jueves, 10 de noviembre de 2011

Al volver del trabajo me encontré a la abuela, cuter en mano, abriendo una ventana en la bañera rosa, a la altura del agua. Pascualita, subida en el borde, parecía seguir atentamente las explicaciones que, con todo lujo de detalles, le daba su amiga. Siempre me asombra la gran sintonía que hay entre ellas.
¿Esta es la gran idea que ha tenido tú pretendiente? Para eso no hace falta estudiar mucho - "Estás equivocada. Es ingeniero agrónomo. A ver si te crees que me junto con cualquiera... Por cierto, si te hubieses estirado un poco, ahora no tendría que estar haciendo esto pero como eres más agarrada que un chotis, la pobre Pascualita tiene que con formarse con este apaño" - Pues ya puede ir dando gracias de que le he comprado esta bañera porque, después de lo que me hizo, no se merece nada. - "A saber qué le harías tú. Menos mal que sabe que la quiero porque sino ¡que triste sería su destino!" dijo lloriqueando - Pues yo creo que no, porque haría tiempo que habría vuelto a su casa, que es dónde debería estar. - "¿A su casa?. ¿Ya estás otra vez con eso? Se la habrían comido en el mismo momento en que tocara el agua" - Si la hubieses visto cuando me atacó no pensarías así ¡pobre del pez que se le acercara!... Bueno, dejemos este tema porque nunca nos pondremos de acuerdo y cuéntame cosas de mi "futuro" abuelo... jejejeje - "¡Ya estamos con las risitas! Nunca te tomas en serio mis temas amorosos" - Es que son tantos ya los "futuros" abuelos de los que he oído hablar que ya he perdido la cuenta... Dime ¿este también tiene descapotable? - "No. Tiene una vespa con sidecar" - ¡Anda! ¿Es un tacataca de última generación? - "¿Es que  no sabes qué es una vespa?" - Claro, una moto... ¿tiene una moto? - "Con sidecar. No veas como que farda" - Estás bajando de categoría, abuela, porque has pasado de un "descapotable" a una simple vespa jajajajaja - "No sé si eres tonta o te mueres de envidia. Mi novio es un hombre muy guapo y muy atento. Fíjate que me  ha dejado su cuter para hacer este trabajo" - ¡Cuidado, no vaya a romperse un hueso! jajajaja - "Bueno ¡ya está bien! Cuando te pones tan tonta me dan ganas de traérlo a casa para que veas que no te digo mentiras pero, como eres tan trasto, tengo miedo de que salga mal parado como el anterior" - ¡Eh. que tampoco fue culpa mía! - "Que cansino es tener una nieta que se cree perfecta"
Mientras comíamos, Pascualita, nos miraba, asomada a la ventana de la bañera - Tendrías que haberla hecho más grande y así podría sentarse - "¡Ya está Doña Perfecta poniendo pegas!" - Abuela, ¿cuántos años tiene tu novio? -"¿otra vez con el temita?" - Es que no me fío de que vayas con él en la moto. Piensa que si le da un patatús yendo en marcha, no lo contáis - "¿Para qué se han hecho los cascos?... Ah, por cierto, esta tarde Pascualita vendrá con nosotros a dar un paseo. Iremos en el sidecar y ..." - ¡Ni hablar del peluquín! - (pasó de mí olímpicamente) sabrá lo que es sentir el viento en la cara y la sensación de velocidad" - ¡No puede darle el viento en la cara. Es un pez. No necesita aire sino agua ¿cuándo lo entenderás? Además, tu novio no debe verla - "Pero si ya es de la familia" - ¿Cómo los anteriores que te ha durado un telediario? ¡He dicho que no te la llevas y no hay más que hablar! - y no hablé más porque un chorrito de agua me dio en la cara, muy cerca del ojo. Pascualita debió pensar que nos estábamos peleando, como así era aunque sin que llegara la sangre al río y salió, como siempre, en defensa de su amiga. Afortunadamente, esta vez no acertó el tiro porque yo me movía mucho pero debo recordar siempre, comer con las gafas de sol puestas.

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