sábado, 14 de enero de 2012

El buzón de casa debe ser el más vigilado de España. El Parado de larga duración ha aceptado el trabajo y anota en una libreta las características de las personas que meten algo en él. Hay de todo: el cartero, los chinos, gente que arrastra carritos de la compra llenos de propaganda y ... la Cotilla del 4º o al menos, por la descripción que hace de ella,lo parece. Además él no la conoce. También coincidió que ese día encontramos un dibujo del ojo en el buzón. Para no meter la pata, no le dijimos nada al Parado. Unos días después, en sus notas volvió a describir a nuestra vecina y un nuevo anónimo, hecho con recortes de revistas, apareció en el buzón: Dejad los 100 euros, metidos en un sobre, a Paquita, la cajera del supermercado. Decidle que "alguien" lo recogerá. No os conviene estar por allí cuando ésto ocurra, puede ser perjudicial para vuestra salud.
A mediodía la abuela telefoneó a la Cotilla invitándola a probar unas tortitas que había hecho. ¡No me lo podía creer! Apenas me dió tiempo a brir la puerta y con la rapidéz que la caracteriza, en un santiamén estuvo en el comedor. ¿Qué has puesto de comer que huele tan bien?... ¿Y éste señor tan apuesto quién es? ... - sus ojos eran más rápidos que sus piernas y su lengua y en un momento hubo hecho una buen repaso a todo - ¿Aún no habéis comprado en pez para esa bañera? Si fuera mía ya haría tiempo que tendría uno - "Anda, siéntate y come de esto" - ¿Qué son? - "Tortitas de jonquillo. De pequeña, mi nieta las llamaba "ojitos" - ¡Ah, mira! son muy buenas. Es que tienes una mano para la cocina ... ¿Y usted también come aquí? - le preguntó al Parado? - "Paquita, la del super, te manda recuerdos. He pasado por allí para darle un recado... Por cierto ¿cómo quieres los 100 euros, en billetes pequeños o grandes?" - La Cotilla dió un salto en la silla y palideció - "¿Es ésta, verdad?" - preguntó al Parado - ¿Y éste, en realidad, quién es? preguntó con un hilo de voz la vecina - Nuestro espía, bruja.Y la ha descubierto - ¡Eh, he! Un momento. A mi no me hables así. Todo ha sido por necesidad. Apenas llego a fin de mes y como aquí hay un sobresueldo... El de ésta pánfila, pensé que... - Lo mismo pensé yo, señora, pero parece ser que no llega para tantas bocas - dijo el Parado - Afortunadamente estos días he ganado algo y además me han dado de comer - dijo el Parado - ¿Y lo del ojo a que venía? - Era una forma inquietante de meteros el miedo en el cuerpo - ¡Pues yo le voy a meter el dichoso ojo por donde le quepa! - ¿Pero has visto cómo me habla tu nieta? ¡Dile algo que hay un extraño delante! - "Callaros ya las dos. Anda, si´siéntate con nosotros y déjate de chantajes ..." - ¿No podrías adoptarme? - ¡Si lo haces me voy de casa! - "Hum, no me des ideas" - ¡Eso, vete con este señor y nos quedaremos tranquilas!.
Después de comer volvió la calma al comedor. Sacamos a botella de chinchón y seis o siete copas después el Parado comentó como de pasada - ¿Qué es lo que lleva en ese termo- A lo que la abuela respondió tan campante - "Es Pascualita" - Me atraganté mientras los otros dos estiraban el cuello y afinaban los oídos - "jajajajaja. Llamo así a mi medicina contra el asma... ¿Queréis verla?" - ¡Ay, Dios!.

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