domingo, 30 de octubre de 2011

El termo

Ha habido un altercado en casa que puede traer consecuencias, espero que no. Resulta que ha venido uno de esos vendedores agresivos, que hablan fuerte, con prepotencia, que de entrada dicen que no vienen a venderte nada y al final, cuando ponen delante de tus ojos las "maravillas" que lleva y que hará "el favor " de venderte y le dices que no porque ¿para qué quieres otra enciclopedia" te mira con desprecio,te hace sentir que eres tonto del culo y te humilla con su aptitud de "no está hecha la miel para la boca del asno" (en este caso el asno eres tú, claro) Bueno, pues le ha abierto la puerta la abuela con Pascualita metida en el termo. Yo oía la conversación sin asomarme para que no me liaran y me he dado cuenta de que el tono de voces era cada vez más áspero. De pronto se ha escuchado un alarido que me ha helado la sangre, seguido de un portazo. ¿Qué ha pasado? Nada, nada. Que Pascualita le ha dado su merecido al engreído este. Un buen mordisco en la naríz ¡me había tomado por imbecil, el tío! Mientras, la sirena relamía una gotita de sangre caída en su mano.

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