El terror me había paralizado - Venga ¡vamos! que no tengo todo el tiempo del mundo! - ¡¡¡Allí está Pasculita, señor, con ella. Perdónela porque todo lo ha echo por amor. Se quieren mucho!!! - ¿Su abuela es lesbiana? - ¡Oiga!
Que chasco me he llevado. El americano es el médico que ha mandado la seguridad social a visitar a la abuela. Avergonzada, he tirado de las mantas sin recordar que la sirena estaba entre ellas. El médico ha dado un respingo al ver esa especie de sardina rara y la abuela, a pesar de la fiebre, ha salido al quite - "Es un amuleto contra el catarro que se usa en mi pueblo desde tiempos inmemoriales... " - El médico ha sido comprensivo - Si cree que le hace bien, déjelo - En cuanto se ha ido he  metído a Pascualita en su "acuario". No me ha gustado nada su aspecto de asfixia y agobio - "Cuando se reanime un poco, tráemela otra vez que dónde mejor está es conmigo" - Sí, abuela -.

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