domingo, 30 de octubre de 2011

26 de septiembre

¡Por supuesto que ha tenido consecuencias el ataque al vendedor! Una hora después se ha presentado con la policía. Daba pena verlo, con la cara hinchada, los ojos llorosos y la naríz talmente como la de un payaso, donde se le veían las pequeñas heridas provocadas por Pascualita pero, como la repelente inyecta veneno, son muy dolorosas. Venía muy agitado y más que se ha puesto cuando ha visto a la abuela. La acusa de haber echado sobre él a un Demonio de Tasmania (este tío ve muchos reportajes de la 2). Y bizqueando a causa del dolor, a indicado a los guardias que lo guardaba en el termo que lleva colgado. Inmediatmente ha sido inspeccionado y solo han encontrado una pequeña cantidad de dinero: Para mis gastos - ha dicho humildemente la muy bruja. Al final se han ido a hacerle al fulano el test de alcoholemia. A Pascualita se la habíamos pasado, previamente, a la vecina, insistiéndole mucho que no se le ocurriera meter un dedo en la pecera para tocarla. ¿Con el asco que da? ha dicho.

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