domingo, 30 de octubre de 2011

La tele

Pascualita se ha subido al borde de la pecera y desde allí me mira de reojo. Sus pequeños ojos saltones siempre tienen un brillo de maldad cuando se fijan en mí, tal vez recuerde que, cuando la encontré, estuve a punto de comérmela dentro de un bocadillo ¡aaahhggg! que asco solo de pensarlo. Me pone nerviosa y para distraerme de ella pongo la tele ¡Mano de santo! el bicho se ha quedado impresionado. Miro sus reacciones y me parto de risa. De cuando en cuando se zambulle para respirar y vuelve a su sitio. Ahora sale la dichosa Belen, tan basta y gritona como siempre. La mujer va de un lado a otro, no para de agitar el pelo y de gritar como si estuviera loca, de repente a Pascualita se le eriza el mechón de algas que tiene en la cabeza, saca hacia afuera los dientecitos de tiburón y se tira contra la pantalla para morder a la Princesa... ¡Aplaudo a rabiar! ¡¡¡Pascualita no es tonta!!!

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