domingo, 30 de octubre de 2011

9 de octubre

Esperaba que el domingo fuese un día de paz y tranquilidad. No tenía nada mejor que hacer que relajarme con un buen libro o adormecerme escuchando música. La abuela había salido para ir a misa con Pascualita metida en el termo. Antes de que yo pudiera abrir la boca, me dijo: "No tocará el agua bendita pero me la llevo porque allí se siente tranquila y además, yo me encuentro mejor del asma" Si diésemos a conocer este descubrimiento seríamos millonarias.
Llevaban más de una hora fuera y yo me había traspuesto mientras leía el periódico que hablaba de una Prima de Riesgo (¿quién será?) y de la boda de una Duquesa (¿serán familia que las nombran tanto?). Perol a alegría dura poco en casa del pobre. Un portazo que hizo vibrar las paredes me sacó, bruscamente, de mi letargo. La abuela acababa de llegar y no venía relajada precisamente. "¡Ya no se puede ir a misa sin que te den un mitin!" - ¿Qué ha pasado? - "El cura, en vez del sermón correspondiente, nos ha nombrado todos los males del infierno que caeran sobre los que voten a tal partido. ¡Solo le ha faltado decir que arderán en una pira comunitaria que él mismo plantará frente a la iglesia! ¿Crees que hay derecho a esto? Pues yo creo que no y me he levantado a gritarle: Cuidate de tu kiosko, que lo tienes medio vacío ydeja que la gente haga lo que le venga en gana ¡Cucaracha!" - ¡Jopé! ¿Y qué ha pasado? - "Pues que se ha montado la de Dios es Cristo. Y Pascualita, que estaba tan pancha, al notar mi nerviosismo también se ha alborotado y ha hecho saltar la tapa del termo para ver lo que estaba pasando. Se ha fijado en la mujer que estaba a mi lado, con mantilla ¡fíjate si será carca la tía! que no dejaba de gritarme ¡abortista, abortista! No se por qué si no he abortado en mi vida. A mi no me llama eso nadie y luego se va de rositas así que, a sus insultos yo le contestaba, educadamente, ¡facha de mierda!. Total, que Pascualita que siempre está de mi parte, ha salido disparada contra ella ..." - ¡Oh, no! - "... ¡Oh, si! ella sabe defenderme, no como tu que en seguida te achicas... y se le ha enganchado en una oreja... - ¿Le ha mordido? - "Claro. Lo que pasa es que la pobre se ha quedado trabada en el pendiente ..." - ¡Ay, Dios! - ...y me ha costado un montón sacarla de ahí sin hacerle daño. Además, se me escurría. Cuando la gente ha visto que la mujer y yo rodábamos por el suelo han debido creer que nos estábamos zurrando, además ella gritaba como si la mataran. Al final, he conseguido soltar a Pascualita de la trampa dorada en la que había caído y la he metido en el termo. Y a gatas he buscado la tapa, menos mal que la tenía al lado. Luego, pasando por debajo de los bancos (así tengo ahora los riñones) he podido salir a la calle. Además, toda la atención estaba sobre la tonta esa. He oído decir que la oreja se le estaba poniendo enorme y aunque ella repetía una y otra vez, que le había mordido un bicho, todos le decían que no, que le dolía tanto porque yo le había roto el lóbulo cuando le arranqué el pendiente." - ¿Eso hiciste? - "Se ve que sí... ¿cómo, sino, podría haber rescatado a Pascualita, tía melindres?"

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