viernes, 9 de diciembre de 2011

Me he puesto a doblar y planchar ropa. Es algo que no nos gusta a hacer y dejamos que la montaña de prendas alcance una altitud considerable antes de decidirnos a acabar con ella. Tanto la abuela como yo procuramos estar lo más lejos posible del montón pero cuando ya no queda más remedio que removerlo de arriba abajo cada vez que nos hace falta algo, una de las dos tiene que sacrificarse y casi siempre me toca a mí. Y me llevo sorpresas porque, cuando la abuela sube al terrado a recoger la ropa seca la baja toda, la nuestra y la de los vecinos. No le gusta que una prenda se reseque al sol - ¡Pero a nosotras qué nos importa lo de los demás! Déjala tendida que ya la recogerán sus dueñas ¡Un día va a faltar algo y tendremos un disgusto! - ahora  mismo acabo de encontrar una "sorpresa" - ¡Abuela! ¿qué hace un tanga rojo aquí? Ya te lo estás llevando al terrado y que lo doble su dueña - "¡Trae aquí! No hace falta que se entere todo el vecindario" - y ante mi sorpresa, lo ha doblado y colocado en el montón de "su" ropa - ¿Es tuyo? - "Sí. ¿Pasa algo?" - ¿Te has comprado eso y lo llevas? - "Pascualita ¿has visto algo más tonto que esta nieta mía alguna vez? Pues claro que me lo pongo ¿para qué lo quiero si no? pero no lo he comprado, me lo han regalado" - ¿Quién? - "Se dice el pecado pero no el pecador jijijiji" - ¿Un hombre? ¡Abuela vas por el  camino de la perdición! - "¿A mis años? Que me quiten lo bailao. Pero no te escandalices, mujer, que todo tiene su explicación. En el Funeral se organizó un concurso de Miss Tanga y a Andresito le faltó tiempo para comprarme uno cuando me oyó decir que no tenía..." - ¡Menudo pájaro! - Pero si es muy amable, mujer. Además, al pobre le salió caro el concurso porque lo pasamos tan bien, nos reíamos tanto que, mientras bailábamos el rock and rol, se le cayó al suelo la dentadura nueva que aún no le encajaba bien, con tan mala fortuna que la pisé y la rompí. Pensé que tendrían que llevarme a la clínica porque a penas podía respirar de tanta risa, incluso se me escapó el pipí, pero no a mí sola porque la pista estaba mojada en toda su extensión jajajaja, ¡Ay, aún me río cuando lo recuerdo! Yo fui una de las que patiné y me caí, afortunadamente solo se abrió el termo y Pascualita salió escurriéndose por las baldosas jajajajaja. Grité para que nadie la pisara. Menos mal que uno de los amigos se rompió una cadera y la atención se centró en él, así pude recoger a la sirena y devolverla al termo jijiji... Si hubieras visto la cara que tenía ¡estaba tan graciosa! Se había mareado y tenía los ojos bizcos. Y menos mal que se vació el termo porque había vomitado dentro. Como soy previsora, siempre llevo una botellita de agua de mar y el susto no pasó a mayores" - ¿Y cómo está tu amigo? - "Mal. Ayer fuimos a verle y le animé diciéndole que vaya eligiendo la foto que le gustaría que colgásemos en la pared de los finados del Funeral" - ¿Le animaste diciéndole que se va a morir? - "No, eso ya lo sabe él. Ahora tiene un motivo para vivir algunos días más mientras decide que foto va a darnos. También llevamos una botella de chinchón y bebimos todos a morro, como un ensayo de la fiesta que haremos en su recuerdo así él también habrá participado" - Te oigo y me hago cruces

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